Luz que irradia sonrisa

Por Sergio Rivero Carrasco
Fotos Mayet y Arturo de Victoria

Después de cinco o seis años de sacrificio y entrega, de confundir los días con las noches y viceversa, una hornada de niños y jóvenes abrazaron la luz para iluminarse por siempre como pago sincero al esfuerzo gubernamental por asegurar educación gratuita para todos los cubanos, sin distinción de credos, raza o tendencia política.

Diferentes sitios fueron testigos de los alegrones, besos y abrazos de familiares y amigos; de los que no conocían y también compartía su luz.

Fue así que la Isla más joven del mundo se pobló en estos tiempos con cientos  de nuevos maestros, comunicadores, sicólogos, juristas, médicos, enfermeras, obreros calificados, técnicos, todo un universo profesional dispuesto a transformar la noche en día y seguir avanzando.

Es el legado del sacrificio con los sueños realizados, las metas cumplidas, la eterna sonrisa de los padres, el agradecimiento de profesores y maestros, el tributo íntegro a la Patria.

Es la luz del saber que irradia sonrisa y cultura por doquier. ¡Sigamos su rastro! La huella será evidente en cada una de las acciones de la vida.

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