miércoles, diciembre 11, 2013

“Contigo pan y cebolla” engalana el 36 cumpleaños de Pinos Nuevos

Escena de "Contigo pan y cebolla" de Héctor Quintero.
Grupo Pinos Nuevos
Texto y fotos Sergio Rivero
Como “un ensayo con público”, fue calificada la presentación de cuatro escenas de la pieza insigne del vernáculo cubano “Contigo Pan y cebolla” del drmaturgo desaparecido en el 2011 Héctor Quintero,  especialmente para celebrar los 36 años de vida del proyecto de las artes escénicas Pinos Nuevos de la Isla de la Juventud, bajo la Dirección General y Artística de Miguel Olaechea y un elenco de lujo del teatro pinero Bertha Martín, empoderada de una Lala fresca, dinámica, original y el Anselmo de Israel Martínez, acompañados además por la Duvois y un  grupo de noveles profesionales devenidos en actores que cumplen con acierto su desempeño y el diseño escenográfico de Yisney Leyva.


Un esmerado esfuerzo ha antecedido este acontecimiento teatral, desde el castin realizado el dos de octubre, las clases de actuación, el trabajo de mesa, el intercambio provechoso y acertado para abrir los horizontes de un colectivo empecinado en hacer bien las cosas, de nutrirse de jóvenes serios, estudiosos y con talento para preparar un relevo natural que le permitirá al colectivo enriquecer su existencia por el tiempo.



Si fuéramos comentar un poco lo vivido esta noche, sencillamente estamos ante un Contigo… que rompe con los cánones tradicionales que ha tenido la obra desde su estreno hasta nuestros días por más de una veintena de directores y grupos teatrales. Esta puesta puede abrir un antes y un después en la historia creativa y la visualidad de las puestas en escenas a que nos tiene acostumbrado Pinos Nuevos. Solo quisiera recordar la puesta en escena de Muerte por  agua, su versión para la televisión y la memorable actuación de Bertha Martínez, que lleva en sus hombros ahora a una Lala renovada y fresca que transporta al público a las vicisitudes de una familia que se mueve entre las deudas y las necesidades para emprender la vida.


Démosle tiempo al tiempo, para que esta puesta concluya su montaje y madure con la crítica oportuna, la sugerencia constante del público y la identificación de cada uno de nosotros en algunos de los estereotipos de los personajes que nos regala con maestría del dramaturgo cubano Héctor Quintero. Porque aquí logra una pieza con un profundo sentido de lo popular.

“Contigo… es una comedia en tres actos, recreada por pequeños héroes que desafían la adversidad cotidiana, la obra combina la inmaculada cubanía con una proyección de universalidad como pocas veces logró el vernáculo criollo de los sesenta que abordó la época republicana. Escrita en 1962, ganadora el año siguiente una mención en el Premio Casa de las Américas, fue llevada a las tablas por vez primera en febrero de 1964 por Sergio Corrieri con el grupo Teatro Estudio.

Quintero (1942-2011), ha sido uno de los más populares y consistentes dramaturgos cubanos contemporáneos, retrató, con vigor y simpatía, las esperanzas y los afanes de una madre cubana por sacar adelante a su familia.

En su trayectoria como autor dramáticos sobresalen además El Premio Flaco (1964), Algo muy serio (1976), La última carta de la baraja (1978) y Sábado corto (1990).

Según expresó en una ocasión  la teatrológa Vivian Martínez Tabares, Héctor  Quintero fue un “Maestro en la creación de la comedia de costumbres, fabulador de historias de seres sin historia, ocurrente y hábil coleccionista de ocurrencias, de las que circulan de boca en boca por cualquier barrio habanero, el dramaturgo Héctor Quintero ha sabido captar como pocos la expresión de los fenómenos que caracterizan las situaciones cotidianas en la vida del cubano".

Ahora los dejo con algunas imágenes de lo ocurrido hoy en la sede de la UNEAC en la Isla de la Juventud durante el “ensayo con público” de Contigo pan y cebolla, con el cual engalana Pinos Nuevos sus 36 años de vida.







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