Unos 30 colmeneros llevaron a la escena su versión de "Meñique", a partir del cuento de José Martí en su libro La Edad de Oro |
Fotos: Arturo Enamorado
A un sitio mágico, colmado de inocencia,
sonrisas y enseñanzas llevó el espectáculo infantil Meñique a miles de
infantes, jóvenes y padres de este Municipio Especial, quienes
recordaron que ser útil es mejor que ser príncipe, como escribiera
Martí.
La espléndida interpretación de La
Colmenita, por séptima vez, con los personajes Meñique, la Princesa, el
Gigante y el Rey… conmovieron al público, el cual no dudó en interactuar
con entusiasmo por más de una hora y media, durante la tarde del
sábado, en la plaza principal La Mecánica.
Entre los principales acertijos y
adivinanzas a resolver estuvo discernir entre lo bueno y malo, lo
correcto e incorrecto, incentivando el rescate de los mejores valores en
la sociedad.
Tampoco faltaron los disfraces, muñecones,
las canciones infantiles de Teresita Fernández, la popular música de los
Van Van, y la contagiosa alegría de los pequeños, para hacer de la
presentación un momento único en la memoria de los presentes.
Cuando nadie lo esperaba y casi al concluir
la función salió al escenario, el artífice de la idea, el creador de un
sueño que ha hecho posible repartir arte por Cuba y el mundo, Carlos
Alberto Cremata, quien comentó:
“En este recorrido por el X congreso de la
UJC, ninguna plaza del país se ha llenado tanto de personas como esta”. Y
preguntó a los presentes: ¿Quién merece el último y el más grande de
los aplausos de esta función?
En instantes se escuchó un inmenso coro:
“Meñique, La Colmenita…” Él respondió: “No, tibio, muy tibio. El más
grande de los aplausos de esta noche se lo llevan los niños de todos los
tamaños de Nueva Gerona y de la Isla de la Juventud”.
Una obra de teatro como esta, en grandes
plazas, significa un reto y cuando se hace con pequeños este se
multiplica al infinito, pero La Colmenita se entregó como en otras
ocasiones con amor, esparciendo su miel en cada infante.
MUESTRA GRÁFICA
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