domingo, junio 04, 2017

Por una sociedad conectada con la naturaleza

"Por una sociedad conectada con la Naturaleza", promueve este año la celebración
Por Sergio Rivero
Fotos: Archivo e Internet

Arribar al Día Mundial por la protección del Medio Ambiente comprime el corazón, conociendo todas las acciones que en contra de él pululan por doquier a la vista de todos: gobiernos, científicos, gobernantes, personas naturales y jurídicas, todos irresponsables como lo ha hecho en los últimos días el Presidente Trump al negarse a firmar el Acuerdo para enfrentar el Cambio Climático  en París, acción que ha provocado el aislamiento de Estados Unidos y decepción al mundo. Los expertos apuntan que esa estrategia es “una tapadera para su propia inacción” motivada por su “total falta de compromiso con el tema del clima”.  


El hecho de firmarlo no solo presupone continuar violándolo, sino estar en capacidad de realizar acciones más agresivas que hagan peligrar hasta la propia existencia de nuestra especie.


Queremos un Medio Ambiente sostenible, limpio de gases tóxicos, de emisiones constantes a la atmósfera que atacan directamente a nuestros pulmones y producen enfermedades respiratorias amenazantes directas de la salud, queremos una sociedad conectada con la naturaleza, que aprenda a disfrutar de sus bondades y que la preserve para el bien de todos. Ese es el objetivo que persigue la celebración del 2017.  


Por las razones antes expuestas es que las Naciones Unidas, conscientes de que la protección y el mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, designaron  el 5 de junio  desde 1974, como “Día Mundial del Medio Ambiente”, que como plataforma mundial de divulgación pública con amplia repercusión universal, nos brinda la oportunidad de ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de los colectivos inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio. 


Cuba, como país firmante, y serio en el cumplimiento e sus compromisos, tiene bien claras
las condicionantes que deciden el desarrollo económico-social del país y ha tenido en cuenta esos elementos en los que se inscriben en el Plan de desarrollo Económico Social hasta el 2030, aprobado en el VII Congreso del PCC y discutido pormás de un millón de cubanos.


Son decisivas en él, la educación, la salud, la ciencia, la tecnología e innovación, la cultura y la comunicación social, así como la protección de los recursos y el medio ambiente, entre otras dimensiones del desarrollo.



El objetivo estratégico del Modelo es impulsar y consolidar la construcción de una sociedad socialista próspera y sostenible en lo económico, social y medioambiental, comprometido con el fortalecimiento de los valores éticos, culturales y políticos forjados por la Revolución, en un país soberano, independiente, socialista, democrático, próspero y sostenible.


La sostenibilidad del socialismo está asociada al desarrollo, y requiere ritmos y estructuras de crecimiento de la economía que aseguren la prosperidad con justicia social, en armonía con el medio ambiente, la preservación de los recursos naturales y el patrimonio de la nación, el cual expresa en su letra:.

El Estado continuará impulsando el funcionamiento y fortalecimiento de los programas integrales de protección del medio ambiente, con acciones dirigidas a la gestión de las cuencas hidrográficas, los macizos montañosos, la diversidad biológica; la lucha contra la desertificación y la sequía; la reducción de la contaminación y la educación ambiental, a lo que se deberá sumar la adopción de nuevos incentivos y sanciones económicas y la aplicación de mecanismos eficaces de supervisión y fiscalización ambiental a todas las formas de gestión económica, de manera que se alcance un  desarrollo  ecológicamente sustentable, socialmente justo, equilibrado y económicamente sostenible.



“Asimismo, promoverá el establecimiento del conjunto de políticas para la gestión eficaz de riesgos y la adaptación del país al cambio climático, la eficiencia energética y el desarrollo de fuentes renovables de energía; el impulso de mecanismos de información y participación ciudadana, y la educación ambiental en todos los niveles de enseñanza. Se tendrá en cuenta, de manera especial, el carácter político del desafío ambiental, a nivel internacional”.



En consonancia con lo anteriormente expuesto, durante su reciente visita de trabajo a la Isla de la Juventud, la viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) América Santos Rivera, expresó los positivos resultados manifiestos la Isla de la Juventud para mitigar los efectos del cambio climático, por las nocivas consecuencias que este produce al poner en peligro la propia existencia del hombre.


Explicó que “este territorio tiene el potencial necesario para enfrentar la tarea Vida, rectorada por el CITMA, con la identificación de sus vulnerabilidades, claridad de cómo disminuir los niveles de contaminación, lo que debe aportar la Universidad a la actividad científica, y las acciones de los organismos que tributan al cuidado del medio ambiente de forma coordinada”.


Como parte de su accionar, se empeñan en el control y supervisión de los estudios en curso para evitar la contaminación de las fuentes fluviales y otros proyectos que garantizarán la protección  del entorno natural, como la erosión de los suelos, la intensidad
de los huracanes, la sequía, las intensas lluvias, el aumento de la temperatura media y del nivel del mar, las que constituyen algunas de las afectaciones que sufrimos por el cambio climático.


Todas esas acciones quedan solo en la intención, si no logramos que en realidad cada cubano se conecte con la naturaleza, la estudie, interactúe con sus bondades y le ofrezca la protección que necesita para que siga aportando salud y bienestar a todos.


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