Zelaya desafió con su respuesta a la Secretaria de Estado norteamericano Hillary Clinton; parece que la Señora le quería “torcer las orejas” porque se portó mal al tomar la decisión de irse a la frontera de Nicaragua con Honduras para unirse a los suyos sin permiso “de los amos”, por eso están calificando de “imprudente” su retorno al país sin que medie un acuerdo político.
Pero… ¿Qué acuerdo político? ¿Hay que llegar a acuerdos con los que usurparon el poder por la fuerza, tratan de legitimar la acción con el apoyo de los Estados Unidos y elevan cada vez más la represión contra el pueblo que eligió a su gobierno en las urnas?
Cabe preguntarse si esa no es la misma estrategia de gatita María Ramos, aplicadas por los Estados Unidos a través de la historia, atemperada ahora a las condiciones específicas de Honduras y el clímax que significó el referendo por la Cuarta Urna, para que el pueblo alcanzara los derechos negados por muchos años de dictaduras y seudo democracias que solo representaban los intereses de las oligarquías y los militares.
Este Golpe de Estado, totalmente anticonstitucional, antidemocrático, que viola todos los preceptos y leyes nacionales de Honduras, regionales e internacionales, ha sido gestación conjunta de la ultra derecha norteamericana y de la oligarquía industrial y militar hondureña, con una fuerte dosis injerencista de funcionarios como Hugo Llorens, el embajador norteamericano aliado de Otto Riech en acciones terroristas en Latinoamérica en otras ocasiones, y del actual asesor militar del gobierno del Goriletti.
Ese puede considerarse un doble dolpe: por un lado dio un golpe a la democracia, a la constitucionalidad en Latinoamérica y en específico al ALBA, pero también ha sido un golpe ratero al presidente Obama, que mientras enarbola desde Rusia y Europa la filosofía de una política exterior acorde con las circunstancias que vive hoy el mundo y sobre todo la región, y de calificar como improcedente e ilegal la asonada gorilettista y reconocer como presidente legítimo a Zelaya, su Secretaria de Estado se prestaba para lanzar una estrategia mediadora representada por Oscar Arias, que permitió ganar tiempo a los golpistas y retrasar el verdadero camino de la restitución de la constitucionalidad con el retorno de Zelaya al país.
Recordemos que en la entrevista concedida a la prensa al culminar las conversaciones con Zelaya, la Clinton, a una pregunta de los periodistas acerca de que si ese regreso al orden constitucional de Honduras, implicaba el retorno del presidente Zelaya, ella, de forma evasiva, contestó: "Ahora que tenemos un proceso de mediación que podría comenzar pronto, no quiero prejuzgar lo que las partes van a acordar. Es bueno que las partes con el presidente Arias como ayuda, resuelvan estos temas".
Dejó lo más importante del proceso, que es el retorno del presidente Zelaya al poder constitucional, en el aire para que “cada cual saque sus propias conclusiones”.
Ahora, cuando la candela patriótica ya incendia las ciudades y montes, se arrecian las acciones por la resistencia hondureña y a la vez crece en forma desmedida la represión, el allanamiento, las muertes, los presos políticos, desapariciones y pururan los métodos de la era militarista y Zelaya organiza la forma en que entrará al país apoyado por su pueblo, es que la Secretaria de Estado norteamericana parece lo quiso “llamar a contar” a Washington. Ante esta solicitud Zelaya le responde: "No tengo (nada que ir a hacer) a Washington, si (alguien) quiere hablar conmigo que mande un delegado aquí a la frontera'' entre Nicaragua y Honduras, donde se encuentra tratando de regresar a su país, dijo.
Además, ante el fracaso de la mediación, previamente planificado con los propios golpistas y la filiación de Arias, el presidente constitucional hondureño llamó a la comunidad internacional, pero sobre todo a Estados Unidos, a "ser más fuerte'' con el régimen de facto de Honduras y "dejar de decir que hay negociaciones''.
En declaraciones hechas hoy por Zelaya desde el Ocotal, cerca de la frontera de Nicaragua con Honduras, reunido con una buena candidad de sus seguidores, denunció que el gobierno de facto de su país pretende “enviar mercenarios” para atentar contra su vida. Señaló que en las fuerzas armadas hondureñas circula una consigna que dice “muerto el perro se acaba la rabia”, en alusión al conflicto generado en Honduras tras el golpe de estado. Y precisó que no habrá ningún tipo de negociación con los golpistas: “¡No hay negociaciones con los golpistas, no hay!”, exclamó el mandatario al tiempo que exhortó a la población que lo ha acompañado y exige su retorno a la presidencia, a resistir en la lucha.
Cree tener razones la Clinton para halarle las orejas, porque este presidente no ha hecho lo que ellos necesitaban, la mediación es un fracaso, los acuerdos no se han logrado, la situación sigue tensa para Estados Unidos porque está descaracterizado y para el pueblo y la región, que sufren las consecuencias de un irresponsable proceder.