Por Giraldo Mazola
Transcurrieron con velocidad supersónica los
dos primeros años del Triunfo de la Revolución; en realidad fueron como
otros dos años cualesquiera pero las transformaciones y cambios para el
bienestar de nuestro país fueron de tal magnitud e intensidad que daba
esa impresión.
En el acto conmemorando del segundo aniversario de la victoria del
Primero de Enero, en la Plaza Cívica, todavía no proclamada como Plaza
de la Revolución, el 2 de enero de 1961, el Comandante en Jefe a la vez
que denunció las reiteradas amenazas del gobierno de Estados Unidos y
los actos de sabotajes originados con impunidad desde su territorio,
advirtió que se pondría fin a las subversivas acciones de los
diplomáticos norteamericanos en Cuba, cuya cifra además de excesiva,
estaba plagada de a gentes de la CIA.