¿Hasta cuándo tendremos que oír los cubanos, la misma cantaleta?
Siempre presentan el reiterativo plato aunque lo adornen de otra manera. Es decir: el mismo pollo del arroz con pollo, pero ya está putrefacto.
Hace unos días el Miami Herald, el libelo de la mafia cubanoamericana, publicó en portada una información bajo el título Histórico plan para la democracia en Cuba rotulado por Francés Robles, en el que vuelven a la carga con los cacareados “derechos humanos”, “libertades civiles”, “elecciones democráticas en Cuba”...
Todos esos puntos fueron dictados “desde allá” con la venia de Ileana Ros Lehtinen, Lincoln Díaz-Balart y Mario Díaz-Balart, representantes del tenebroso zoológico que exigen a la administración norteamericana incrementar las agresiones de todo tipo contra nuestro país, mientras con la mayor hipocresía promueven la defensa de los derechos humanos.
Nada más y nada menos que contaron con el asesoramiento de otro grotesco personajero contrarrevolucionario en la Isla, apátrida y financiada por ellos: Martha Beatriz Roque, una de las que ha vendido el alma al diablo por una migaja de dólares.
En el descargo del representante norteamericano en la recién concluida sesión extraordinaria de la Asamblea General de la ONU, al increpar la Resolución presentada por Cuba contra el bloqueo y en el texto destinado a socavar la misma, presentado por Australia, vuelve a salir el mismo tema, esta vez sin enmascarar las verdaderas pretensiones anexionistas.
¿Qué más pretenden inventar? ¿A qué democracia se refieren? ¿Cuáles son los “beneficios” que traerían al pueblo cubano de llegar a consumar sus siniestros propósitos?
No nos llamemos a engaños, los ejemplos son bien fehacientes cuando echamos un vistazo a Afganistán y a Iraq. Después de tres años y medio de ocupación el país sigue destruido y sus muertos se aproximan a los 100 000.
La tan rimbombante democracia nunca ha llegado; solo un gobierno "de transición" con el nombramiento de Paul Bremer: un procónsul o funcionario coordinador proimperialista al frente del gobierno "democrático".
Al estilo de Bremer impondrían a Cuba un representante yanqui . Según el Plan Bush actuaría desde ahora para provocar o acelerar el fin de la Revolución y dirigir todo el proceso posterior en el que tendría 72 horas de “licencia para matar” a todos los colaboradores o vinculados de alguna manera a la obra y el quehacer de la Revolución, dejando un manto de sangre porque somos la aplstante mayoría del pueblo, además de un gran paquete de desgracias, destrucción y desarraigo.
La obra de la Revolución es tan hermosa que sería imposible solo enunciar los sagrados derechos cubanos que nos diferencian de todos los habitantes del planeta.
Su acción tiene tan largo alcance que desde antes que triunfara en 1959 ya se había repartido tierras a los campesinos en las zonas liberadas y entre las primeras medidas estuvieron el derecho ciudadano a la educación y a la atención de la salud gratuitas y al trabajo; se eliminó el distingo de razas, los medios de producción pasaron a manos del pueblo y desde hace 47 años los controla y utiliza como sus verdaderos dueños. Esas, entre otras muchas, son las humanas conquistas del socialismo cubano.
Se vuelven locos dándole vueltas al caso Cuba y no se dan cuenta de que nos acostumbramos a RESISTIR y enfrentar sus maldades . Preferimos mil veces convivir con las carencias y limitaciones antes que existir con la cabeza pisoteada por sus botas.
¡Ah!, Míster, y no te preocupes tanto por nuestra alimentación, tenemos una variedad de platos envidiables, todos con sazón criollo, a lo cubano, por lo que no queremos estar obligados a degustar tu descompuesto pollo.
sábado, noviembre 11, 2006
El mismo pollo del arroz con pollo para Cuba
común en Cuba de consumarse el Plan Bush