El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, desestimó hoy cambios importantes en la política de agresiones y bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba mientras George W. Bush sea mandatario.
En una sesión del plenario parlamentario que se realiza en el Palacio de las Convenciones, Alarcón aseguró que no debemos creer que se registrará cambio alguno importante mientras sea presidente Bush y exista el actual equilibrio político en Estados Unidos.
Al fundamentar esa afirmación, Alarcón recalcó Cuba ocupa un lugar bastante bajo en las prioridades de los políticos norteamericanos debido a la actual cantidad de problemas que ellos enfrentan actualmente, comenzando por la guerra en Iraq.
Explicó que se pudiera pensar en una mayoría de votos en el Congreso de ese país favorable a modificar o eliminar las restricciones a los viajes a la isla, por ejemplo, pero sin llegar a los dos tercios necesarios para evitar el veto del presidente Bush.
Este es un asunto que, independientemente de la situación existente entre las dos naciones, está condenado a ser eliminado porque afecta a mucha gente y viola la propia Constitución estadounidense, añadió.
Sin embargo, consideró, el Congreso tiene por delante la realidad de no saber lo que hará en relación a Iraq pues los soldados norteamericanos no pueden ni quedarse ni irse de allí y eso va a concentrar la mayor atención del trabajo de esa instancia.
Además, deberán abordar serios problemas de carácter interno relacionados con la salud, economía, empleo y otros temas, y por ello no estimamos que el bloqueo y la eliminación de las restricciones ocupe un lugar primordial durante el 2007, manifestó.
Finalmente, apuntó que, al acercarse el 2008, año de elecciones generales en Estados Unidos, todo se moverá con vistas a ese acontecimiento, dificultando aún más el tratamiento de otros asuntos.