Declaración del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros General de Ejército
Raúl Castro Ruz, en relación con el primer aniversario de los anuncios del 17
de diciembre de 2014 sobre la decisión de restablecer las relaciones
diplomáticas entre Cuba y EE.UU.
Ha
transcurrido un año desde los anuncios simultáneos realizados el 17 de
diciembre de 2014 por los Presidentes de Cuba y los Estados Unidos, de restablecer
las relaciones diplomáticas y trabajar por el mejoramiento de nuestros vínculos.
Un día como
ayer, dentro de los acuerdos alcanzados para solucionar temas de interés para
ambos países, pudimos anunciar con gran júbilo para todo nuestro pueblo el
regreso a la Patria de Gerardo, Ramón y Antonio, con lo que cumplimos la
promesa de Fidel de que nuestros Cinco Héroes volverían.
En esa misma
fecha, en correspondencia con nuestra reiterada disposición a sostener con el
Gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad
soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo
a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo, acordamos
adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la
normalización de los vínculos entre los dos países.
Desde
entonces, se puede afirmar que hemos obtenido algunos resultados, sobre
todo en el plano político-diplomático y de la cooperación:
- Se restablecieron las relaciones diplomáticas y se reabrieron las embajadas en ambos países, lo cual estuvo precedido de la rectificación de la injusta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
- Se han celebrado dos reuniones entre los Presidentes de ambos países, así como otros encuentros y visitas de alto nivel.
- Se ha expandido la cooperación ya existente en temas de interés mutuo, como la seguridad aérea y de la aviación; y el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio.
- Se han abierto nuevas áreas de cooperación bilateral sobre temas de beneficio común, entre ellas la protección del medio ambiente, la aplicación y el cumplimiento de la ley, la seguridad marítimo-portuaria y la salud.
- Se han iniciado diálogos sobre asuntos de interés bilateral y multilateral, como el cambio climático, las compensaciones mutuas, la trata de personas y los derechos humanos, tema este último en el que tenemos profundas diferencias y estamos sosteniendo intercambios sobre la base del respeto y la reciprocidad.
- Hemos suscrito acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo.
Todo esto se
ha logrado mediante un diálogo profesional y respetuoso, basado en la
igualdad y la reciprocidad.
Por el
contrario, durante este año, no se ha avanzado en la solución de los temas
que para Cuba son esenciales para que haya relaciones normales con los Estados
Unidos.
Aunque el
Presidente Barack Obama ha reiterado su oposición al bloqueo económico,
comercial y financiero y ha llamado al Congreso para que lo levante, esta
política sigue en vigor. Se mantienen la persecución financiera a las
transacciones legítimas de Cuba y los efectos extraterritoriales del
bloqueo, lo cual provoca daños y privaciones a nuestro pueblo y es el
obstáculo principal para el desarrollo de la economía cubana.
Las medidas
adoptadas hasta el momento por el presidente Obama, aunque positivas, han
demostrado tener un alcance limitado, lo cual ha impedido su implementación.
El Presidente, en uso de sus prerrogativas ejecutivas, puede ampliar el alcance
de las medidas ya tomadas y adoptar otras nuevas, que modifiquen
sustancialmente la aplicación del bloqueo.
A pesar del
reiterado reclamo de Cuba de que se le devuelva el territorio ilegalmente
ocupado por la Base Naval en Guantánamo, el Gobierno de los Estados Unidos
ha manifestado que no tiene la intención de cambiar el estatus de este enclave.
El Gobierno
de los Estados Unidos mantiene programas que son lesivos a la soberanía cubana,
como los proyectos dirigidos a promover cambios en nuestro orden político,
económico y social, y las transmisiones radiales y televisivas ilegales,
para cuya implementación continúan otorgándose fondos millonarios.
Se sigue
aplicando una política migratoria preferencial a los ciudadanos cubanos,
expresada en la vigencia de la política de pies secos-pies mojados, el programa
de parole para profesionales médicos y la Ley de Ajuste Cubano, lo cual
estimula una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve
el tráfico de personas y otros delitos conexos, y genera problemas a otros
países.
El Gobierno
de Cuba seguirá insistiendo en que para alcanzar la normalización de las
relaciones, es imperativo que el Gobierno de los Estados Unidos elimine todas
estas políticas del pasado, que afectan al pueblo y a la nación cubana, y
no se corresponden con el contexto bilateral actual ni con la voluntad
expresada por los dos países, al restablecer las relaciones diplomáticas, de
desarrollar vínculos respetuosos y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos.
Nadie debe
pretender que Cuba, para normalizar las relaciones con los Estados Unidos,
abandone la causa de la independencia por la que nuestro pueblo, desde 1868, hizo grandes
sacrificios; ni olvide que, después de muchas frustraciones y 60 años de total
dependencia, esta fue por fin alcanzada el primero de enero de 1959 con la
victoria del Ejército Rebelde, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel
Castro Ruz.
El pueblo
cubano no renunciará a los principios e ideales por los que varias generaciones
de cubanos han luchado a lo largo de este último medio siglo. El derecho de
todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin
injerencia de ninguna forma, debe ser respetado.
El Gobierno
de Cuba tiene total disposición a continuar avanzando en la construcción de
una relación con los Estados Unidos que sea distinta a la de toda su
historia precedente, sobre bases de respeto mutuo a la soberanía y la
independencia, que sea beneficiosa para ambos países y pueblos, y que se nutra
de las conexiones históricas, culturales y familiares que han existido entre
cubanos y estadounidenses.
Cuba, en
pleno ejercicio de su soberanía y con el apoyo mayoritario de su pueblo,
seguirá inmersa en el proceso de transformaciones para actualizar su modelo
económico y social, en aras de avanzar en el desarrollo del país, incrementar
el bienestar de la población y fortalecer los logros de la Revolución
Socialista.
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