Por Raúl Antonio Capote / Razones de
Cuba
- La tercera opción, el centrismo cubano, fue creado en los tubos de ensayo de los centros de subversión del enemigo
Un poco de historia
Surgida en
Inglaterra como intento por enmascarar y atenuar la depredación capitalista,
acelerada tras la caída de los proyectos socialistas en Europa del Este, la
doctrina de la tercera vía no ha generado, como profetizaron sus gurúes, las
condiciones para que los millones de pobres del mundo sobrevivan, produzcan y
consuman; se ha generado, eso sí, un deterioro brutal de las condiciones de
vida, más pobreza, más insalubridad, más inseguridad.
Los
representantes de llamado centrismo en Cuba, que se presentan como una tercera
opción, una vía intermedia entre el capitalismo y el socialismo, etc., tratan
de demostrar con una serie de sofismas, lo inoportuno de la vía revolucionaria,
niegan, como negaron a finales del XIX los Autonomistas, a la Revolución.
Palabras
nuevas para principios viejos, la misma fórmula se intentó para mediatizar la
Revolución a finales de los 50 y a principios de los 60, finiquitaba la década
del 80 cuando se intentó utilizar movimientos artísticos con propuestas
estéticas emergentes, para fomentar el discurso de la tercera opción. Con este
fin se utilizaron becas internacionales que existían para otros propósitos y se
intentó confundir y sobre todo dividir en momentos sumamente complejos, en que
el llamado Socialismo Real en Europa del Este hacía aguas, a sectores de la
joven intelectualidad artística y literaria de entonces en la Isla.
El hilo de la trama
El 14 de mayo
del 2004 a las 16:00 horas se reunieron en la residencia de un funcionario
estadounidense, destacado en la Sección de Intereses de los Estados Unidos en
la Habana (SINA), Francisco Sáenz, un grupo variopinto de funcionarios yanquis,
funcionarios diplomáticos de países aliados del gobierno de los Estados Unidos
y oficiales de la CIA. Invitado especial, el profesor universitario y escritor,
Raúl Capote.
Apenas una
hora antes el pueblo cubano había marchado frente a la SINA en protesta por el
endurecimiento de la guerra económica contra Cuba y las amenazas del Presidente
de los EE.UU., George W. Bush. Diez años después, un Presidente de ese país
reconocía la derrota de la obsoleta política e intentaba lo mismo de “otra
manera”, la lógica indicaba el fin del garrote y la administración Obama
apostaba a proyectos como Génesis. Cuba Posible, etc.
En la
residencia yanqui celebraban las medidas de Bush, sin embargo, se hablaba de la
posibilidad de un cambio de estrategia para acabar con la Revolución, en caso
de que fallaran los planes de la administración Bush, como alguno de los presentes
vaticinaba. La Guerra contra la generación histórica estaba perdida, decía uno
de los invitados, había que probar otras opciones, el camino de la concertación
al modo chileno, por ejemplo, o la transición estilo España.
Francisco
Sáenz hablaba de un nuevo camino que debían emprender hombres como Capote,
intelectuales, gente de la cultura y la academia, no comprometida con la
contrarrevolución tradicional, se manejaron varios nombres y la posibilidad de
articular un camino que fuera aceptado por la mayoría del pueblo. Debemos
trabajar por preparar las condiciones, para cuando no estén Fidel y Raúl
Castro, fue el consenso general.
El “nuevo
camino”, trece años después de las medidas de Bush para rendir a Cuba por
hambre, regresa al lenguaje de las cavernas en boca de otro presidente: Donald
Trump.
Bajo la mirada del águila
De ese primer
encuentro se derivaron muchos otros, Kelly Keiderling, por aquel entonces Jefa
de Prensa y Cultura de la SINA, presente
en la reunión de casa de Francisco Sáenz comenzó a organizar con Capote, tertulias que permitieran reunir a
intelectuales y artistas no comprometidos abiertamente con la
contrarrevolución, el “gancho” sería
debatir temas sobre la realidad cubana.
Katrin
Hansing, presentada siempre como amiga de Kelly y condiscípula de la
Universidad de Georgetown, tenía la misión de convocar a esas tertulias a un
conocido profesor universitario, hoy devenido además en “reformador
constitucional”, “propulsor” de cambios constitucionales, etc., incluso de una
nueva Constitución, quien era anunciado
como gran amigo de ellas, sobre todo de Katrin. A las reuniones asistían, entre
otros, colaboradores y editores de publicaciones religiosas, como Espacio
Laical y Vitral.
Aquellas
tertulias no dieron el fruto esperado por la baja asistencia de los invitados y
por lo comprometedor del lugar, la residencia de Kelly. Surgió la idea de crear
una Agencia Literaria, que fuera reconocida por el Ministerio de Cultura, una
organización independiente abierta para todos, que permitiera reunir a
escritores y artistas para el “intercambio libre de ideas” y así crear la base
intelectual necesaria para proyectos futuros.
El Proyecto Génesis
En el 2007
nace el proyecto Génesis, proyecto de la CIA dirigido fundamentalmente a la
juventud cubana[1] y los sectores revolucionarios.
Génesis debía
dar sus frutos en un periodo calculado entre unos 10 o 15 años y salir a la
luz, en un escenario propicio, donde ya no estarían los principales líderes
históricos de la Revolución. Las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones e Internet, jugarían un papel fundamental para la promoción de
contenidos y para la movilización.
Se debería
construir un entramado de líderes plantados en centros económicos, políticos y
sociales del país. Acoto como interesante que en el proceso de captación de
aspirantes a las becas de liderazgo promovidas por Génesis, se debía priorizar
a los cuadros juveniles de la UJC y la FEU en la Universidad.
Estamos
hablando de una organización “sembrada” en las universidades, que debía estar
integrada por jóvenes estudiantes y profesores, vinculada, mediante programas
de extensión universitaria, auspiciados y financiados subrepticiamente por el
enemigo, con proyectos artísticos, académicos, culturales y sociales en las
comunidades. Con soporte técnico garantizado, en un país que debía tener, como
resultado de una intensa guerra cultural, una masa crítica de personas a las
que no les interesara la Revolución.
Génesis debía
presentarse, como opción nacionalista, nacida no para destruir el socialismo,
sino para “modernizarlo”, para enrumbar al país por caminos “actuales” acordes
con lo más “granado” del pensamiento europeo y latinoamericano, una tercera
vía, que tenía como objetivo central destruir la unidad del país, sembrar la
confusión y propiciar el caos.
Un pequeño
detalle, esta organización nacionalista, tenía en su organigrama, dos comités
uno ejecutivo y uno consultivo, el ejecutivo integrado por cubanos y el
consultivo por estadounidenses, no se podía tomar ninguna decisión sin la
aprobación del consultivo.
Después de la denuncia
En abril del
2011, como parte de la denuncia pública conocida como Las Razones de Cuba, el
engendro no pudo nacer. La base social integrada por jóvenes descreídos no
apareció por ninguna parte, se les hizo bien cuesta arriba encontrar líderes y
formar a los nuevos cuadros, los jóvenes más valiosos del país, estaban y están
con la Revolución.
Se dieron a
la tarea de reorganizar el trabajo. Ted Henken en el 2011 realizó una
exploración de la blogósfera cubana, identificando posibles aliados, buscó
brechas, estudió candidatos. Su cartografía de la blogósfera cubana provocó un
fuerte debate en la redes.
Por esta
fecha, comenzaron a crearse en el país plataformas digitales con tendencia
centrista, administradas por estudiantes, profesores universitarios,
profesionales de las comunicaciones, etc.,
vinculados a cursos financiados
por ONG, a programas y becas internacionales, a planes de intercambio académico
y otros programas financiados por empresas y medios de prensa privados.
Los ex
editores de Espacio Laical Roberto Veiga y Lenier González, fundan la entidad
“Cuba posible”; y a solo semanas de fundada “Cuba posible” organizan un gran
evento “académico” en los EE.UU. Todo a una velocidad increíble.
El 26 de mayo
del 2016 Open Society Foundations acogió en su sede de New York al “Laboratorio
de Ideas” Cuba Posible. El evento neoyorquino, financiado por la Fundación Ford
y Open Society, versó sobre “los desafíos actuales de Cuba”. La misma Open Society de George Soros, el
millonario filántropo de las Revoluciones de Colores y los Golpes Suaves, el
genocida tras telón de Ucrania, Venezuela, etc.
La nueva estrategia
del Imperio articuló un brazo mediático, formado por plataformas que promueven
una tercera opción, plataformas a las
que buscan sumar líderes intelectuales, periodistas y académicos de nuestras
instituciones, atraer a un público cada vez mayor utilizando un lenguaje y
códigos atractivos, contenidos que construyen una conexión sensitiva y emotiva
con el público.
Usan
herramientas popularizadas en el mundo del marketing, como el storytelling,
para lograr una mayor empatía con el público.
Ante el
fracaso de las viejas fórmulas, ante la derrota de los mejores planes
elaborados por los laboratorios de subversión del enemigo, apuestan a mover las
hormas de la ideología revolucionaria al centro, sumar los más a la
ambivalencia ideológica, cómoda y oportunista y desde una posición de aparente
neutralidad socavar los pilares de la Revolución.
Promueven la
indefinición ideológica, el abandono de los principios, la falta de compromiso
y la inacción política. Se proclaman de izquierda y nacionalistas, permanecen
dentro de las instituciones, académicas, culturales, científicas, de los medios
de comunicación -a los que denigran y tildan de oficialistas-, pero siempre en
contra del Estado Socialista, del Partido Comunista de Cuba y su tradición
revolucionaria antimperialista.
Su gran
dilema: necesitan una masa crítica de pueblo alejado de los principios de la
Revolución y eso no ha ocurrido, la inmensa mayoría del pueblo opta por el
camino socialista, junto al Partido Comunista de Cuba, dispuestos a cambiar todo
lo que tenga que ser cambiado, menos su alma o desde su alma, el alma soberana
de Cuba, forjada en años de experiencia histórica, profundamente martiana y
fidelista.
La tercera
opción, que es siempre por su esencia, contrarrevolucionaria, ha sido la herramienta
más utilizada históricamente cuando los poderosos del mundo sienten que el
“piso se les mueve” bajo los pies, cuando necesitan amansar la marea
revolucionaria. En Cuba, la ven hoy, dentro de la nueva estrategia imperial,
como un plan B posible para derrotar a la Revolución desde dentro, los nuevos
autonomistas, que comparten el horror a la “Absoluta”[2] de sus predecesores
del XIX, esperan confundir lo suficiente, marear al público desde la cuerda
floja, donde se balancean, avanzan y retroceden, según las señas que les hacen
desde el norte.
La tercera
opción, el centrismo cubano, fue creado en los tubos de ensayo de los centros
de subversión del enemigo, sus líderes, reciclados, maquillados ante la difícil
tarea de buscar nuevos aliados con cierto valor, se criaron bajo la sombra del
águila calva, su esencia les denuncia.
[1] Ver libro
Enemigo de Raúl Antonio Capote, editorial José Martí, La Habana, Cuba, 2012.
[2]
Independencia Absoluta.
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