Por: Arleen Rodríguez Derivet, Roberto Garaycoa Martínez
Si es cierto que los hijos son los juguetes de la adultez, esta versión femenina y en miniatura de su padre, risueña, cariñosa e inagotable aprendiz de cuanto él le enseña, podría devolvernos la dulce creencia en los Reyes Magos.
Más que niña parece una muñeca. La más linda que tuvo y tendrá Adriana. La única que le hace olvidar los bates a Gerardo.
Gema, nombre de piedra preciosa y dicen que también de santa, tiene que haber recibido las especiales vibraciones del amor que inundó el saloncito presidencial donde se abrazaron su papá y su mamá al mismo tiempo que lo hacían Ramón y Tony con sus respectivas familias, 21 días antes de su nacimiento.