Por Karelia Álvarez Rosell
Migue desde anoche quiso que sus padres,
internacionalistas los dos, le buscaran la bandera de la República
Bolivariana de Venezuela y la foto que su mamá guarda con recelo de
cuando el querido líder estuvo por el centro de salud donde ella ayudó a
aliviar y curar muchas dolencias.
Con la promesa de cuidar lo que su familia
considera una verdadera reliquia, salió bien temprano en la mañana
porque a su grupo le correspondía el matutino de la escuela, el cual
está dedicado al querido Chávez, en el segundo aniversario de su muerte.