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viernes, noviembre 02, 2012

Ros-Lehtinen y Marco Rubio al socorro del “más corrupto”

Rivera, un manual de corrupción.
Rivera, un manual de corrupción.


Ileana Ros-Lehtinen, que dirige en el Congreso los ataques contra la América Latina progresista, y su colega Marco Rubio, que Mitt Romney exhibe como su “latino” de predilección, se han quitado la máscara para intentar salvar de una humillante y pronosticada derrota al representante cubanoamericano David Rivera, nombrado recientemente “el miembro más corrupto del Congreso” por segunda vez.

Hace poco el grupo independiente Ciudadanos Responsables por la Ética (Citizens for Responsible Ethics) de Washington, atribuyó a Rivera, por segundo año consecutivo, este poco envidiable título, lo que tuvo el efecto de rayar un poco más su ya deteriorada imagen en plena campaña. Por colmo, hace apenas una semana, la Comisión de Etica de la Florida denunciaba que Rivera cometió 11 faltas mientras se desempeñaba en la Legislatura estatal, entre las cuales someter información financiera falsa, malversar fondos de campaña y ocultar un contrato de consultoría de cerca de $1 millón.

sábado, mayo 19, 2012

La contrarrevolución cubana nunca ha existido


En realidad  lo que hoy llamamos contrarrevolución cubana, murió al nacer. Estados Unidos, como siempre ha hecho, frustró también toda posibilidad de que la contrarrevolución, que a partir de 1959 se organizaba,   pudiese lograr ningún  grado de legitimidad.(1)


La contrarrevolución también puede ser legítima, en la medida en que se proyecta  y sea teorizada sobre el fundamento real  de la existencia  de  clases desplazadas del poder,  que luchan   por reinstalarse nuevamente en este.


Es que los procesos revolucionarios, también legítimos, mucho más porque  se sustentan en el avance,  pueden retroceder,  ser derrotados, revertidos  y hasta suicidarse (como lamentablemente  ocurrió con la Revolución Granadina). La revolución  puede ser reversible, indicando así que no existían en realidad condiciones para su triunfo definitivo.