Los grandes medios internacionales siguen
presentando como “periodistas independientes” a quienes, desde Cuba,
reportan para la prensa extranjera pero son realmente contratados y
pagados por el Gobierno de Estados Unidos (1).
Una buena
parte de los cerca de 115 presos cubanos que el Gobierno de la Isla
liberó entre 2010 y 2011 tras un acuerdo humanitario con la Iglesia
Católica y el anterior Ejecutivo de España, fueron presentados entonces
en los medios internacionales como “periodistas independientes” que
habían sido sancionados en Cuba por sus contenidos informativos críticos
(2). Pero los medios que así los presentaron callaron convenientemente
para quién trabajaban y quién les pagaba (3).