lunes, junio 01, 2009

POR UNA ETERNA SONRISA

Hoy se celebra el Día Internacional de la Infancia. Debiera constituir una jornada de satisfacción y festividad para los infantes colmados de multicolores juguetes y adornos, golosinas y disfraces, por citar algunos ejemplos, pero…

Es una falacia, una especial ironía suponer que es así en todos los confines. En cientos de sitios desconocen esa celebración y otros, que han logrado conocerla harán de ella una jugosa jornada donde los niños sean los protagonistas del trabajo forzado pobremente remunerado, tengan por juguete un azadón o un carro sin ruedas para arrastrar los desperdicios de un basurero para poder comer.

Habrá niños como los que he visto en muchas fotos en la Internet con los brazos mutilados, el abdomen sangrando por la explosión de un misil, con la cara desfigurada portadora de la falta de identidad, porque en muchos sitios la muerte no tiene rostro y a la vez le sobran menudos rostros, pero ninguno de esos niños es cubano.

Hay cifras alarmantes que aportan los organismos internacionales que le aprietan el corazón al más “duro de matar”. Ellos nos revelan que en la actualidad 600 millones de infantes en el mundo viven en la pobreza; 250 millones, entre cinco y 14 años, son obligados a trabajos forzados; 130 de estos no reciben educación; otros seis millones padecen lesiones causadas por los conflictos armados; y, cada 24 horas, 8 500 se contagian con el SIDA.

Nada tienen que ver esas estadísticas con las realidades que viven los niños cubanos amparados durante 50 años por los privilegios de una REVOLUCIÓN, con mayúscula, que ha hecho de ellos su razón de ser, su sentido en el desarrollo y en consonancia, ha logrado establecer un sistema legal y jurídico contenidos en los Códigos de la Familia, de Trabajo, y de la Niñez y la Juventud; también la ley de la maternidad, con extraordinarias ventajas para la madre y sus críos y, por supuesto, la Constitución de la República, aseguran la protección de la niñez, la adolescencia y a la juventud en todos los órdenes.

Vale destacar que desde el mismo triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959, la educación y la salud comenzaron a ser conquistas del pueblo y junto a ello se ha logrado establecer la vacunación contra 13 enfermedades, algunas de las cuales constituyen un verdadero azote en países de América Latina y África.

Conflictos tan indeseables promovidos por la prostitución, la pornografía, las bandas callejeras, el desahucio y la mendicidad constituyen categorías desconocidas para los nacidos en la Isla de Cuba.

El Día Internacional de la Infancia fue establecido en noviembre de 1949 por acuerdo de la Conferencia de la Asociación Democrática de la Mujer para recordar la masacre realizada en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial por fascistas alemanes cuando asesinaron en una ciudad checa a más de 140 jóvenes de 16 años y a todos los bebés y aunque han pasado ya 67 años, no han cambiado mucho las políticas sanguinarias y terroristas llevadas a cabo por grandes potencias como Estados Unidos e Israel circundados por una élite de países como Inglaterra, Francia, España que dejaron su huella en Iraq y Afganistán.

Los cubanos luchamos a brazo partido para que aunque la Crisis que acecha al mundo nos golpee fuertemente, los niños reciban impactos imperceptibles porque el Estado ha trabajado por paliar esas situaciones y mantener la alimentación básica y cubrir las necesidades vitales de los cubanos con un nivel de equidad solo visto en nuestro país

Por eso, cuando hoy nos ilumine el Astro Rey, esa radiante energía servirá para expandir el bienestar y la salud de los infantes, para que la felicidad y la satisfacción de vivir en esta tierra les haga mantener una eterna sonrisa.

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