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| "Tronco de poder"/Rafael Calvo González |
Nunca hubiera imaginado mi dulce madre que al
alumbrarme un 15 de mayo de 1952, se haría coincidir muchos años después, con la
proclamación del Día Internacional de la Familia, promulgado en 1993
por la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/RES/47/237 )
haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga,
tratándose del concepto de que la familia constituye el tronco de poder
de la sociedad, de la cual emanan los hombres que tienen la misión de
enriquecerla y desarrollarla.Ella fue una ferviente protectora y
desarrolladora de las virtudes de la familia en la estabilidad emocional
y social de todos nosotros enlazadas por el inmenso amor que nos
profesamos.
La voluntad mundial es que el Día Internacional de la
Familia constituya la ocasión para promover la conciencia de los individuos
hacia un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos
que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
Este año el lema central
que preside la celebración es Promoción de la integración social y la
solidaridad entre las generaciones y el Secretario General de las
Naciones Unidas hace llegar cada año un Mensajepor la ocasión.
Urge adoptar medidas para asegurar que este núcleo vital
de la sociedad no se distorsione en sus conceptos y contribuya desde la
comunicación, la tolerancia, la convivencia y las buenas prácticas a remodelar
nuestras sociedades y a lograr seres humanos dotados de mayor compromiso social
y humano con sus semejantes, con las generaciones anteriores y con las que
están por venir.
Es la familia ese centro gestor de la vida de sus
integrantes, alrededor de la cual rondan las alegrías y penas y se constituye
en núcleo homogéneo cuando lago externo pretende perturbar su quietud. Parece
que Felicia lo sabía, y esa madrugada que no me tocaba ver la luz todavía, hizo
todo lo posible porque fuera y así nací, solo con dos libras y media que me
costaron 33 días en una incubadora, pero la familia unida, con la ayuda de la
familia de médicos y enfermeras, hicieron posible el carapacho que hoy tengo.
Es también milagro de familias.
Según se plantea , en la resolución A/RES/62/129
la
Asamblea General también observó que las disposiciones relacionadas con la
familia que figuran en los textos aprobados en las grandes conferencias y
cumbres de las Naciones Unidas celebradas en el decenio de 1990 y en sus
procesos de seguimiento continúan proporcionando orientación normativa sobre la
manera de reforzar los componentes de las políticas y los programas centrados
en la familia, como parte de un enfoque amplio e integrado del desarrollo.
En Cuba, la
familia es un valor esencial. Por ella transita la vida de la sociedad, la
consistencia del barrio, la seguridad del quehacer cotidiano, la fortaleza para
vencer los obstáculos que la vida nos pone día a día, para que seamos
inteligentes y los crucemos enfilados hacia adelante. Si como pueblo hemos
resistido tantas adversidades se debe en gran medida al sistema de valores
forjado por el Socialismo y que ha hecho de la preocupación por el otro divisa
y ejercicio cotidiano, probado durante todos estos años de Bloqueo Económico de
Estados Unidos a Cuba y de profundas carencias de todo tipo en el período
especial.
Nuestra labor
debe enfilarse a defender la permanencia y solidez de las virtudes conquistadas
y evitar por todos los medios el desmontaje de esos valores solidarios que nos
definen y sustentan nuestro modelo como alternativa viable en un mundo signado
por el egoísmo y tantos otros antivalores.
Estamos en el
momento propicio para imbricar las transformaciones que van teniendo lugar en
el país como resultado de la actualización del modelo económico no pierda de
vista la necesaria conciliación trabajo-hogar ni minimice la función social del
cuidado, que no es un asunto privado o, a lo sumo, una cuestión de familia, y
mucho menos una responsabilidad exclusiva de la mujer.
De la familia
todos somos responsables; por la familia todos luchamos en pos de su
conservación y alabanza. ¡Vivan entonces, nuestras familias! Y cultivemos el
bien a la altura de las galaxias para que ningún viento arrasador pueda desmembrarla.
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