Les dejo mi corazón

A plaza repleta Descemer realizó el conciento anoche

Por Sergio Rivero Carrasco
Foto: Gerardo Mayet

Y así fue, Descemer Bueno dejó su corazón a los pineros, siempre cautivados con su música desde el éter, la tele, el DVD o simplemente con tararear sus canciones como reflejo de la pegada que tienen en sus corazones, pero esta vez fue diferente. Vivito, EN VIVO y a pecho limpio, penetraron como caricias en los oídos de las miles de personas congregadas en la plaza La Mecánica de Nueva Gerona casi una veintena de canciones que los deleitaron por más de dos horas con música de la buena.

Con su familiar sombrerito y chaleco acompañado por su carisma cargado de sencillos modales, desplazamientos ágiles y mucho sentimiento, él y el grupo acompañante lograron arrullar a los presentes con obras muy conocidas como

Ser de sol, Ella y Tus luces sobre mí, de disco Bueno, producido en el 2012, .

Es que Descemer es hoy uno de los compositores cubanos más populares, pero no olvida sus andanzas por la enseñanza de la música. También se desempeñó como profesor de música en África y de ello recuerda que “fue una gran experiencia, no solamente dar clases, sino compartir con músicos de ese país; en Soweto trabajamos con niños y fue interesante”

Un momento especial lo constituyó la interpretación de la canción "Ella", a dúo que integraron  Omar Hernández  y Descemer Bueno lo cual constituyó un regalo de lujo para sus seguidores . Al pedirle su opinión  a Omar sobre el concierto que recién concluía expresó: "Fue como una bendición. Sobrepasaron mis expectativas. Me habían hablado muy lindo de la Isla amigos artistas con un fuerte vínculo con esta tierra pero hasta que no lo vives… estoy súper emocionado de cantar en la Isla de la Juventud”.

Pero anoche Descemer derrochó alegría, entrega, maestría y cariño, en demostración de que en realidad estaba dejando su corazón a este pueblo, del que tuvo frases de elogio porque considera que "los pineros tienen una espiritualidad que sobrepasa toda la imaginación de alguien que no haya venido aquí. Yo que lo he hecho tres veces, sabía a través de Santiago Feliú en el año 91 y después con Kelvis Ochoa, de la manera que lo recibía la gente y no es hasta hoy que me toca sentirlo a mi mismo en carne propia y en el corazón ese latido de los pineros".