Solo hay que vivir para ver. No le basta a la administración Bush los continuos fracasos en Iraq y que la suma de muertos declarada a la opinión pública internacional sobrepase los 3 000, aunque todos sabemos que son muchos más.
Ahora el senador demócrata Chris Dodd presentó hoy una moción que exige la aprobación por el Congreso de envíos adicionales de tropas estadounidenses a la guerra contra Iraq.
Dodd dijo en un comunicado que esa propuesta se sustenta en que la misión original de los soldados estadounidenses en suelo iraquí, autorizada por la Cámara en 2002, se modificó de modo radical por acontecimientos ocurridos en el Medio Oriente. Claro, este argumento trata de enmascarar las frustraciones y el tiro que salió por la culata al no comportarse como previeron, los acontecimientos allí durante la invasión y ocupación.
Pensaron en todo momento que su estrategia de Guerra Rápida, barrer de un lado a otro y ocupar sabiendo que tienen la superioridad tecnológica, pero no la moral.
Si en el Congreso no se aprueba o se pospone, esa iniciativa, el presidente estadounidense, George W. Bush, estará obligado a someter a esta instancia su plan de enviar 21 mil 500 soldados a esa contienda bélica en el país árabe, precisó.
Según información ofrecida por el gobernante la semana anterior, como parte de la nueva estrategia para Iraq, ese contingente se sumará a los más de 140 mil militares estadounidenses desplegados en la nación del Golfo Pérsico desde marzo de 2003.
Nancy Pelosi, portavoz de la Cámara de Representantes y el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, coincidieron en señalar que en vez de incrementar el número de efectivos en Iraq, el gobierno de Bush debe ordenar el retorno a casa de los uniformados.
Más del 60 por ciento de los estadounidenses cuestiona la política guerrerista del mandatario en ese país del oeste-asiático, de acuerdo con encuestas.
La Cámara Baja y el Senado, controlados por los demócratas, desarrollan audiencias sobre el conflicto bélico iraquí y votan resoluciones contrarias a la decisión del Ejecutivo de mandar más uniformados a Iraq.
En medio del fuerte debate, el representante demócrata Briand Baird prometió a la población norteamericana que el nuevo Congreso continuará enfrentando la fracasada política de Washington, la cual, en su opinión, "ha costado demasiado".
Baird señaló que además de los más de tres millares de soldados muertos en Iraq, en su mayoría jóvenes, y de otros 20 mil lesionados, el Pentágono ha gastado en esa guerra más de 300 mil millones de dólares.
¿Cuánto no se podría construir con esa cifra astronómica en bien de las amplias mayorías desposeías del planeta?