martes, junio 18, 2013
La tierra huele a perfume
Por: Dianelys Labrador González
Foto: Alexis Rua
Tomado de Islavisión
Con las manos en la cintura, machete en mano, camisa de mangas largas, tez curtida por el astro solar del que se protege con sombrero tejido, Fernando Domínguez Redondo es conocido como el rey de Triple Corona, premio máximo que entrega La agricultura Urbana y suburbana Nacional, a hombres que laboran la tierra en la periferia de la cuidad.
Domínguez se encuentra entre los pocos productores de Cuba que posee el distinguido mérito en la Isla de la Juventud. El trabajo de este agricultor en el Órgano Pónico, ubicado En el Consejo Popular Abel Santamaría de Nueva Gerona, deja una grata impresión al transeúnte con el verde intenso de sus 0,5 hectáreas.
En el mismo posee más de 20 variedad de cultivos que permanecen durante todo el año ayudado por el techado semiprotegido, tela que protege los cultivos de la lluvia y el sol.
El experimentado cultivador lleva 13 años en este espacio y se las arregla para satisfacer necesidades de hortalizas, hojas verdes y condimentos frescos a toda la población de su localidad, incluyendo a las escuelas, un círculo Infantil, instituciones cercanas, y personas discapacitadas, quienes lo reciben de forma gratuita.
Fernando y sus seis trabajadores recogen 50 kilogramos más del plan previsto anualmente, que es de 400. Entre los principales cultivos figuran la acelga, coliflor, lechuga, de diferentes clases, berenjena, pepino puerto padre, espinaca de dos tipos, fresa, moringa, perejil, apio, cilantro, quimbombó, cebollin, ajo puerro, y otros condimentos frescos.
De igual modo dedica esfuerzos y parcelas a plantas medicinales como la sábila, salvia, romero, menta, albahaca. Además pone en practica el cultivo de la achicoria (Cichorium intybus), verdura que se experimenta su siembra en el país por primera vez, beneficiosa por resultados nutritivos para personas diabéticas.
Otro dato importante es la protección de los sembrados con la utilización de abonos orgánicos y agros ecológicos. Los canteros con compoz de residuos naturales y humos de lombriz dibujan el costado de una parte del terreno techado con guano.
“Siempre he utilizado como abono lo natural no ahora que trabajo en el órgano pónico sino cuando hice producir tierras en lugar cercano a mi vivienda, llevo en este trabajo cincuenta años con reconocimiento de la obra de la vida y, como le contaba antes, dice muy pensativo, fumigo con abonos naturales porque tengo en cuenta la manera de proteger la vida de los seres humanos, el medio ambiente y la existencia mía.
“Al sanear con productos químicos estoy acabando con todo y es algo que cada productor debe tener claro”
“Siempre trato de conservar mis propias semillas porque los cultivos se dan fácil, soy estricto a la hora de seleccionar el equipo de trabajo porque pienso que todos debemos halar la soga para el mismo lado, cuidar lo que sembramos, amar lo que hacemos, sí recalco en esta palabra porque hay que acostumbrarse al olor que desprende el campo y verlo como un tónico que solo lo pueden usar los que ven en el verde paisaje la esperanza diaria”.
Celoso con su trabajo anda con libreta y lápiz, debajo del brazo, tarea que alterna con guataca, machete y rastrillo, anotando los días que tarda en germinar el último cultivo que sembró y animales que atentan contra el desarrollo de las plantas, aunque para esta situación. Fernando también tiene recurso, Expresa señalando diferentes las flores.
“Yo siembro variedades de plantas de jardín que ayudan como control biológico, hasta ahora me ha dado resultado el árbol del ning , la llamada flor de muerto, la albahaca , el millo, surcos que mezclo entre los sembrados,…. mientras camina despacio, y muestra la sanidad de la parcela”.
Los ojos le brillan cuando habla de su huerto aunque no se percata de eso porque acostumbra a deleitarse con su conversación cuando se acercan personas en busca de condimentos u hortalizas o a buscar estilos de siembra. El le explica como si fuera una clase típica que también imparte a pioneros que integran el Círculo de Interés y a los futuros Técnicos Medios Agropecuarios del municipio de Isla de la Juventud.
Desde hace muchos años este hombre aprendió a gozar del encantado mundo de la siembra, del dialogar de las plantas cuanto llueve, del gotear de las pizcas de roció, del canto de los pájaros que envuelven el entorno en un constante y mágico ambiente, en el colorido de las mariposas que revolotean y funden los colores con el de las plantas, mas vemos a Fernando como un componente importante que hace falta cada mañana en este pedazo de tierra que desde lo alto dibuja equilibrio natural en medio de la ciudad.
La tierra para muchos seres humanos en el mundo es un problema , para otros la bendición y para Fernando Domínguez, es el despertar , el olor a tierra, es el perfume que no puede faltar ,es la vida envuelta en aromas que solo los que la aman como él, pueden lograr esta sensación.
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