Marginada por el desprecio colonial durante muchos años por haber
sido un alimento básico de los indígenas de las naciones andinas, la
Quinua, denominada el “oro de los Incas”, se ha convertido en este siglo
XXI en el cereal más apreciado en el mundo, por sus grandes valores
nutritivos.
Bolivia, considerado el principal productor del llamado también
“cereal madre”, es actualmente el país que más lo promueve
internacionalmente, razón por la cual el presidente Evo Morales fue
designado por Naciones Unidas embajador de ese preciado y ancestral
producto natural de la tierra.