El diario El Clarín de Argentina, publicó una entrevista concedida porel “canciller” de la arremetida golpista de Honduras, Enrique Ortez Colindres, quien con la arrogancia y la efímera camiseta de triunfo, calificó al presidente de los Estados unidos, Barack Obama como un "negrito que no sabe nada de nada".
Valiente planteamiento en un momento de tanta tensión internacional y que de seguro con esa frase, ha querido cobrarle al imperio su falta de compromiso público con la “causa” de los golpistas hondureños, a la vez que esperan una decisión de Estados Unidos acerca del retiro del financiamiento y ayuda militar que tiene un plazo retrasado para mañana con el propósito de apreciar el desarrollo de los acontecimientos, como explicó el presidente Obama.
Desde ayer se viene cocinando por parte de los medios de comunicación al servicio de los golpistas, la posibilidad de una estratégica acción combinada contra ese país por parte de Venezuela, Nicaragua y Cuba, lo cual fue denunciado oportunamente por el presidente Daniel ortega y el representante de Nicaragua en la OEA. Considerando lo anterior indagaron acerca de lo que opinaba Ortez en cuanto a una intervención militar de esos países en Honduras, respondiendo raudo y veloz con una arremetida a Estados Unidos: “"Ellos permiten lo que sea. Ya Estados Unidos no es el defensor de la democracia. En primer lugar el presidente de la república, que lo respeto, el negrito, no conoce dónde queda Tegucigalpa. Nosotros somos los que conocemos dónde está Washington y somos los obligados como país pequeño, un pigmeo democrático, a aclararles las concepciones y a leerle, tal vez en su idioma, lo que está pasando", afirmó.
El improvisado ministro de gobierno no ha medido el alcance de sus declaraciones, a no ser que sea una estrategia pensada desde fuera para distanciar la posibilidad de la injerencia yanqui en el golpe gorilezco, o precisamente, abultar la valija de silencios y declaraciones tibias realizadas por ese gobierno que posee valiosos intereses económicos ymilitares en el país centroamericano.
A las ofensas anteriores añadió las del desconocimiento a la OEA y a Naciones Unidas, aRodríguez Zapatero, el mandatario español, al país hondureño y otras, como el más ignorante y fresco bocón que haya conocido la historia de las relaciones internacionales.
Denis Moncada, el representante de Nicaragua en la OEA y su presidente Daniel Ortega denunciaron hoy las peligrosas maniobras que tejen la oligarquía y los militares golpistas al pretender utilizar a los medios de comunicación puestos a su disposición desde el inicio del golpe, para acusar a Cuba, Nicaragua y Venezuela de preparar acciones militares y sangrientas contra el país centroamericano.
Pretenden provocar una situación de caos con apoyo de grupos paramilitares para "justificar un baño de sangre" a las puertas del regreso del presidente Manuel Zelaya.
“Están organizando grupos paramilitares para infiltrarlos en las manifestaciones de apoyo a Zelaya para que disparen en contra de los que están defendiendo a los golpistas, en contra incluso, de los policías para justificar un baño de sangre en Honduras".
Con tal complicidad se pronunció también la Iglesia Católica alertando a Zelaya de que no regresara porque provocaría un baño de sangre.
Mucho cuidado, que la situación creada no admite maniobras maquibélicas de tal envergadura, que pongan en peligro la estabilidad de la región y compliquen en los problemas nacionales de una nación a otras naciones a partir de tratar de buscar más pretextos para continuar justificando sus macabras e ilegales intenciones de “gobernar” en el país.
La comunidad internacional, como nunca antes, partiendo del Consejo de Seguridad de la ONU y todos los organismos internacionales, se han pronunciado por la ilegalidad del gobierno de facto y por el retorno del presidente Zelaya a sus funciones de presidente al frente del pueblo que le ha demostrado lealtad. ¡Bien alerta la comunidad internacional será diferente si en realidad esgrimen tales argumentos!
La página digital de Telesur mostró hace unos minutos un sugestivo titular que hace pensar a cristianos y ateos: “Iglesia católica hondureña advierte que regreso de Zelaya desatará un baño de sangre”… Así de sencillo y precisa en su lead que “la Iglesia Católica hondureña aseguró este sábado, a través de un comunicado leído por el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que el presidente constitucional, Manuel Zelaya, no debe regresar al país centroamericano porque eso "podría desatar un baño de sangre"(…) "Sé que usted ama la vida, sé que usted respeta la vida, hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño, por favor medite porque después sería demasiado tarde."
¿Cómo es posible que quiénes están encargados por “mandato divino” de evitar los baños de sangre, predicar la hermandad entre los hombres, no matar… sean precisamente los que le digan a un cristiano convencido, honesto, que ha predicado todo el tiempo la acción pacífica sinel uso de las armas, incluso hasta en su Mensaje al pueblo, que no regrese al país porque será responsable del “baño de sangre”.. El baño de sangre YA COMENZÓ”.
Miente el señor Cardenal cuando plantea que “hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño”, porque ya cobran cinco vidas las acciones fascistas desarrolladas en las calles donde junto a los muertos, se suman cientos de heridos, allanados, torturados y secuestrados, sobre todo en las últimas jornadas.
¿Por qué el señor Cardenal no se dirige a la junta goriletista que hoy oprime al país y pisotea los más elementales derechos de los hondureños a la información, a decidir su destino como pueblo defendido en estos turbulentos días en las calles, que retire a los paramilitares armados hasta los dientes, que no agredan a los manifestantes, suprima los vuelos rasantes, retiren los camiones bomba que lanzan chorros de agua coloreada, los gases lacrimógenos y todos los métodos fascistas que aplican contra el pueblo enaltecido?
No fue el pueblo el que comenzó el allanamiento, fueron las tropas élites del golpe que lo iniciaron mostrando a todos el terror en las calles y maltrataron hasta el presidente constitucional, secuestrado, allanado y deportado a Costa Rica, violada la inmunidad diplomática de los embajadoresde Cuba, Venezuela y Nicaragua cuando en gesto solidario acompañaban a la Canciller hondureña Patricia Rodas quien después también fue secuestrada y sacada del país.
No fue el pueblo el que silenció los medios de comunicación, ni agredió a los periodistas, ni causó daños a cientos de personas de todas las edades que defendían su derecho a opinar y a pedir el regreso de su presidente Constitucional.
Me parece que el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga está confundiendo las obligaciones cristianas con las intromisiones políticas que nada tienen que ver con la prédica.
No es el presidente Zelaya el que provoca el conflicto; por el contrario, los golpistas lo convierten en el centro del conflicto para esconder sus verdaderas intenciones e intereses porque saben que con la consulta constitucional del domingo 28, no quedarían bien parados ni podrían alcanzar ningún beneficio ni reconocimiento de un pueblo que por muchos años ha sido vilipendiado por la oligarquía y el militarismo desde que en 1933 el dictador Tiburcio Carias Andino controló con mano dura al país apoyado por las tiranías de países vecinos y las bananeras norteamericanas.
Olvidó el Señor Cardenal que esta historia es recurrente en Honduras y en muchos países de Latinoamérica y que la Iglesia que él representa ha tenido un papel protagónico en algunos de esos conflictos porque ante el manto en la cara para no mostrar el rostro, se advirtió la seña de la complicidad y el beneficio económico y político compartiendo decisiones Estado-Iglesia.
Han sido Centro y Suramérica regiones en las que la Iglesia ha mantenido un papel protagónico en el accionar social y en la esfera política al lado de los gobiernos. Si bien han dado a la causa de los pueblos ejemplos imperecederos de feligreses amantes de la justicia, junto a los pobres y han luchado por el bien de ellos, también los hay que es mejor ni mencionarlos para no mancillar el nombre de Dios.
Señor Cardenal, en nombre de Dios, haga que los fascistas que hoy ocupan el país retiren los francotiradores del aeropuerto de Tegucigalpa y las tropas acantonadas en sus alrededores con el propósito de asesinar al presidente constitucional y líder del pueblo José Manuel Zelaya que de seguro, estará mañana en SU TIERRA, en la que nunca debió abandonar.
Por favor Cardenal, nunca fue tan burda a alineación de la iglesia al terror como en su caso. Cumpla tal como usted dice en su mensaje a Zelaya… "por favor medite porque después sería demasiado tarde”.
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, hizo un llamado este sábado a todos los movimientos sociales y a la población en general a que se mantengan pacíficamente en las calles para que lo acompañen en su regreso previsto para este domingo. A continuación el texto íntegro de la Proclama de José Manuel Zelaya, presidente constitucional de la República de Honduras, a la nación, el 4 de julio de 2009.
Compañeros y compañeras;
Compatriotas hondureños:
Les habla su presidente Manuel Zelaya Rosales.
Quiero decirles que el destino de mi vida está ligado al destino del pueblo hondureño.
En la mañana del 28 de junio, mientras me prestaba a ir a ejercer mi voto en una encuesta popular promovida por el pueblo hondureño, fui víctima de atropellos, de asalto y de violación, secuestro, fui apresado y expulsado de mi país por las fuerzas militares de Honduras; fuerzas militares que hoy se han prestado y están en complicidad con la élite voraz que exprime y asfixia a nuestro pueblo. Obedecen sus órdenes, no defienden nuestra nación ni la democracia.
Este zarpazo es en contra de la nación hondureña y ha puesto en evidencia ante el mundo que en Honduras todavía hay una especie de barbarie y personas que no tienen conciencia del daño que les hacen a nuestro país y a las futuras generaciones.
A través de estos medios de comunicación exijo a que continuemos con la participación del pueblo, que es el actor principal de nuestra democracia y de las soluciones que puedan tener los grandes problemas de pobreza y desigualdad que vive nuestra nación.
Los hondureños hemos enfrentado muchos problemas y siempre hemos sabido unirnos para salir adelante, y esta es una gran oportunidad para demostrarle al mundo que los hondureños somos capaces de enfrentar estos problemas y de salir adelante, a pesar de los obstáculos de esta secta criminal que hoy pretende apropiarse de los destinos de nuestra nación y de nuestros hijos.
Hablo a ustedes, golpistas, traidores, judas que me besaron la mejilla para después darle un gran golpe a nuestro país y a la democracia.
Deben de rectificar en el menor tiempo posible, están rodeados. El mundo les ha hecho un vacío, todas las naciones del mundo los han condenado, sin excepciones, hay un repudio general contra ustedes; no van a pasar en vano sus hechos, porque los tribunales internacionales tendrán que rendirles cuentas por el genocidio que están haciendo en nuestro país, al suprimir las libertades, al reprimir a nuestro pueblo.
Yo estoy organizando mi retorno a Honduras. Les pido a todos los campesinos, a las amas de casa, a los pobladores, a los indígenas, a los jóvenes, a los diferentes grupos de organizaciones de trabajadores, empresarios; diferentes amigos políticos que tengo en todo el territorio nacional: alcaldes, diputados, que me acompañen en mi regreso a Honduras, que es el regreso del Presidente electo por la voluntad soberana del pueblo. Es el único medio de elegir presidentes en Honduras, no perdamos nuestro derecho, no permitamos que particulares empiecen a tomar las decisiones que corresponden al pueblo hondureño a través de su legitimidad y de su voluntad popular.
Estoy dispuesto a hacer cualquier esfuerzo, cualquier sacrificio por obtener la libertad que nuestro país necesita.
¡O somos libres o seremos esclavos en forma permanente, si no tenemos el valor de defendernos!
¡No lleven armas, ninguna arma! Practiquen lo que yo siempre he predicado: la no violencia. Que ellos sean los que lleven la violencia, las armas y la represión, y los hago responsables a los golpistas de cada vida, de cada persona, de cada integridad física y de la dignidad del pueblo hondureño.
Nosotros nos vamos a presentar al aeropuerto internacional de Honduras en Tegucigalpa con varios presidentes, varios miembros de comunidades internacionales, y el día domingo, este domingo estaremos en Tegucigalpa abrazándolos, acompañándolos, para hacer valer lo que tanto hemos defendido en nuestra vida, que es la voluntad de Dios a través de la voluntad del pueblo.
Infructuosa y ejemplarizante en cuanto al modo de actuar de la OEA en estos tiempos, resultó la visita de utltimátun realizada por el secretario general de ese organismo regional a Tegucigalpa con el propósito de que el gobierno golpista recapacitara y se acogiera al regreso del orden constitucional de acuerdo a los postulados de las leyes internacionales y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en particular, recibiendo de parte de los insurrectos usurpadores una rotunda negativa a abandonar sus ilícitos propósitos.
En relación con lo anterior, en una rueda de prensa celebrada en la capital hondureña el Secretario General de la OEA declaró: ''La ruptura del orden constitucional persiste y quienes hicieron esto no tienen la intención de revertir esta situación''; ratificó que su organización "considera que ha habido un golpe de Estado en Honduras y se ha roto la institucionalidad en la nación", por lo que habrá que aplicar entonces el acuerdo subrayado en la reunión celebrada en Nicaragua de “ adoptar la suspensión de Honduras del organismo".
Es una lástima que un grupo de milicos entorilados lleven a su país a tal desastre social y político para defender sus intereses individuales que nada tienen que ver con el pueblo y con la nación, precisamente en los momentos en que ese pueblo podía tener la oportunidad de lograr sus más codiciadas aspiraciones de sentirse con derecho a decidir su destino, como realmente subrayan todos los acuerdos de la carta de la ONU, de la OEA, de los Derechos Humanos y los principios elementales de la democracia participativa que tendrá que imponerse en este Siglo XXI como paradigma para los pueblos en desarrollo.
Queda aún mucho camino que recorrer en esta batalla por el restablecimiento de la institucionalidad en Honduras y coincido con lo subrayado por el Sr. Insulza:"Yo creo que la OEA no está interviniendo en un país, simplemente Honduras, como otros 33 Estados de las Américas, suscribió la Carta Interamericana y está obligada a cumplir ese mecanismo, y una de las cosas que estamos exigiendo es que asuma los compromisos internacionales", afirmó.
El movimiento popular ya empezó y solo podrá pararlo el despojo total de la dictadura fascista establecida por los gorilotes golpistas de Honduras.
Insulza es recibido por un mar de hondureños
que gritan "que vuelva Mel" . (Foto: teleSUR)
¡El mundo contra el golpe!, es la postura que ha caracterizado durante la última semana a los pueblos, organizaciones sociales, políticas, humanitarias, ecologistas y solidarias en relación con el golpe fascista perpetuado en honduras el domingo último.
Una comprometida declaración fue develada hoy por el asesor jurídico del ejército salvadoreño al hacer pública la información que la Junta de Comandantes del Ejército eran los que habían dado la orden de arresto al presidente Zelaya y decidido sacarlo del país. También el susodicho asesor reconoce que ese acto constituye un grave delito cometido por el ejército, por el cual deberán responder los responsables.
Falsos y justificativos argumentos adornan esa información alegando que lo hicieron “para evitar un baño de sangre en la población” sacando al presidente del país; que cuando expliquen los motivos y las circunstancias que los llevaron a ello, serían exonerados de responsabilidad, como si eso fuera tan sencillo. El baño de sangre ya comenzó y lo están protagonizando ellos.
Rechazado por lo insólito del hecho en pleno siglo XXI, beneficiario de los sectores oligárquicos y militares más rancios de Honduras, a partir de su desacuerdo con las posiciones democráticas, participativas e integracionistas adoptadas por el oficial gobierno de Manuel Zelaya, quien había hecho una propuesta de diferendo que llevaría a que la voz y los intereses de las clases más bajas de la población, explotadas históricamente, pudieran obtener los beneficios que, lógicamente, chocaban con los intereses de la oligarquía nacional, cada vez más posesionada económicamente a costa de los recursos de la nación.
La batalla popular que ha ido creciendo hasta su sexto día hoy, se enfrenta a los militares y la policía que apoyando incondicionalmente al los golpistas, tratan de impedir el empuje del movimiento revolucionario. Estas jornadas se han caracterizado por el uso desmedido de la fuerza y la violencia, los encierros masivos, los ataques con fusiles a los manifestantes, la desaparición de dirigentes de organizaciones sociales, allanamientos y todos los métodos utilizados por los gobiernos fascistas que han imperado en la historia.
Por su parte el presidente Zelaya y el pueblo hondureño continúan recibiendo de todas partes del planeta el apoyo solidario, las fuerzas para continuar la lucha y el repudio universal al golpe.
La llegada de Zelaya a El Salvador fue una muestra de ello. Cientos de personas y el Frente Faragundo Martí para la Liberación Nacional lo esperaban en San Salvador para demostrar su alistamiento a la causa hondureña.
Ejemplo concreto de solidaridad también lo constituye la presencia de la Premio Nobel Rigoberta Manchú, quien arribó hoy a Tegucigalpa y ha tenido múltiples contactos con las fuerzas populares organizadas en el Frente Único Nacional contra el Golpe de Estado, quienes además entregaron al Secretario General de la OEA presente allí, un documento contentivo de todas las violaciones cometidas por los gorilettistas con la población y el clamor popular por el regreso del presidente constitucional José Manuel Zelaya.
Las calles están repletas de pueblo que se aprestan a esperar la llegada de su presidente constitucional José Manuel Zelaya el domingo, quien llegará acompañado por el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, el Secretario General de la OEA y mandatarios latinoamericano como el presidente de Ecuador Rafael Correa y la presidenta argentina Cristina Fernández de Kitchner el domingo, después de participar en una sesión extraordinaria de la OEA en Washington.
Esa expresión dice mucho del nuevo lenguaje que al inicio del siglo XXI sostienen los más recios e históricos defensores de las causas no muy justas al calor del golpe de estado arremetido en Honduras por las capas oligárquicas y militares; el sendero transitado en ese quehacer por la OEA y Estados Unidos, su más fiel “consejero”, han empedrado el camino del infierno y llevan una larga lista de acciones en la región durante el siglo XX y en el propio país hondureño, que convidan a la desconfianza por el doble rasero y la doble moral con que han actuado siempre.
La costumbre en su actuar se caracteriza por una postura aparentemente adecuada públicamente y por un negocio de intereses por el traspatio que comprometen el presente y futuro de las naciones, mientras que al final, siempre aparece alguna denuncia contundente con sus argumentos que los desenmascara, pero ya el mal está hecho y son precisamente, las clases más desposeídas las que siempre pagan el plato roto.
El tiempo es oro; cada minuto que pasa es decisivo en la lucha que libra el pueblo hoy porque la embestida golpista cada vez arrecia sus acciones fascistas, arremete contra el pueblo, recluta niños, allana en las casas, caminos y avenidas, desaparece a funcionarios, maltrata a periodistas y cierra medios de prensa plana, radial y televisiva tratando de preservar el pero mediático.
A partir de esas premisas, cobra doble importancia lo avizorado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la reflexión publicada día 25 de junio, referida a la situación creada el 24 en el Congreso hondureño con la destitución del presidente Zelaya como Jefe del Ejército. Evalúa su actitud al ir junto al pueblo a buscar las urnas y documentos de la consulta del domingo 28. En esa reflexión precisa que debemos estar a la expectativa, porque los días siguientes pueden deparar conflictos y que en ellos tendría un peso muy grande la Organización de Estados Americanos (OEA) y los Estados Unidos.
Desde Venezuela el Partido Comunista está llamando a todo el mundo a sumarse a la denuncia porque consideran que lo que ha hecho la OEA al solicitar un período de 72 horas para el regreso del presidente Zelaya a Honduras, ha ganado terreno y permitido que la dictadura golpista de Martinelli y el coronel Romero pretendan poner condiciones y blasfemar que su país no va a "negociar nada" con la Organización de Estados Americanos (OEA) para restituir al presidente Manuel Zelaya, porque éste "nunca va a retornar al poder" en Honduras. "Nosotros no podemos negociar nada".
Como dijo un colega en un comentario “con los fascistas no se negocia” y esa ha sido la voluntad del ALBA y de los pueblos y organizaciones internacionales que han condenado conscientemente honestamente el golpe de estado.
Refieren loc comunistas venezolanos que esas 72 horas más de espera será demasiado tarde, los golpistas habrán ganado opinión nacional e internacional, las masas estarán agotadas ante esta vacilación, perderán fuerza, la represión aumentará rápidamente como ha sucedido y los líderes sindicales, populares y las fuerzas políticas de izquierda serán sometidas por la fuerza, las torturas y el asesinato. Esto lo saben muy bien los saben muy bien quienes manejan la técnica de la guerra de Cuarta Generación y su experiencia en todo el mundo. Lo saben con mucha razón los pueblos de Centroamérica que han vivido en carne propia esos procesos.
No puede haber tregua, hay que estar alertas a cada una de las cosas que se conversen y tener en cuenta el tono, las expresiones y hasta cada una de las palabras que deben ser bien estudiadas para que la intencionalidad salga a flote, porque la independencia, la soberanía, la tranquilidad de un pueblo y su derecho a vivir cada día mejor, NO se puede entregar. Hay que defenderla hasta con los dientes como lo ha hecho el pueblo hondureño por cinco días en condiciones adversas y enfrentado a todo tipo de agresiones.
A los golpistas no les importa ser excluidos de la OEA. Por ello, es al pueblo hondureño a quienes corresponde acumular fuerzas y recuperar la democracia.
Se impone multiplicar aún más la solidaridad, unir a los hondureños en torno a su legal gobierno y enfrentar resueltamente a los fascistas golpistas que han tratado de impedir con estos hechos, que prevalezca la verdadera democracia, los derechos ciudadanos y los mandatos del pueblo.
No se puede confiar en nadie ni en nada . Ojalá los objetivos que llevaron al Señor Insulza a Tegucigalpa sean cumplidos al pie de la letra y se mantenga, según ha expresado, que NO HABRÄ NEGOCIACIONES
Por falsificación de documentos públicos, terrorismo, detención ilegal, rebelión, abuso de autoridad, traición a la patria y allanamiento de morada fueron denunciados Micheletti y Romeo Vásquez.
Esta es una nota periodística del departamento de Divulgación y Prensa del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH). Reenvíala a tus contactos.
Tegucigalpa.- (martes 30 de junio de 2009).- Por la comisión de los delitos contra la forma de gobierno, falsificación de documentos públicos, terrorismo, detención ilegal, rebelión, abuso de autoridad, traición a la patria y allanamiento de morada han sido denunciados ante la Fiscalía General de la República el Presidente Roberto Micheletti, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez Velásquez. Además de ellos, han sido denunciados, José Alfredo Saavedra, presidente del Congreso Nacional y los diputados, Ramón Velásquez Nazar, Juan Orlando Hernández, Toribio Aguilera, Martha Lorena Alvarado y todos los demás diputados y diputadas que participaron y aprobaron la resolución o decreto mediante la cual se destituyó al ciudadano Manuel Zelaya Rosales de su condición de Presidente Constitucional de la República.
Asimismo fueron denunciados los oficiales del alto mando, Miguel García Padgett, Juan Pablo Rodríguez Rodríguez y Luis Javier Prince, miembros del Estado Mayor Conjunto de las FFAA.La denuncia fue interpuesta por los fiscales Víctor Fernández y Jari Dixon, el juez Guillermo López Lone de la Asociación de Jueces por la Democracia (AJD), la magistrada Tirza Flores, la abogada Claudia Hermandorfer del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), la Coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Bertha Oliva.Y por las ciudadanas y ciudadanos Foad Alejandro Castillo, Marco Tulio Padilla Mendoza, Hermes Aníbal Reyes Navarrete, María del Rosario Roiz Andino, Myrna Isabel Mejía, Lidia Cálix y Marcela Guzmán Melghem.La denuncia de los ciudadanos y ciudadanas establece que “los bienes jurídicos quebrantados son la existencia y la seguridad del Estado, la seguridad interior del Estado de Honduras, la libertad y la dignidad de las personas y de la patria”.
Cabe señalar que las instalaciones del Ministerio Público permanecen fuertemente custodiadas por efectivos militares, al igual que el resto de instituciones estatales del país. Alrededor del mediodía y luego de presentar la denuncia ante el Fiscal General Luis Alberto Rubí, la abogada Claudia Hermannsdorfer del Centro de Derechos de Mujeres (CDM) expresó que el Fiscal General “va a conocer la denuncia, que le va a dar el trámite más rápido posible, como le ha dado trámite a las otras denuncias que ha recibido en éstos días y que va a proceder conforme a derecho; estamos esperando que proceda”. Si el Fiscal General, Luis Alberto Rubí “va a actuar, tiene que actuar en igualdad de condiciones y tiene que actuar tan rápidamente como actuó en los otros casos”.
Se conoció a través de un fiscal que pidió el anonimato que la Fiscalía contra la Corrupción estaba preparando requerimientos con fechas anteriores a la de este día, para que en los tribunales de justicia se libraran órdenes de captura contra el presidente Manuel Zelaya y su gabinete.
Consultada por la prensa nacional en torno a la pretensión de la denuncia, Hermansdorfer sostuvo que queremos “que se restituya en el país la institucionalidad y el estado de derecho, y el estado de derecho significa que se reinstale al presidente electo por el pueblo de Honduras, para que cumpla su período”.
Por su parte la magistrada Tirza Flores sostuvo que el presidente de la República Manuel Zelaya Rosales “en ningún momento debió ser objeto de los hechos que han sido ejecutados tanto por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas como por los diputados al Congreso Nacional, ellos han roto la institucionalidad y en nombre de la legalidad, dicen ellos, entre comillas, que han realizado acciones que nosotros consideramos que son delitos”. Flores añadió que “tenemos la palabra del Fiscal General y del Fiscal Adjunto que van a proceder a la investigación de estos actos de una manera imparcial y con la celeridad del caso.
Creemos que esta es una prueba a la institucionalidad del país porque yo, repito, no estamos defendiendo al presidente constitucional de la República, estamos defendiendo la institucionalidad y la democracia de nuestro país”. “Si el presidente incurrió en ilícitos penales, no debió ser objeto de una expatriación como ha sido en este momento. El artículo 81 y 102 de la Constitución garantizan el derecho, a todos los ciudadanos y ciudadanas de residir libremente en el territorio nacional y de no ser objetos de una expatriación ilegal como lo fue Manuel Zelaya Rosales”, recalcó la jueza.
El domingo 28 de junio de 2009, alrededor de las 5:00 de la mañana, en la colonia 3 Caminos de la ciudad de Tegucigalpa, Distrito Central, con instrucciones del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras. Un contingente de militares ingresó violentamente a la residencia del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales con el fin de darle captura, acción en la cual se produjo un enfrentamiento con armas de fuego entre los agresores y efectivos de la Guardia de Honor Presidencial, los cuales al final fueron reducidos a la impotencia.
Posterior a la captura de Manuel Zelaya Rosales, el presidente fue trasladado a la Base Hernán Acosta Mejía de la Fuerza Aérea Hondureña y luego puesto en un avión que lo trasladó a San José de Costa Rica. Ese mismo día la corte Suprema de Justicia emitió un comunicado en el que reseñaba la sentencia emitida por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Francisco Morazán, en la que ordenaba la suspensión de la encuesta de opinión denominada “cuarta urna” y el decomiso de las urnas, papeletas y todo el material relacionado con la llamada consulta popular.
Los denunciantes señalan que dicho juzgado no tiene facultades para decretar la detención de ninguna persona, por lo que la captura del presidente Manuel Zelaya Rosales se produjo sin la orden respectiva que en todo caso debió ser producto de un proceso bien definido por el Código Procesal Penal en sus artículos 417 y siguientes. Y sin lugar a dudas, la detención justificada de cualquier persona en la República de Honduras, implica su puesta a disposición de las autoridades competentes, lo que en este caso, claramente no sucedió.