Por Sergio I. Rivero Carrasco
Hoy, 12 de septiembre, se cumplen 21 años de la captura y del brutal encierro de los
Cinco Héroes Antiterroristas cubanos en cárceles de los Estados Unidos,
detenidos injustamente por la Oficina Federal de
Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) por defender la soberanía de su
nación e impedir los ataques terroristas planeados desde Estados Unidos. El
arresto se produjo en la ciudad de Miami, para comenzar así “un proceso realmente diabólico,
políticamente manipulado y plagado de arbitrariedades, que cualquier jurado, en
cualquier parte del mundo, consideraría suficientes para anularlo, pero allí no
fue así”, al decir de Ricardo Alarcón, entonces Presidente del Parlamento
cubano.
Gerardo, Antonio, René, Fernando y Ramón estuvieron confinados en
solitario durante 17 meses, y en otras ocasiones por periodos más cortos, pero
siempre sin razón justificada y en contravención de las leyes internacionales y
de Estados Unidos. Se ha dicho en varias ocasiones que Gerardo
tal vez sea el único que en toda la historia ha sido condenado, nada menos que
a prisión perpetua por un cargo inexistente, pues ante la imposibilidad de
presentar pruebas, la fiscalía pidió modificar la acusación de conspiración
para asesinar. Los Cinco se mantuvieron
presos en cárceles de máxima seguridad a despecho de la opinión del Grupo de
Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de
Naciones Unidas, y del fallo revocatorio de las sentencias dictado por un panel
de la Corte de Apelaciones del XI Circuito de Atlanta.
La causa
de los Cinco se convirtió en reclamo universal, miles de grupos de solidaridad
en todo el mundo exigieron su excarcelación. Parecía que aquella justa batalla
no tendría fin, pero sobre todas las cosas, los cubanos siempre creyeron en el
compromiso enarbolado por Fidel en una de las Tribunas Abiertas: ¡VOLVERÁN!
Resulta
interesante revisar hoy las múltiples declaraciones expresadas por ellos y en
especial las de Gerardo, quien vivió durante varios años en el corazón del
imperio, considera que “el egoísmo, el
individualismo y las divisiones raciales y sociales son los mayores lastres de
la sociedad norteamericana (…) diseñada para que las personas piensen en sí
mismas y no en la sociedad en su conjunto; te educan para que te preocupes por
cómo tener más y pisotear a cualquiera para lograrlo”.
Cuentan
los Cinco la felicidad que los embriagó el día que sostuvieron el ansiado
encuentro con Fidel, interesado siempre por las historias de vida procuraba
conocer anécdotas de la prisión y Gerardo le contó una que sucedió al principio
de estar encarcelados cuando los transportaban desde el edificio de la prisión
hasta el de la corte y pasaros frente a un preso con cara de loco que después
conocieron era marielito, quien al saber que eran cubanos gritó: ¡Resistan…! y lanzó una mala palabra, ¡Resistan porque Fidel
nunca los va a abandonar a ustedes! Esa pequeña historia motivó gran emoción en
el Comandante que echó rodilla en tierra por el regreso de sus hijos… ¡Y
volvieron!
Los Cinco
Héroes cubanos enfrentaron inverosímiles condenas por lo que se calificó como
un proceso político, amañado y visceralmente manipulado por la mafia
cubano-americana y sus compinches. Nunca nadie ha tenido que enfrentar tamañas
condenas para defender de las acciones terroristas a su país y al propio país
extranjero. Desde todos los rincones del planeta se levantaron voces que
reclamaban su liberación y el normal regreso a su tierra que los esperó hasta
su regreso, que por acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, se
produjo el 17 de diciembre del 2014.
La
victoria fue de la justicia, la razón, y hacer de esa injusta causa, una
demanda y condena universal porque los Cinco Héroes Cubanos siempre estuvieron
en el lado correcto de la historia.
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