Por Sergio I. Rivero y
Abel Pérez
Cuando evaluamos las circunstancias
en las que Cuba tiene que enfrentar la pandemia del coronavirus que azota la
humanidad y al país en específico, una vez más salta el hecho de que hasta en
estos tiempos en que son imprescindibles la adquisición de medicamentos,
equipos médicos, medios para la protección del personal de salud y la
población, hay que chocar obligatoriamente con el muro del Bloqueo que por más
de 60 años y preparado el camino incluso antes del triunfo revolucionario del
primero de enero de 1959, ha pretendido matar por hambre y enfermedades al
pueblo cubano, como lo vaticinó Mallory.
Tal es así que el gobierno del general Dwight Eiseinhower
(1953-1961) se ocupó puntualmente dar instrucciones al jefe de la CIA, Allen
Dulles, de hacer hasta lo impensable para evitar el triunfo
revolucionario cubano, lo cual ha sido probado por un grupo de cartas internas “desclasificadas”
por el Gobierno norteamericano. No es casual entonces que sea precisamente en
esta etapa de gobierno yanqui cuando se produce el Memorando del Secretario de
Estado asistente Lester Mallory, en abril de 1960, donde se instruía la
política a desarrollar desde entonces por las administraciones norteamericanas
para liquidar de una vez y por todas a la
naciente Revolución.
El Secretario de Estado Asistente precisaba en esa
proclama: “La mayoría de los cubanos
apoyan a Castro. No existe una oposición política efectiva, El único modo efectivo para hacerle perder
el apoyo interno al gobierno es provocar el desengaño y el desaliento mediante
la insatisfacción económica y la penuria. Hay que poner en práctica todos
los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y
suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales con el
objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Hasta ellos mismos reconocieron muy temprano que el
pueblo cubano apoyaba incondicionalmente a la Revolución como lo ha hecho en
aplastante mayoría, pero su objetivo siempre ha sido destruir a la Revolución
causándole daños y carencias a la familia y al país en su conjunto. Cuba como
país pobre vive del esfuerzo y el sudor de sus trabajadores y pierde 12
millones de dólares cada día debido a las hostiles vueltas de tuerca del
bloqueo, y no obstante, mantiene las conquistas sociales con presupuesto de
gastos en el 2020 de 66 mil millones de pesos, y de ello, solo para la
Educación y la Salud, están desinados alrededor de 23 mil millones.
En estos tiempos de coronavirus el Memorando de Lester Mallory es multiplicado por Trump en la perversa
política hacia nuestro país. No les ha importado que ellos mismos hayan sido
ineficaces en la medidas aplicadas para enfrentar la pandemia con insuficiente
disponibilidad de medios y recursos, para aplicar las leyes extraterritoriales
bloqueando la llega a nuestro país de la donación de productos médicos realizada
por la empresa china “Alibabá”, cuando el avión de la aerolínea norteamericana
se negó a tocar suelo cubano por estar
sometida a esas perniciosas leyes del bloqueo.
Así, el noble esfuerzo del fundador
de “Alibaba” y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio
centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar
cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra este
pequeño país bloqueado y asediado. Una vez más el bloqueo cambia el curso
normal de la vida de los cubanos.
Otras
de las maniobras yanquis se puso de manifiesto en días recientes cuando nuestro
país no podrá adquirir ventiladores pulmonares con varios
de sus proveedores habituales al ser compradas dos firmas fabricantes de estos
equipos médicos por una compañía estadounidense, equipos que constituyen
elementos claves en la atención a las personas graves y críticas por la
COVID-19, y contradictoriamente también lanzaron un fake news al asegurar que
Estados Unidos le había suministrado medicinas el año pasado, por lo que como
es una dolorosa realidad, El bloqueo tiene un gran impacto en
la vida cotidiana de la población.
Como si fuera poco, también se bloquea y persiguen las finanzas cubanas
en el exterior, impiden la venta de alimentos, combustibles, medicamentos,
equipos médicos, materiales e insumos de salud para enfrentar la enfermedad en
Cuba, y se levantan falsas acusaciones para desmoralizar la labor las misiones
médicas cubanas que en más de 45 países en el mundo ayudan a enfrentar la
pandemia devolviéndole la vida a muchos de sus pobladores.
El Memorando de Mallory, aún después de 60 años está viva, tratando
infructuosamente de matar por hambre y enfermedades al pueblo de Cuba para que
no apoye a la Revolución, pero ha tenido un efecto bumerán, porque aunque sí
hay carencias que limitan el desarrollo del país y convierten en un desafío
diario la vida de los cubanos, cada vez la Salud adquiere más prestigio
universal, el país avanza, la solidaridad y el internacionalismo se han
convertido en un sello iluminado de la Patria en el mundo, que echan por tierra
las campañas mediáticas del enemigo demostrando el objetivo criminal y
genocida de la política contenida en ese Memorando de Mallory como parte
esencial en la lucha por vencer las mentiras del imperio.
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