La pandemia Trump y del Capital es
más letal que la del nuevo coronavirus, ellos solo causan más muerte y
desolación con sus nefastas políticas agresivas politizando la pandemia que hoy
vira al mundo patas arriba, y su colosal país, con el “peor Presidente” que
haya tenido Estados Unidos en su historia, según han expresado los propios
políticos norteamericanos, se encuentre dirigiendo la des-estrategia que no ha
dado en el clavo para detener la enfermedad.
Ese reparto desigual de las
riquezas es la principal debilidad para enfrentar una época signada por los
crack económicos, la desaceleración de las economías de las principales
potencias hegemónicas y el señoreo a gran escala del hambre, la desolación y
las muertes de los menos afortunados como ya sucede.
Las tambaleantes y desestimadas políticas públicas de “los grandes”,
han demostrado las también gigantescas fisuras para dar respuesta a la atención
sanitaria masiva que demandan las personas, detener los picos de muertes y
enfermos sin seguro médico ni posibilidades de ser atendidos incluso en
hospitales públicos o tener una muerte digna y no terminar sus vidas en una
fosa común sin identificación alguna.
Esta situación nos lleva a
considerar la existencia de tres grupos humanos: Los que más tienen y no
quieren perder nada, los que tienen menos y quieren tener más y los que no tienen nada, que agrupan a la
inmensa mayoría. El primer grupo es el espejo en que se mira el segundo, y
quieren hacerle creer al tercero que algún día serán como ellos, algo así como
un “sueño americano” que la coyuntura actual de esta pandemia con la Covid-19
de consecuencias impredecibles ha demostrado ser una gran pesadilla.
Nada ni nadie puede hacer creer a
los más de 7 mil millones de habitantes
del planeta que cada uno puede ser Rey de España, Emperador de Japón, un Messi,
o un Bill Gates, y que tendrán un avión y un yate particular, una casa en la
ciudad, otra en la playa y una en el campo, es la mayor de las utopías. ¿Quiénes
crearían los bienes y servicios, los recursos materiales y espirituales que
mantienen la vida del ser humano sobre la tierra?
Esa pandemia del Capital ha sido el
motivo o la causa que ha engendrado las grandes desigualdades, la avaricia, la
codicia, el egoísmo, la mentira, las fakes new, la post verdad, las guerras,
las enfermedades y hasta la esquizofrenia y el fanatismo de algunos empresarios
devenidos falsos líderes políticos que venden los principios como si fuera una
mercancía, y nunca les ha interesado, ni les interesa, ni les interesarán los
que forman parte del tercer grupo que cada vez más lo va comprendiendo. No es
casual entonces que el primer grupo traten de
mantenerlos sometidos y si es preciso, desaparecerlos.
No se trata de un juego de frases y
palabras, sino de que no jueguen con las vidas de los que menos tienen, de esos
con los que Martí, con ojos visionarios y radicales decidió echar su suerte con
los pobres de la tierra y ahora, para colmo, Trump propone una vacuna con desinfectante para acabar con la pandemia, o con los enfermos de una vez y por todas para dar paso a la economía.
Esta pandemia del Capital también
nos lleva a pensar diferente asidos a la verdad y la justicia, a la solidaridad
y el desprendimiento humano, porque es mejor que vivamos en paz y tranquilidad
de acuerdo a nuestras posibilidades, que nos acabemos de dar cuenta que no
podemos tener todo lo que queremos, sino lo que podemos, porque lo podamos
querer solo debemos utilizarlo como fuente de motivación para alcanzar lo que
podemos sin ser ilusos pensadores que es realidad el gran “sueño americano”.
Al Capital y para el Capital lo más
importante es el dinero, no precisamente quienes crean los bienes, productos,
mercancías y servicios que sustentan la existencia del ser humano, o sea, el tercer
grupo. “Cuanto tienes, cuanto vales; nada tienes, nada vales”. Esa es su máxima
y la actual coyuntura creada con la Covid-19 lo ha puesto de manifiesto: Trump
quiere abrir fronteras para salvar los bolsillos y no le interesa los miles de
personas que a diario se infestan o mueren en su país por las pandemias, no
solo por la covid, también por la del Capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario