Por Sergio I. Rivero Carrasco
Cada
inicio de curso escolar se convierte en una hermosa fiesta del conocimiento, es
un derecho conquistado por los cubanos como cumplimiento del Programa del
Moncada desde inicios de la Revolución, que pese a los innumerables problemas
económicos confrontados motivado por el recrudecimiento del bloqueo genocida
por casi 60 años, no ha existido un momento en el que no se haya cumplido con
esta conquista del socialismo cubano, a la que se ha dedicado el 24 por ciento de
los gastos del presupuesto del Estado.
El reinicio del curso escolar 2019-2020 este primero de septiembre, y el inicio del 2020-2021 en el mes de noviembre constituye un reto y marcan una singularidad en relación con los anteriores marcado por la pandemia global del virus SARS-CoV-2 , la cual demanda de medidas extremas en la higiene, la protección de estudiantes y profesores y la exigencia del distanciamiento físico en las aulas y centros. Un descomunal esfuerzo del Estado cubano en condiciones de crisis económica y recrudecimiento del bloqueo.
Todo
ha estado diseñado y bien concebido para que los territorios que inician en el
tiempo previsto, y los que por la problemática que impone la persistencia de la
transmisión y casos positivos a la covid-19 como La Habana, Artemisa y
Mayabeque, así como otros territorios determinados, tendrán aseguradas las
clases tanto las presenciales como las que se transmitirán por la televisión
cubana con el objetivo de que todos los estudiantes del país, con independencia
del territorio en que vivan tengan las mismas oportunidades.
De
hecho con la aplicación de los conceptos anteriores para el inicio del curso
escolar estamos pensando como país, sin sentimientos localistas ni individualistas,
él incluye a todos; es un proceso por excelencia humanista, de crecimiento
personal y espiritual más prolongado e integral que se despliega en pos del
desarrollo local y nacional, con una proyección ennoblecedora, altiva,
consciente, que incluye a tres pilares básicos: La familia, la escuela y la
comunidad; es como una rueda dentada en la que si uno falla, no funciona el
resto.
Los
componentes de este proceso como ya es costumbre han entregado el corazón, las fuerzas, inteligencia y sueños
para instruir y educar a las nuevas generaciones en los más altos valores de
amor y progreso, enarbolando como
paradigma el principio de la unidad y la solidaridad entre los seres humanos para
alcanzar juntos los objetivos trazados. Los programas del Tercer
Perfeccionamiento Educacional aplicados desde este curso están diseñados para
ello, los cuales ubican al maestro en el centro del proceso que tiene como fortaleza
la cultura en el ordenamiento jurídico del país.
La máxima dirección de la
Revolución desde hace más de 60 años ha caracterizado a la Educación como una
de las prioridades fundamentales porque sin ella “no hay revolución posible”, como había alertado Fidel. De ahí que
su aseguramiento y calidad deviene en objetivo estratégico de la nación para
mantener viva a la Revolución en medio de los ataques cada vez más feroces y
perversos del imperialismo contra nuestro país, por lo que “la
defensa y la batalla económica son las dos prioridades fundamentales, en las
que la educación desempeña un papel esencial”, en particular en la
enseñanza de la Historia entre los niños y jóvenes.
Con una gran voluntad y entrega nacional y local, en el Municipio Especial
se realizará la reapertura de las aulas donde primará la disciplina y
comprensión de alumnos, familiares y trabajadores en el cumplimiento de las
medidas preventivas contra la pandemia en
las 80 instituciones educacionales en todas las
categorías y niveles, con una matrícula de 13 mil 352 estudiantes
y la cobertura docente que debe alcanzar el 90 por ciento con la incorporación
en un inicio de los profesores de 9no. y 12do. Grado, los profesionales
contratados y los graduados de la Escuela Pedagógica y de la Universidad de
Ciencias Pedagógicas, además de los estudiantes pertenecientes al Programa
“Educando con amor”.
Se insiste por parte de las autoridades gubernamentales y educacionales
el cumplimiento obligatorio del nasobuco todo el día en la escuela y en la
calle, la ubicación de los pasos podálicos y la organización escolar escalonada
para impedir la aglomeración de los estudiantes en los espacios colectivos,
para lo cual se solicita el acompañamiento de las organizaciones de masa y
sociales, los organismos, la familia y la comunidad para asegurar la salud de
los estudiantes y los trabajadores.
Ha
sido este un año muy duro con enormes retos para los profesionales y cuadros del
sector, que han tenido que aplicar las más insospechadas variantes para asegurar
que la educación no pierda su esencia y llegue a todos, en un inusitado combate
por el saber como la mayor justicia para los cubanos en un reinicio del curso
escolar calificado por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel como “retador”, agregando además “que lo podemos
hacer bien, organizado, con las medidas que hemos tomado y la experiencia de
estos meses de enfrentamiento a la epidemia”.
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