Por Sergio I. Rivero Carrasco
Naciste
para crecer y reír, para amar y juntar; viniste al mundo hace 42 años
derrochando belleza y abrazando a cuántos hijos decidieron venir a tu encuentro
y decidieron quedarse para adorarte cada día o desde lejos, pero ninguno de
nosotros podemos vivir sin tu tranquilidad alejada de la vorágine de grandes urbes,
el trasiego incesante o el ruido ensordecedor.
Te
queremos así, vestida de verdeazul y arco iris multicolor, hermosa, radiante,
caribeña de pura cepa y orgullosa de ser rellollamente cubana, aunque los
yanquis lo quisieron impedir a inicios de siglo y los dignos hijos de esta
nación, en franca batalla contra la injerencia norteamericana, lograron que el
13 de marzo de 1925 recobrara su orgullo patrio.
No
fueron ellos cubanos diferentes a los de estas generaciones que, después de ser
abatida por el huracán “Alma”, vinieron a mimarte, engrandecer tu legado y
consolidar los anhelos de miles, empeñados en que tomaras un nombre más
amigable con tus hijos, esos que tampoco te dejaron a la deriva y entregaron el
sudor: Los jóvenes.
No
fue por azar que en el entorno del XI Festival Mundial de la Juventud y los
Estudiantes celebrado en Cuba, el sueño se hizo realidad, y por mandato del
Parlamento, recibieras el 2 de agosto de 1978 el ansiado nombre de Isla de la
Juventud; que no quedó solo en eso, sino a la altura de un profundo concepto
como había apuntado Fidel: “Cuando la
Juventud aquí haya hecho algo grande…. Haya cambiado la naturaleza, la sociedad
y el pensamiento”.
Arropaste
con inimaginable celo y amor a miles de niños y jóvenes de diferentes latitudes
que vinieron hasta ti para crecerse como seres humanos, fomentar su intelecto y
hacer libres a sus naciones. Tu cosecha es única e irrepetible, muchas acciones
parecidas han tomado rienda, pero como esa ninguna. Hoy esos bisoños
convertidos en profesionales te guardan en lo más profundo de sus sentimientos
y nosotros, junto a ti, también les agradecemos sus aportes y el crisol cultural
que nos legaron.
Desde
hace 42 años cada dos de agosto celebramos tu cumpleaños con nuevas metas,
festividades y compromisos. En esta ocasión han estado relacionadas con los
resultados alcanzados en el enfrentamiento a la COVID-19, el desarrollo de
proyectos locales, la intensificación de la producción de alimentos como
renglón estratégico en esta etapa de recuperación, en el mantenimiento de la
disciplina y medidas individuales y colectivas para impedir nuevos casos y
sobre todo, el orgullo de ser tus hijos.
Con
todas las medidas sanitarias y de distanciamiento indicadas en esta fase de la
recuperación los pineros celebraremos con diversas actividades el cumpleaños 42
de nuestra hermosa Isla, para devolverle
la eterna sonrisa y alegría cuando una cascada de fuegos artificiales ilumine
el firmamento a las 12 de la noche de este primero de agosto.
¡Felicidades
Isla de la Juventud agraciada hoy y siempre con una eterna sonrisa!
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