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Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980. Autor: Roberto Ruiz |
Por Nyliam Vázquez García
Tomado de Juventud Rebelde
- La unidad latinoamericana frente a toda clase de amenazas, la seguridad
hemisférica desde la cultura, la educación y el cuidado del medio
ambiente, la libertad de los Cinco y el deber ser en los jóvenes son
algunos de los temas comentados por el premio Nobel de la Paz Adolfo
Pérez Esquivel
Cuando se viven jornadas intensas, amanece más temprano o eso parece.
No se niega, por el contrario, llega al diálogo con los lectores de JR sonriente.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980, lleva sandalias y
una camisa con las mangas remangadas. Se sienta y habla de lucha, de
optimismo, de identidad latinoamericana.
El Apóstol de los cubanos vuelve como inspirador, y su pensamiento «muy, muy actual» ilumina el paso de Latinoamérica.
«Martí miró desde Cuba a todo el continente y esto es lo importante.
Fíjate —apunta con acento argentino— que muchos intelectuales,
pensadores de la época, libertadores, se reflejaron en la cultura
europea o se miraron en el espejo de los Estados Unidos. Y Martí, desde
sus viajes por México, Venezuela, por las Antillas, por el mundo tuvo
mirada hacia adentro», comentó.