Es una realidad: la suerte de vivir en Cuba y gozar de los privilegios de que presumen los niños en nuestro país, motivados por la política inteligente y humana que desarrolla la Revolución, hizo posible la aplicación de una cirugía de mínimo acceso para el implante coclear, que ha posibilitado que a 53 niños —18 sordo-ciegos y 35 sordos— se les haya habilitado parcialmente la audición, con lo que se les establece una vía de comunicación que potencia su desarrollo y eleva su calidad de vida y demuestra cuáles son los verdaderos DERECHOS HUMANOS y CUBANOS de que en realidad disponemos aquí.
Los especialistas destacaron que este es el mayor grupo de niños sordo-ciegos implantados en el mundo, lo que coloca a Cuba en un lugar cimero en el desarrollo de estas técnicas sumamente costosas en las que se aplican procederes de alta complejidad. Este nuevo logro a favor de la salud y la felicidad de nuestros niños y de la familia en general, se inscribe entre los ideales más nobles de nuestra Revolución, y refleja su carácter humanista y solidario.
El implante coclear es un dispositivo electrónico, científicamente probado, que permite sustituir en la audición el órgano receptor del oído que es lo que está dañado en la mayoría de los sordos. Este proceder abarca partes que se colocan por cirugía internamente y cuenta con un dispositivo externo, una especie de microcomputadora que permite captar el sonido del medio ambiente y traducirlo en impulsos electrónicos sobre el nervio auditivo.
Los primeros experimentos de este tipo en el mundo se iniciaron en 1957, dando estimulación a la cóclea (donde está el receptor de la audición), pero no fue hasta 1985 cuando por primera vez se aprueban estos implantes en los adultos con sorderas muy profundas, es decir, que prácticamente no escuchaban nada. En la década del 90 estos implantes se empiezan a aplicar limitadamente a niños de 2 a 17 años y en el 2000 se autoriza la implantación también cuando existían sorderas severas, y los tratamientos convencionales no ofrecían beneficios a los pacientes.
Actualmente el implante coclear se realiza cuando hay una sordera de tipo nervioso (neurosensorial) y también cuando está dañado el receptor del oído bilateralmente, de forma severa, profunda o total. Estos pacientes deben tener imposibilidad de beneficiarse con los audífonos convencionales, que son los amplificadores de sonidos con que solucionan su problema de audición la mayoría de estos pacientes.
Aclararon los especialistas que hay un grupo de sordos y de sordo-ciegos con pérdida profunda de la audición que, sin embargo, no se pueden beneficiar de estos implantes por el estado de su sistema auditivo.
El implante coclear, se ejemplificó, no es una “varita mágica” que convierta automáticamente al niño sordo en un “oyente”, aunque se destacó que los resultados alcanzados por Cuba son ciertamente “espectaculares”. Una vez realizada la cirugía los pacientes deben ser sometidos a un proceso de rehabilitación para “aprender a oír”. Los resultados en la rehabilitación de los niños implantados, siempre según el criterio de los expertos, superan las expectativas “de todos los profesionales que laboramos en este programa, y cada día son más los niños que logran utilizar el lenguaje oral para comunicarse”.
Los niños sordo-ciegos, se indicó, necesitan una rehabilitación más larga, y los rehabilitadores y la familia deben ofrecerle al niño mucho amor, paciencia y dedicación para obtener los resultados esperados. Uno de los cirujanos explicó que la operación propiamente dura como promedio entre dos y tres horas, las complicaciones son poco frecuentes en el posoperatorio y el alta hospitalaria se produce entre las 24 y 48 horas de la intervención. Calificó de “gratificante” para los especialistas en cirugía estas intervenciones, por cuanto “uno ve a un niño sordo inicialmente y luego lo encuentras incorporado a la vida normal”.
Esta información fue dada a conocer en la sesión vespertina del Primer Congreso Internacional de Genética Comunitaria que se celebra en Ciudad de La Habana con la presencia del Comandante en Jefe, Fidel Castro.
En el diálogo en familia que Fidel estableció con los investigadores, el Jefe de la Revolución se interesó por cada uno de los detalles de este proceder, y luego de conocer que hay 69 niños más requeridos de implante coclear, que incluyen dispositivos de un alto costo, orientó su realización, y dijo que nuestro país avanza económicamente y no puede vacilar en proporcionar la felicidad a un solo ciudadano. No habrá dificultades para adquirir los implantes para los niños necesitados, indicó.