Por Sergio Rivero y Abel Pérez
Indolencia,
es la incapacidad de conmoverse o
sentirse afectado por algo; pereza, decidía e
insensibilidad, y la
indisciplina se considera
como insubordinación, insolencia...
Hoy en muchos sitios señorean y tal como si fueran invisibles la indisciplina y la indolencia, se permiten por
compañeros y jefes sin que nada suceda, sin darse cuenta de que la disciplina
laboral, el cumplimiento de las normas laborales establecidas y las muestras de
educación y cívica, se encuentran precisamente en el centro del corazón, de la voluntad y los valores, tal si fueran la médula, una diana, muchas
veces difícil de acertar por la mala puntería y falta de profesionalidad de los
tiradores de los dardos.