El Gobierno de Estados Unidos se burla de la comunidad internacional, cuando proclama su lucha contra el terrorismo.
El elemento que articula toda la política del Presidente W. Bush es el supuesto combate al terrorismo, y es sintomático que hace 14 años fue Cuba quien llevó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un proyecto de Resolución contra ese flagelo, articulando la necesidad internacional de combatirlo.
Pero el Consejo de Seguridad ni siquiera consideró aquel proyecto, a partir del criterio del Gobierno norteamericano de que era perder el tiempo.
Cómo es posible que hoy se pueda evadir el tema de análisis de un criminal internacional como Luis Posada Carriles, quien está preso solo por entrada ilegal a EE.UU., y no se le da curso a la extradición presentada por Venezuela, la cual se corresponde con el derecho internacional.
Sin embargo, Ferro, de origen cubano, detenido en Estados Unidos por poseer un enorme alijo de armas con intenciones de conspiración terrorista, no ha sido acusado por la Fiscalía por ese cargo, sino simplemente como traficante de armas y los abogados de Ferro pretendían que se retiraran los cinco cargos en contra de su defendido.
El delito de conspiración no necesita de prueba, basta con el hecho del alijo de armas para presumirlo.
Otro caso es el de Santiago Álvarez, igualmente procesado por tenencia ilegal de armas, quien ha escrito una carta en la que expresa sentirse orgulloso de sus actos y ahora la Fiscalía federal, en un convenio con él, le retirará cargos importantes con la intención de reducirle al mínimo la posible condena.
Una verdadera y siniestra burla ha sido la extensión del plazo de la decisión del tribunal relacionado con Luis Posada Carriles hasta el cinco de octubre, víspera de la voladura del avión de Cubana en 1976, donde perecieron 73 personas inocentes, para que el Gobierno estadounidense reclame la recomendación de dejar en libertad a Posada Carriles, quien junto a Orlando Bosh, refugiado en Miami, fue autor intelectual del abominable acto.
Sin embargo, existe una carta fechada en marzo de este año, emitida por el Departamento de Seguridad de Estados Unidos, donde se presenta a Posada Carriles como un peligro por su historia de violencia. La misiva no le fue presentada al magistrado que conoce la solicitud de excarcelación del criminal, y alega que no se justifica mantener a Posada preso porque han trascurrido seis meses de la orden de expulsión del país.
Un reporte de la cadena televisiva CNN reprodujo palabras del Canciller venezolano Nicolás Maduro, pronunciadas en Naciones Unidas, quien precisó antecedentes terroristas de Posada Carriles y la aspiración de que el pueblo norteamericano acompañe a Venezuela y a organismos multilaterales en la lucha contra el terrorismo, y que haya justicia con la extradición del criminal.
¿Es o no doble moral todo este proceder de Estados Unidos?, se preguntó Rodrigo Malmierca, embajador de Cuba en el la ONU, ha reiterado que es imposible condenar al terrorismo cuando se toleran actos de ese tipo y se silencian.
Si la Administración norteamericana deniega la solicitud de extradición presentada por Venezuela, a lo que está obligada por la convención de Montreal, se trataría del escándalo más grande de la historia, significó el analista Peter Corbun en un articulo publicado.