- Hizo patente este llamado al clausurar el histórico XIX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.
- Transmitió a los trabajadores cubanos la felicitación del Comandante en Jefe, Fidel Castro.
El General de Ejército Raúl Castro, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, afirmó que es necesario trabajar con más organización, constancia y disciplina ante los grandes peligros externos y los derivados de las deficiencias internas que subsisten, a la vez que transmitió una felicitación en nombre del Presidente Fidel Castro.
Raúl precisó que en estos días de profundos y amplios debates de asuntos de interés para el país y el movimiento obrero, los más de mil 400 delegados estuvieron a la altura de la confianza depositada por los millones de compatriotas que los eligieron para asistir a la cita.
Insistió en que este foro se ha esforzado por buscar soluciones a los principales problemas que demanda la situación actual, diferente y más compleja que en los años 70 del siglo pasado, cuando sesionó el histórico XIII Congreso, y la cual exige actuar con mayor creatividad e inteligencia. Aclaró que sería un error pensar que todo está resuelto y llamó a los cuadros sindicales a identificar la tarea principal en medio de disímiles retos de la vida cotidiana.
Destacó que la anterior dirección de la CTC, la cual enfrentó las enormes dificultades derivadas del derrumbe del campo socialista y la desaparición de la URSS, demostró ser fiel a la Revolución. Con su labor -acotó- contribuyó a mantener la unidad del pueblo en torno al Partido y al Comandante en Jefe Fidel Castro, y a lograr la comprensión y apoyo a las duras medidas necesarias adoptadas para salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo.
Raúl reconoció ante el plenario el desempeño de Pedro Ross Leal, al frente de la CTC durante 17 años, y destacó los méritos y cualidades de Salvador Valdés Mesa, el nuevo secretario general de la organización, elegido por los delegados al Congreso.
Acotó que uno de los más difíciles retos del trabajo político es lograr que los trabajadores se sientan dueños colectivos de las riquezas de la sociedad y actúen en consecuencia, y llamó a la clase obrera, fuerza esencial en la construcción del Socialismo, a enfrentar resueltamente vicios y deficiencias.
Hizo énfasis en la necesidad de consolidar la unidad entre el Partido, el sindicato y las administraciones, y de que todo cuanto se haga, tenga sus objetivos bien claros, y se cumpla sin fanfarria, ni corre-corre.
Llamó a eliminar lo superficial y concentrarse realmente en lo decisivo, sin olvidar el contacto diario con los trabajadores.
Afirmó que no podemos olvidarnos que lidiamos con un enemigo muy poderoso, que por cualquier vía quiere derrocar a la Revolución, como lo expresa el llamado Plan Bush para Cuba.
Durante su discurso, Raúl recordó que es la primera vez, desde el triunfo de la Revolución, que Fidel no está físicamente en un congreso del movimiento obrero, aunque ratificó la expresión de los delegados de que sus ideas y enseñanzas han estado presentes en todas las jornadas del encuentro.
Destacó Raúl que corresponde a la nueva dirección del movimiento obrero poner en práctica los acuerdos vinculados a los frentes más importantes del desarrollo del país, como la Revolución Energética, la producción de alimentos, la lucha por la liberación de los Cinco Héroes y el perfeccionamiento empresarial, entre otros.
Un pueblo unido, con el temple y la conciencia del cubano, es la principal garantía de que siempre ‘podamos gritar en esta tierra viva Cuba Libre’, sentenció el segundo secretario del Comité Central del Partido.