El secretario general de la ONU, Kofi Annan, lanzó hoy una fuerte crítica contra gobiernos que utilizan la guerra contra el terrorismo como pretexto para limitar y desconocer derechos humanos fundamentales.
Annan no se refirió a gobierno alguno al formular esa crítica al intervenir esta mañana en la sesión inaugural de los debates en la 61 Asamblea General, ante la cual presentó su último reporte anual antes de concluir el 31 de diciembre próximo 10 años al frente de la ONU.
El prominente diplomático ghanés fustigó la falta de sensibilidad hacia las creencias de otras personas por parte de "algunos interesados en fomentar, intencionalmente o de otra manera, una nueva guerra de religiones, esta vez a escala mundial".
"Este clima de temor y sospecha es constantemente intensificado por la violencia en el Medio Oriente", señaló.
La máxima autoridad de la ONU destacó que muchos están escandalizados por el uso desproporcionado de fuerza por parte de Israel contra los palestinos, así como por la continua ocupación y confiscación por Tel Aviv de tierras árabes.
Mientras el Consejo de Seguridad sea incapaz de poner fin a ese conflicto y a los casi 40 años de ocupación, "el respeto hacia la ONU continuará declinando", advirtió Annan.
En otra parte de su reporte anual, el Secretario General de la ONU presentó un panorama sombrío al afirmar que las discretas metas de desarrollo económico y social para el año 2015, conocidas como Objetivos del Milenio, serán improbables de alcanzar.
Añadió que la llamada asociación global para el desarrollo es "más palabras que hechos".
Annan también destacó que, especialmente en los países subdesarrollados, las personas están expuestas a conflictos brutales y en todas partes del mundo los pueblos son amenazados por la proliferación de armas de destrucción masiva.
"Resulta penoso que los documentos aprobados en la Cumbre celebrada en esta sede el año pasado no contengan ninguna palabra sobre la no proliferación y desarme", lamentó.
Annan indicó que la mayoría de los desafíos mundiales son globales y que, por tanto, requieren de respuestas globales.
"Todos debemos desempeñar nuestro papel en un verdadero orden mundial multilateral, con una renovada y dinámica Naciones Unidas", agregó.
También destacó que lo importante es que los "los fuertes y los débiles acepten ajustarse a las mismas regulaciones y tratarse mutuamente con el mismo respeto, que todos acepten la necesidad de escucharse y tomar en cuenta los puntos de vista de cada uno".
A juicio de Annan, "eso solo puede suceder si los pueblos están unidos por algo mas que un mercado global".