Por Sergio I.
Rivero Carrasco
Muchas personas hoy están atados, mutilados, dependientes,
atrapados y maltratados por sus adicciones, sobre todo a las drogas lícitas o
falsamente legales como el alcohol, el cigarro o algún medicamento regulador
del sueño o el estrés. Así de sencillo, comenzaron por un sorbito de ron, una
“cachaita” de cigarro, una tableta para dormir, a veces inducido por el padre o
la madre, otras por el embullo de amigos o por decisión personal … Un día tras
otro… y cayeron en la trampa a pesar de las alertas, campañas en los medios de
comunicación y redes sociales, tratamiento en programas educacionales y charlas
de salud en los barrios con el propósito de alertar y prevenir esas conductas.
Lo más triste es que los más vulnerables son en su mayoría adolescentes y
jóvenes entre 15 y 16 años.
Personalidades de
la Salud que asientan cátedra en el hemisferio y el país como directivos de
organizaciones nacionales e internacionales, han expresado su preocupación por que “cuando los más jóvenes comienzan a consumir
drogas, mayores son los riesgos para la salud de esas personas, la de sus
familiares y seres queridos. Por ello es vital impulsar
programas de prevención
y otras intervenciones con enfoques multidisciplinarios y multifactoriales que
contribuyan, no solo a retrasar la edad en que una persona usa drogas por vez
primera, sino, y fundamentalmente, al no consumo”.
Precisamente
es lo que hace Cuba, la que a través de la historia de la Revolución ha tenido
TOLERANCIA CERO a la promoción, consumo y tráfico de drogas, según expresó
recientemente el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla “en la cooperación operacional internacional
se fortalecen los vínculos con 37 servicios policiales extranjeros, Interpol y
otros organismos, en función del intercambio de información, la promoción y
desarrollo de investigaciones cooperadas y la asistencia judicial recíproca.(…)
Los resultados de 2018 confirman el compromiso absoluto de Cuba en pos de
lograr una sociedad libre de drogas ilícitas, como elemento vital para alcanzar
un desarrollo sustentable y el bienestar de nuestro pueblo”.
De hecho, las
acciones multifactoriales de prevención y control, han hecho posible que se
encaucen esas acciones en favor de la salud del pueblo y en especial de los
jóvenes. Aunque existan factores de riesgo como el hecho de integrar una familia
disfuncional, si no se entra en contacto con el alcohol, el tabaco o cualquier
otra sustancia psicoactiva, entonces no hay por qué preocuparse, pero sí la
familia está en la obligación de ocuparse de la educación, la actividad y el
quehacer de sus integrantes más noveles.
Nuestro país
constantemente está amenazado por las campañas mal intencionadas del
enemigo
acerca de la promoción, tráfico y uso de drogas, pero todos conocemos el
desvelo institucional y las férreas medidas adoptadas para impedir que se
promuevan acciones en favor de las adicciones. Los Comités de Defensa de la
Revolución (CDR) en acción conjunta con las unidades de Tropas Guardafronteras
desde hace muchos años, emprenden una campaña en las zonas costeras como el
poblado de Cocodrilo en la zona Sur de la Isla o Playa Bibijagua al noreste, con
la creación de los “Destacamentos Mirando al mar” integrados por pobladores,
jóvenes y niños para impedir el recalo de drogas, y si se produce, poder
capturarlos y darle el curso adecuado para evitar que llegue a manos
inescrupulosas que puedan traficar con ellas. Otra de las medidas es la “Línea Confidencial Antidroga” con el número 103, especie de consultoría educativa vía telefónica con absoluta discreción, que ha desempeñado un papel importantísimo en la orientación y prevención, por mencionar algunos.
Hoy, 26 de junio, es el Día
Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de
Drogas, creado mediante la resolución
42/112, aprobada el 7 de diciembre de 1987, por la Organización de
Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de reforzar la acción y la cooperación para
alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas. No por celebrarse este día
deja de ser una acción cotidiana, porque a cada minuto en el mundo se producen
miles de muertes por las adicciones y debemos continuar ocupados para que la
familia, las instituciones educativas y de salud, y la sociedad en su conjunto,
mantengan sus variadas acciones para lograr que los jóvenes y la población
tengan una vida cada vez más sana con la preclara conciencia de que para
prevenir las adicciones, si comienzas, pecas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario