Por Sergio I. Rivero Carrasco
El
mundo en general y nuestro país en particular, emprenden acciones para compensar el crecimiento de la
población, que ya alcanza alrededor de 7 500
millones de personas con una
proyección de llegar hasta 8 500 millones en el 2030 y 10 000 millones al
cierre de este siglo XXI. Hoy los hombres representan el 50.5% y las mujeres el
49.5% del total de habitantes, con 75 millones más de hombres que mujeres.
Ese
incremento proyectado, se debe producir a partir de un balance adecuado de las posibilidades
de alimentación, acceso a la educación y la salud, desarrollo tecnológico
equilibrado, el uso de la mayor energía limpia para no perjudicar al Medio
Ambiente, el uso racional y equitativo del agua, los medicamentos que ayuden a sanar y no
a perjudicar por sus daños colaterales, entre otros, los cuales favorecen la
viabilidad y sostenibilidad de la existencia humana. Las metas que tienen los
gobiernos es crear las condiciones adecuadas en sus países para poder asimilar
el mayor acrecentamiento poblacional que haya conocido la historia, lo cual hoy
es una quimera por la existencia de una desigual distribución de los recursos y
las riquezas.
En relación con el crecimiento
demográfico histórico se plantea que la crecida actual se debe, entre otros
factores al aumento de la esperanza
de vida respecto a otros siglos, la reducción
de la tasa de mortalidad, ya sea por el fin de las grandes guerras en esa época o
por la mejora en la salud e extensión de la esperanza de vida en el planeta,
aunque la tasa de natalidad ha disminuido mundialmente, aún es mayor que la de
mortalidad creando un aumento de la población, además se compensa con el
incremento vital hasta las más de 8 décadas.
En el caso de
Cuba la población aumentó de 7.4 a 11.48
millones de habitantes entre 1960 y el
2017, lo cual representa un 60.8% en 57 años, mientras que el 2008 fue el de la
mayor disminución en el orden del 0.13%. Ya al cierre del 2018 la población
cubana ascendía a 11 209 628 habitantes,
de los cuales hoy el 20,4% alcanzan los
60 años y más, mientras la tasa global de fecundidad es solo del 1.65 (hijos
por mujer) y la tasa bruta representa el 0.79% (hijas por mujer). Para poder
salir de esta situación el país necesita se produzcan con estas
cifras aseveramos que la proyección realizada en el 2012 en relación con el
envejecimiento poblacional y el bajo remplazo, ya es una realidad: Tenemos una
población envejecida, que representa un gran reto para el desarrollo de la
nación.
En
las recientes sesiones de las comisiones permanentes del Parlamento cubano, al
analizar la política demográfica, se dio
a conocer que los objetivos del programa, van encaminados no solo a estimular
la fecundidad, sino también a buscar el empleo de las personas aptas para
trabajar y a atender las necesidades de la creciente población de 60 años y
más, pensando en una plena participación de estas en la sociedad como solución
paliativa.
Con
el objetivo de estimular la natalidad en un país que ya alcanza el 20,4% de
envejecimiento poblacional y que en el 2030 debe representar el 30% del total
de los cubanos, el Gobierno destina 50 millones para construir viviendas a
madres con tres o más hijos menores de 12 años y amplía a todas las
provincias y municipios la red de servicios a la pareja infértil. Como
resultado, se lograron 13 522 embarazos y 7 055 partos.
Además,
se ampliaron las garantías para la protección a la maternidad, extendiendo la
posibilidad a padres y abuelos de optar por la licencia para el cuidado de los
menores, el otorgamiento de seminternados y círculos infantiles, así como en el
mejoramiento de sus condiciones. En relación con la atención Adulto Mayor se
han incrementado las capacidades en las casas de abuelos y hogares de ancianos.
De los primeros existen hoy 293, con 13 504 plazas, y 155 en el caso de los
hogares.
No
obstante ese paquete de medidas y recursos destinados para hacer frente a esta
situación de crecimiento demográfico y el envejecimiento poblacional, al cierre
de mayo la población cubana seguía decreciendo y envejeciendo, no obstante se
mantiene la voluntad política de la Revolución de seguir atendiendo estos temas
con alta prioridad, y que cada vez toma más fuerza para
lograr las metas en función del desarrollo próspero y sostenible que necesita
la nación para que sus hijos convivan en una situación de bienestar y armonía
con el Medio Ambiente, lo cual da respuesta a las
propuestas realizadas por el Consejo de Administración de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) al
declarar en 1989 el 11 de julio Día
Mundial de la Población, el cual
cumple hoy 30 años.
Fidel en la ONU sobre
derechos humanos. Octubre de 1979
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