Por Sergio I. Rivero Carrasco
Sentimos
que cada instante de nuestra existencia que el motor básico del organismo late,
pero en ocasiones no hemos dedicado el tiempo y las acciones suficientes para
saber si lo hace bien o mal, motivo por el cual las enfermedades del cardiovasculares constituyen la primera causa
de muerte en Cuba con más de 25 600 al cierre del 2018, lo que de igual modo se
manifiesta en el mundo y en la Isla de la Juventud.
Ya se ha convertido
casi en regularidad que cada día conozcamos de la ocurrencia de un evento cardiovascular
en el hospital con sus consabidas consecuencias para la calidad de vida de esos
pacientes o sencillamente para poner fin a su existencia, pero hacemos caso
omiso a las causas, que son en definitiva las que producen esos males por los negativos
hábitos de vida y alimenticios, el sedentarismo, la ingestión excesiva de azúcares que provocan la diabetes
tipo II y el exceso de consumo de grasas, alcohol y tabaco.
Es
por eso que la Organización Mundial de la Salud y la Federación Mundial del Corazón (World
Heart Federation), decretaron cada 29 de septiembre el Día Mundial del Corazón,
como una manera de incentivar el cuidado de la salud cardiovascular, en el que los especialistas y
los médicos de la familia en las demarcaciones, incidan en la necesidad de
establecer como rutina la toma de la tensión arterial,
especialmente en los grupos de riesgo como personas de avanzada edad o con
antecedentes familiares de hipertensión, insuficiencia renal crónica, diabetes
o que abusen del consumo de alcohol y tabaco.
“Mi
corazón, tu corazón” es el lema que preside la conmemoración este año, y tiene
como objetivo esencial, según se ha informado por las autoridades, crear una comunidad global de “héroes del
corazón”, conformada por quienes trabajen para vivir una vida más larga, mejor
y saludable, para lo cual se convoca a que este día se multiplique por 365 y se
incida desde la familia, los amigos y la comunidad, que deben comprometerse a
contribuir con la alimentación sana de sus familias, a estimular en sus hijos
la realización de ejercicios físicos y controlar sus niveles de colesterol y
azúcar en sangre.
Cuba se une a la propuesta
mundial realizada por la Organización Mundial de la Salud y la Federación
Mundial del Corazón con un llamado a la
población cubana para que tome conciencia de
la necesidad de introducir cambios en el estilo de vida, aprovechar los
recursos alimenticios y sociales disponibles en el país y en cada territorio,
por una vida más saludable con el propósito de reducir en un 25 por ciento las
muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares (ECV) para 2025, ya que estos padecimientos constituyen un
importante problema de salud a nivel global, a lo que se ha dado por llamar Estrategia
“25 X 25”.
La Isla de la Juventud se
une a este objetivo y desarrolla acciones coordinadas entre las instituciones
sanitarias, deportivas, educacionales y sociales para logar la mayor plenitud y
realización posible de sus hijos, y a la vez reducir las afecciones del corazón
con una mejor calidad de vida.
El corazón late, late, late;
su ritmo y cadencia determinan el bienestar y agradecimiento del organismo por
la calidad con la que se ha vivido, pero como seres humanos socialmente
activos, debemos tomar mayor conciencia
para elevar la percepción de riesgo del peligro que representan las enfermedades cardiovasculares y otras
asociadas, para evitar que un día, nuestro corazón se ponga bravo y deje de
latir.
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