Queridos amigos:
Este 8 de junio se cumplen 14 años de que nos declarara culpables de todos los cargos un jurado de la ciudad de Miami, en donde jamás podíamos tener un juicio imparcial y justo.
Creo que fue por algo que escucho uno de nosotros en la radio
miamense o quizás en la televisión… teníamos casi la certeza un día
antes, es decir el 7, que el veredicto seria al siguiente día. Y, en
efecto, nos vinieron a levantar sobre las 4 y algo de la mañana para
llevarnos a la Corte.
Sabíamos que nada bueno se podía esperar. Prácticamente, los miembros
del jurado no se habían tomado ningún tiempo para arribar a una
decisión. Pese a ello, recuerdo vivamente, en ninguno de nosotros cinco
existía la mas mínima señal de derrotismo, más bien todo lo contrario,
íbamos con la frente en alto a sentarnos frente aquel jurado que, a
todas luces, había escuchado solo la versión de los hechos fabricada por
los fiscales y no habían tenido ni una sola duda para llegar a sus
conclusiones.
¿Cómo habrá sido aquella deliberación del jurado, si acaso hubo alguna?
¿Qué se podía esperar de un jurado sobre el que existía una inmensa presión desde el mismo día de su selección?
Un jurado al que se le filmaron las placas de sus autos. Un jurado
que se le dijo no leer la prensa ni discutir lo que se publicaba con
nadie, (y ya sabemos todo lo que se publicaba por periodistas pagados),
pero todos los días iban a sus casas.
Un jurado al que luego se le encontró vinculo de algunos de sus
familiares con entidades del gobierno. Un jurado cuyo propio líder vino a
sentarse junto a Basulto, uno de los tantos confesos terroristas de
Miami, el día de la sentencia de Gerardo, y se le veía eufórico.
Recuerdo que en la noche del día 8 escribí un poema, inspirado en un
pensamiento de nuestro Apóstol José Martí que expresa: “La razón es como
un brazo colosal, que levanta la justicia donde no pueden alcanzarla
las avaricias de los hombres”.
Un día después de aquella colosal injusticia, nuestro Comandante en
Jefe Fidel dio a conocer a nuestro pueblo y al mundo nuestra situación.
Comenzó una indetenible, una larga y difícil batalla por llevarnos de
regreso a la patria, en la que a todo nuestro pueblo se han unido
fieles amigos de Cuba en todo el mundo.
Nada puede detener la gran ola de solidaridad que cada día crece más.
La razón es nuestra.
No hubo ni habrá nunca derrotismo.
¡Venceremos!
Cinco abrazos.
Tony Guerrero Rodríguez
7 de junio de 2012
Prisión federal de Marianna
Prisión federal de Marianna
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