El hombre es quien crea las tecnologías, no son las tecnologías las que crean al hombre. Es la tecnología creada por el hombre, bien o mal
utilizada se convierte en los múltiples filos que tiene una navaja.
Cuando
en ocasiones muchos adultos oyen hablar
a los muchachos en un “idioma digital” muchas
veces incomprensible para los que no se privilegian de ser nativos digitales y
sí intrusos digitales con enormes retos por vencer, lo más importante que debe
atender muy de cerca es el hecho de ser portadores del pensamiento y el
adelanto científico-tecnológico como paradigma para el desarrollo, pero también
ofrecer una mirada aguda ante el peligro de convertirse en tecnócratas
obsesivos, ajenos al entorno y a la comunicación humana.
La
vida moderna poco a poco nos ha bautizado con “2G, 3G, 4G y ya corre la era de
la 5G”, eso es tecnología, no un hombre. La innegable necesidad del dominio y uso
de las TICS, está robotizando el pensamiento y “burrotizando” las actuaciones
sociales; han desplazado la paciencia que es sinónimo de tranquilidad, capacidad
de tolerar y enfrentar con determinadas adversidades que impone el propio
hombre a la vida, por la inmediatez enfermiza e intransigente.
Alterar
el ritmo o los procesos comunicativos interpersonales por los tecnológicos,
puede motivar serias alteraciones de la conducta y calidad de vida relacionadas
con la pérdida de algunos modales y buenas costumbres vinculadas a la urbanidad
y la decencia. En ocasiones le deseas los buenos días a una persona concentrada
en un celular o un Tablet, y la respuesta puede ser una mirada de asombro, un
gesto que a veces traduzco como un
váyase a …, o sencillamente lo ignoran y ni se enteran que fueron saludados.
“Si
su mal no tiene cura, para qué se apura; y si tuviera cura, por qué se apura”. Concibamos
las cosas como deben ser. No se puede llegar al extremo de que algún día se
tenga que solicitar una clave o un pin
para comunicarse entre los seres humanos, regidos por un principio conductual
bio-psico-social.
No
es que se niegue el adelanto científico-tecnológico y su aplicación en los
procesos socioeconómicos. Por el contrario, lo que se advierte es que cada vez
ocupen más los espacios que abran caminos al progreso, a la humanización de los
métodos productivos, a la eficiencia y eficacia en la producción, los
servicios, la educación, el deporte, la cultura, la industria, la producción de
alimentos, el fomento conceptual del gobierno electrónico como necesidad apremiante para el
funcionamiento de cualquier sociedad actualmente.
Lo
que se advierte es velar porque no tengan un efecto bumerán o nos sentemos a
esperar por la tecnología y perdamos el sentido de la urgencia para la solución
de los problemas que inciden negativamente en los resultados, si de verdad
entendemos la necesidad de un cambio de mentalidad para resolver a golpe de
mucho trabajo, innovación, ciencia y producción, cooperar todos proponiendo
soluciones a los problemas, para que la comunicación fluya por sus canales con
mayor transparencia, logrando que haya una correspondencia biunívoca entre
nosotros y las tecnologías en función de elevar la calidad de vida del pueblo.
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