El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, afirmó hoy que el nuevo informe de la administración Bush, orientado a derrocar el proceso revolucionario en la isla, torpedea la colaboración con otros pueblos del Tercer Mundo.
Ese bloqueo, concebido inicialmente y aplicado así durante casi medio siglo, para afectar gravemente a Cuba y a todos sus ciudadanos, quiere desbordarse ahora sobre cualquier otro país, señaló el parlamentario.
Alarcón publicó en el diario Granma este jueves un segundo comentario sobre el informe anticubano, aprobado a inicios de semana por el presidente de Estados Unidos, el cual contiene medidas para dañar la colaboración médica cubana con otros países.
Refirió que Bush se imagina capaz de acabar con la Operación Milagro (proyecto cubano-venezolano de atención oftalmológica gratuita), con la Brigada (médica) Internacionalista Henry Reeve, con la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Quieren, específicamente, impedir los servicios que aquí se ofrecen a miles de pacientes que han sido curados de catarata u otras afecciones oculares y han recuperado la visión, o reciben esos beneficios en sus propios países, denunció el parlamentario.
Agregó que tratan de frustrar la formación en Cuba de miles de jóvenes que estudian Medicina y otras carreras; y se empeñan igualmente para sabotear las misiones que nuestros médicos, técnicos y enfermeros realizan en el exterior.
Desde luego que "del dicho al hecho hay un gran trecho", expresó Alarcón en buen cubano, y agregó con otro refrán popular: "una cosa piensa Bush y otra el bodeguero".
Subrayó que, independientemente de que el presidente estadounidense pueda alcanzarlo o no su objetivo, estas son las cosas que él acaba de aprobar, "las porquerías que viene de anunciar".
El nuevo informe propone negar toda exportación relacionada con equipos médicos que puedan ser usados en programas médicos en gran escala para pacientes extranjeros o en instituciones de asistencia extranjeras.
Tal propósito implica, irónicamente, el reconocimiento de una realidad cada vez más difícil de ocultar: el hermoso despliegue del internacionalismo y la solidaridad humana del que son testigos millones de personas, opinó el dirigente.
Ni el imperio arrogante -fustigó-, ni ninguno de sus acólitos en otros países capitalistas, pueden mostrar nada que se parezca, siquiera remotamente, a ese ejemplo de genuina cooperación internacional.
Al referirse a los errores de Bush, durante la tragedia del Katrina, apuntó que el mandatario, como Hitler, desprecia a los pobres, a los negros de Estados Unidos y le importa un bledo si mueren abandonados, eso ya se sabe.
Pero ahora sabemos también porque acaba de reconocerlo abiertamente, que su odio alcanza también a todos los pobres, a todos los indios, a todos los negros y mestizos de este mundo. Urge detenerlo y derrotarlo, instó.