En lo que se convirtió en su segundo discurso por la conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional, el presidente Fidel Castro afirmó aquí que en Cuba los revolucionarios han luchado por ideas y no por alcanzar la gloria.
"Porque toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", sentenció el líder de la Revolución cubana la víspera en un multitudinario acto ante unas 35 mil personas, al parafrasear al más universal de los intelectuales de este país, José Martí (1853-1895).
El mandatario señaló que con una revolución llega el cambio, y aclaró que se trata de transformar la realidad para que la humanidad pueda superar los flagelos que la azotan en pleno siglo XXI.
Al respecto se refirió en esta nororiental urbe a la existencia de unos 800 millones de analfabetos en el orbe y a la carencia de servicios básicos para la vida.
En la inauguración en la provincia de Holguín de la mayor batería de grupos electrógenos sincronizados del país, el estadista atribuyó al neoliberalismo el modo de vida de millones de personas en el mundo.
Mencionó en ese sentido la falta de acceso a una educación de calidad o a la atención sanitaria gratuita, mientras se derrochan recursos en sociedades de consumo.
Comentó cómo en los propios Estados Unidos más de 40 millones de personas no poseen seguro médico y deben pagar elevados costos en la medicina privada, mientras pagan a veces sin saberlo la publicidad exhorbitante de productos como jabones y pastas dentales.
Fidel Castro contrastó que mientras, por un lado, Estados Unidos agrede a naciones, en Cuba, por el otro, se construye otra sociedad diferente, erigida en los principios de que un mundo mejor es posible para salvar a la humanidad.
El líder cubano también fustigó la prepotencia y el militarismo de Estados Unidos, cuyo gobierno se vale de su poderío para bombardear, invadir y amenazar a estados soberanos en el Medio Oriente.
"Iraq invadido por qué, Palestina (la franja de Gaza) invadida por qué, Siria humillado por qué, Líbano agredido por qué", se cuestionó, una y otra vez, y aseveró que Washington recurre a la fuerza porque tiene dinero y poder, con armas nucleares estratégicas y tácticas.
Ejemplificó cómo Cuba realiza pesquisas a fin de diagnosticar enfermedades en una etapa temprana para evitar la muerte prematura de muchos seres humanos, al tiempo que unos 30 mil de sus médicos prestan ayuda humanitaria en otras latitudes.
El Jefe de la Revolución aconsejó a los jóvenes estudiantes de Medicina en este territorio oriental de Cuba -oriundos de Bolivia- y a los venezolanos que se preparan como trabajadores sociales.
Deberán emplearse al máximo en varias tareas en sus respectivas naciones para reducir al ínfimo el nivel de abandono de sus compatriotas por parte de diversos gobiernos, subrayó.
Indicó que en Cuba queda mucho por hacer en materia de atención médica, a pesar de avances como son una esperanza de vida superior a los 77 años y una tasa de mortalidad infantil de poco más de cuatro fallecidos por cada mil nacidos vivos, en varias provincias.
Señaló que los médicos del Tercer Mundo están por formarse todavía y Cuba se ha comprometido a egresar unos 100 mil galenos en 10 años, mientras Venezuela apostará a otros 100 mil.
Con ese empeño conjunto deberán sumar 200 mil en total en una década, gracias al proyecto integracionista de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
Fidel Castro resaltó el papel de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, en las transformaciones que vive América Latina, y subrayó que, por suerte, van surgiendo nuevas revoluciones como estas en el hemisferio, cuya esencia de su proyecto social es el humanismo.