En
2006 George W. Bush emitió su “Plan para una Cuba libre” que Barack
Obama no ha derogado.
El plan incluye un “anexo secreto” del cual ahora
han salido a la luz algunas partes, aunque otras se mantienen
clasificadas y muchos las asocian a planes de asesinatos y de
intervenciones militares contra la Isla. El periodista norteamericano
Tracey Eaton publica algunos fragmentos de ese anexo recientemente
revelados por el investigador Jeremy Bigwood en que se aprecia cómo el
gobierno norteamericano se cree sus propias mentiras sobre Cuba y
Latinoamérica. Su ausencia de sentido de la
realidad quizás sea una razón para explicar su fracaso en acabar con la
Revolución cubana y detener los procesos de cambio en el continente. La
“era post Castro”, soñada por W.Bush, aún demora pero la Cuba post
Bush, anunciada por Fidel, es una realidad en transformación que Barack Obama debería reconocer como acaba de hacer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El más famoso “anexo secreto” del mundo
estuvo oculto detrás de una estantería donde una Ana Frank de 13 años de
edad se escondió durante la ocupación nazi. Menos conocido es, sin
embargo, el anexo secreto de un informe que describe la estrategia del
gobierno de EE.UU. para con Cuba en la era post-Castro.
La Comisión de Ayuda a una Cuba Libre
entregó el informe de 93 páginas al presidente George W. Bush en julio
de 2006. Wayne Smith, ex jefe diplomático de EE.UU. en La Habana,
escribió en entonces:
…el informe lleva
un anexo que se dice debe permanecer en secreto por “razones de
seguridad nacional” y para maximizar sus posibilidades de éxito. Sólo
podemos adivinar lo que hay en el anexo. Dada la historia de las
relaciones entre EE.UU. y Cuba, sin embargo, es inevitable que haya
especulación de que contienía nuevas planes de asesinato contra Castro
(aunque esta vez en contra de Raúl) y nuevos planes para ataques de
exiliados, si no directamente la acción militar de EE.UU..
Bigwood utilizó la Ley de Libertad de
Información, o FOIA, para obtener varias versiones del documento de 26
páginas (ver versión editada aquí y la versión menos censurada aquí). Partes
del anexo que fueron recientemente desclasificads pueden proporcionar
una ventana a la reflexión sobre Cuba que llevó al esfuerzo de 2009 para
establecer una red de conexiones a Internet por satélite en la isla. El
documento también revela la preocupación de que Cuba y Venezuela
estuvieran trabajando juntas para avanzar en una agenda anti-americana
en otras partes de América Latina. Y cita la necesidad
de “controlar el entorno político” y promover la idea de que “hay una
oportunidad para la transición si actuamos hoy”.
A continuación se presentan las partes
del anexo secreto que fueron editadas en una de las versiones del
documento, posteriormente desclasificadas. (Descarga PDF que muestra ejemplos de las ediciones). Algunos funcionarios evidentemente pensaban que eran partes sensibles del documento.
Al mismo tiempo, hay claros signos de que el régimen está utilizando fondos proporcionados por el gobierno de Chávez en Venezuela para reactivar sus redes [censurado] en el hemisferio para subvertir los gobiernos democráticos.
El gobierno de EE.UU. debe aprovechar los avances en la tecnología de Internet por satélite para proporcionar el mejor acceso posible a la Internet, sin censura del régimen, y hacerlo llegar al mayor segmento de la población cubana. Bibliotecas independientes y otros grupos cívicos podrían ser un punto focal para facilitar ese acceso al pueblo cubano.
Planificación de la transición encendido/apagado de la isla ($ 6 millones)
• $ 4 millones de dólares para apoyar al gobierno de EE.UU. y las asociaciones público-privadas para la preparación para la transición en curso en los EE.UU. y en Cuba, como se describe en el Capítulo 7 de este informe, y
• [censurado]
El apoyo internacional a la sociedad civil y de planificación de la transición ($ 9 millones)
• $ 3 millones: Contribución a la OEA (Organización de Estados Americanos) para la transición en Cuba y programas de apoyo a la sociedad civil, en virtud de la Carta Democrática Interamericana, y
• [censurado] por las contribuciones voluntarias para actividades pro democráticas cofinanciados con otros países democráticos, como la Conferencia Internacional de la Unidad Cubana y seguimiento de las reuniones regionales.
• Institucionalizar la Oficina del Coordinador de la Transición en Cuba. Coordinar, administrar y supervisar directa de [censurado] y los esfuerzos en curso de transición recomendadas por la Comisión [censurado]
Radiodifusión
• Fondo de grupos de la sociedad civil para ofrecer suscripciones de televisión por satélite, equipo de receptor y reproductor de DVD en la isla para el pueblo cubano y facilitar la concesión de licencias rápidas con el fin de proporcionar dicho equipo en la isla;
• Ampliar el uso de radiodifusión nacional [censurado] y SW (onda corta) en Cuba [censurado].
• En relación con y / o como parte de un plan estratégico de comunicación, establecer reuniones trimestrales entre [censurado] organismos interesados del gobierno de EE.UU. para coordinar la estrategia sobre la radiodifusión y las comunicaciones para el pueblo.
Socavar la estrategia de sucesión del régimen
• La diplomacia y
la información deben ser empleados para controlar el entorno político y
crear un impulso para el cambio genuino con el fin de socavar la
estrategia de sucesión del régimen.
Campaña diplomática
• [Censurado] fomentar la convergencia de objetivos y esfuerzos por [censurado] otras democracias para apoyar la transición en Cuba con nuestros propios esfuerzos: [censurado]
• Fomentar el compromiso bilateral entre las naciones europeas y otras democracias del Hemisferio Occidental en la transición cubana.
• Los funcionarios del gobierno de Estados Unidos deben en privado y en público, en su caso, establecer una distinción entre los países apoyan la sucesión (tales como Venezuela e Irán) y los países que apoyan el derecho de los cubanos a debatir y definir un futuro democrático para Cuba.
• $ 10 millones de dólares reservados para el equipo y el apoyo a la oposición
• $ 10 millones para la forma de ampliar el alcance de la sociedad civil a través de la sociedad cubana
• $ 11 millones para mejorar la formación y fortalecimiento de capacidades de la sociedad civil
• Una estrategia diplomática destinada a llevar adelante “nuestra opinión de que hay una oportunidad para la transición si actuamos hoy”
• Planes para romper el cerco informativo y la expansión del uso de los medios de oposición
• Detalles acerca de la Lista de esbirros o Lista de secuaces, que el Departamento de Estado ha estado recopilando para entrar en su sistema de evaluación de casos de abuso, o ACES.
Muchas de las recomendaciones de la
comisión también se mantienen en secreto, incluyendo medidas que
sugieren que las autoridades estadounidenses deben tomar”en respuesta a
los esfuerzos repetidos y consistentes de Cuba para impedir la migración
segura, legal y ordenada”.
Bush creó la comisión en octubre de 2003.
Dijo que se estaba preparando para “el día feliz en que el régimen de
Castro no exista más …”
Roger Noriega, entonces secretario
asistente de Estado, resumió la opinión de la administración: “Los
Estados Unidos ….. no aceptarán un escenario de sucesión.”
Por ejemplo, según el informe, si el gobierno de transición de Cuba pedía ayuda, el gobierno de EE.UU. estaba preparado para:
• Proporcionar una capacitación segura, en español
• Ayudar en la actualización de la iluminación de aeropuerto y señales
• Simplificar la venta de locomotoras estadounidenses reacondicionadas a Cuba
• Mapear los sistemas de arrecifes de coral del mapa y evaluar el hábitat de los peces
• Capacitar a los administradores de parques
• Dar asesoramiento sobre cómo añadir pistas y otras infraestructuras destinadas a puntos de observación de aves
• Tratar y controlar los residuos sólidos
Dicha planificación meticulosa no
apresuró la caída del gobierno socialista y la comisión emitió el
informe de seguimiento, con el anexo secreto, en 2006.
La cada vez más
profunda relación de Cuba con Venezuela es paralela a la fallida
relación anterior con la Unión Soviética, sólo que en esta ocasión no
como el socio menor: Fidel Castro tiene la última palabra. Este eje de
Castro debe ser entendido como parte de la estrategia de sucesión del
régimen y un intento de aislar a Cuba de la presión para el cambio
democrático.
Este eje también
socava el interés exterior sobre una Venezuela más democrática y
debilita la gobernabilidad democrática y las instituciones en otras
partes de la región. En conjunto, estos países están avanzando en una
alternativa retrógrada y una agenda anti-americana para el futuro del
hemisferio y están encontrando cierta resonancia con los gobiernos
populistas y las poblaciones marginadas de la región.
Leer más en Along the Malecón (en inglés)
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