Tomado de Cubadebate
Sendas
amenazas de bombas crearon pánico en la ciudad norteamericana de Miami,
en dos incidentes aislados ocurridos en el suroeste metropolitano y que
movilizó a las unidades antiexplosivos de la policía.
La primera de las alertas ocurrió en el centro comercial Dadeland,
ubicado en la zona de Kendall, que tuvo que ser evacuado después que
empleados de la joyería Pandora alertaran a las autoridades sobre una
llamada anónima que anunció la colocación de una bomba en el inmueble.
Al darse a conocer el aviso se generó un estado de pánico entre
clientes y empleados quienes comenzaron a correr desordenadamente
buscando las salidas.
“Simplemente comenzamos a correr”, comentó a la prensa local Luis
Camejo, empleado de la tienda Rosetta Stone, muy cercana a la joyería.
Según testigos, el desorden provocó que muchas personas cayeran al
piso mientras trataban de abandonar la tienda, pues ningún empleado o
ejecutivo del recinto dio indicaciones de cómo evacuar la instalación.
María Prado, gerente del centro comercial, explicó a la prensa que
todas las dependencias comerciales de Dadeland cuentan con un manual de
evacuación que contiene contactos de emergencia, procedimientos de
seguridad para casos de evacuación, amenaza de bomba, desastres
naturales, tiradores y otras preocupaciones.
Pocas horas después, en la concurrida zona conocida como La Pequeña
Habana, la policía tuvo que atender otra llamada de emergencia, esta vez
ante el peligro de que un hombre hiciera estallar una bomba en un
autobús de servicio público.
Freddie Cruz, portavoz de la policía de Miami, comentó que el
encartado, un pasajero del ómnibus de quien no se reveló su identidad,
había hecho comentarios que tenía una bomba en su poder, y que iba a
hacer explotar otros explosivos en distintas partes del país.
Expertos en explosivos de la policía buscaron indicios en el ómnibus,
pero no encontraron ningún artefacto, mientras el acusado fue
interrogado por oficiales del Buró Federal de Investigaciones.
El pasado 27 de abril, un atentado con bombas destruyó las oficinas
de la agencia charter Airline Brokers en Miami, que opera viajes entre
Cuba y Estados Unidos, un hecho que aún sigue sin esclarecerse.
Miami fue escenario de sangrientos hechos dinamiteros desde
principios de la década de los 70 hasta finales de los años 90, muchos
de ellos adjudicados a grupos extremistas anticubanos.
(Tomado de Prensa Latina)
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