Pese a la turbulencia financiera internacional, América Latina seguirá siendo un oasis de estabilidad económica, con un crecimiento
de entre el 3,5 % y el 4 % este año, por la solidez de sus políticas
fiscales y la fuerte demanda de materias primas.
Así lo aseguró hoy a Efe el vicepresidente para América Latina y
Caribe del Banco Mundial, Hasan Tuluy, quien apuntó que la
implementación de esas políticas ha servido de escudo a la región, que
registrará apenas una leve desaceleración en 2012 para retomar el
próximo año su dinámico ritmo de crecimiento.
“Este año (…) hay una ligera desaceleración en promedio para la
región y estamos proyectando que la caída sea a una tasa media de
crecimiento de entre 3,5 y 4 %. Pero pronosticamos un rebote en el
próximo año de hasta una tasa de entre 4,2 y 4,5 %”, vaticinó.
Detalló que la región está ahora cosechando los frutos de acertadas
políticas macroeconómicas, del fortalecimiento del sector financiero y
de la adopción de políticas de inclusión social a lo largo de la última
década.
“A América Latina le ha ido bastante bien. De modo que estamos
comenzando desde una base sólida”, resaltó Tuluy, en una entrevista con
Efe antes de participar hoy en la Séptima Conferencia Anual de
Latinoamérica.
Al ser preguntado por el impacto que tendrá la crisis de la zona euro
en la región, Tuluy consideró que ello sumado a la continua
desaceleración en Japón o el crecimiento “anímico” de América del Norte,
se traducirá en un debilitamiento relativo de los precios de las
materias primas.
“Pero por el momento, siempre y cuando China siga manteniendo su
rápido ritmo de crecimiento del 8 % o más, ese impacto no parece ser
significativo para América Latina.
Incluso el envío de remesas ha
repuntado en los últimos años a niveles significativos”, afirmó.
Respecto a los mayores retos que afronta Latinoamérica, citó mantener
las políticas fiscales y macroeconómicas, y avanzar en la agenda de la
inclusión social, en los esfuerzos por aumentar las oportunidades para
todas las personas, mejorar sus niveles de productividad y elevar su
competitividad.
“En la última década, unos 73 millones de personas emergieron de la pobreza y la desigualdad disminuyó significativamente, pero todavía quedan cerca de 150 millones de personas que aún viven en la pobreza”, detalló.
La región debe avanzar también en proveer servicios a las personas ya
que, por ejemplo, un 29 % de la población que vive en las metrópolis no
tiene acceso a servicios sanitarios, enumeró el funcionario.
Otros retos de la región, en su opinión, son reducir los costos de
las importaciones y exportaciones y mejorar la educación para contar con
economías competitivas y productivas.
Después de décadas de una implementación disciplinada de buenas
políticas económicas y sociales, junto con la consolidación de
instituciones importantes, Tuluy cree que se puede afirmar que
Latinoamérica es hoy “más estable, más equitativa” y ha crecido.
“La región es más estable política y económicamente. Fuerte,
competitiva y democracias consolidadas (…). Es también menos pobre y con
una clase media en crecimiento”, destacó.
(Con información de Patria Grande)
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