Esta semana, el patriota puertorriqueño Oscar López Rivera, cumplió 31 años de prisión en cárceles estadounidenses por el “delito” de luchar por la independencia de su Patria.
El Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico
lanzó una ofensiva para dar a conocer la situación de López Rivera y
extender el reclamo de su liberación, actualmente en manos del
presidente Barack Obama.
Cubadebate les ofrece la carta enviada por Oscar López Rivera a
sus compañeros, fotos de las actividades realizadas en reclamo por su
liberación y el mensaje de solidaridad con su causa que hicieran público
Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos también presos políticos
en Estados Unidos.
Saludos con mucho respeto y amor.
Quiero expresar mi agradecimiento de todo corazón al pueblo
puertorriqueño tanto en Puerto Rico como en la diáspora por el apoyo que
me han dado durante los últimos 31 años. También quiero expresar el
mismo agradecimiento a las personas amantes de la libertad y la justicia
en Estados Unidos y en diferentes partes del mundo por la solidaridad
que me han brindado. El apoyo que he recibido ha sido una fuente de
fortaleza que me ha ayudado a enfrentar y lidiar con los difíciles retos
que he vivido en la cárcel durante los últimos 31 años y a permanecer
fuerte moral y espiritualmente para continuar luchando y resistiendo.
Los 31 años parecen haber pasado volando. Han ocurrido muchos
cambios radicales a través del mundo entero durante este período. En
América Latina, hay presidentes progresistas en los gobiernos de
Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Brasil y
Argentina. En estos últimos dos hay mujeres progresistas en la
presidencia y en Puerto Rico sacamos a la Marina de Vieques.
Lamentablemente, el cambio más importante que nos hace falta a los
puertorriqueños no se ha dado, y parece que el colonialismo está más
atrincherado que nunca.
José Martí dijo que para que un pueblo pudiera ser libre
necesitaba ser culto. Entiendo que los puertorriqueños somos un pueblo
culto. Sin embargo, todavía somos un pueblo colonizado. También somos un
pueblo fuerte moral, mental y espiritualmente. Pero, no hemos podido
lograr convertir a Puerto Rico en una Nación libre y soberana.
Fue Einstein quien dijo que repetir el mismo experimento
producirá siempre los mismos resultados. Hacer eso no es otra cosa que
un ejercicio fútil. Celebrar plebiscitos ha sido un experimento de ésos.
Y los independentistas puertorriqueños hemos estado repitiendo el mismo
experimento durante décadas y obteniendo los mismos resultados sin
poder lograr la meta de una nación independiente y soberana. Entonces,
¿por qué continuamos participando en tareas de Sísifo? ¿Qué debemos
hacer? Hagámosle caso a la sabia advertencia de Einstein.
Mi propuesta es una sencilla. Vamos a trabajar en atender los
problemas que podemos resolver con los medios y recursos que tenemos a
nuestra disposición. Por ejemplo, tomemos un asunto relacionado con los
problemas de salud que estamos enfrentando -la obesidad. Para resolver
este problema un cambio sencillo en el estilo de vida será suficiente.
Tener una dieta saludable, hacer ejercicio y crear una red de apoyo.
También podemos comenzar programas de huertos urbanos. En los 78
municipios de Puerto Rico hay espacio para un programa como éste. Y en
esos espacios podemos cultivar productos saludables que nos ayuden a
llevar una dieta nutritiva. Podemos buscar fuentes alternas de energía y
de transportación. Comencemos a pensar en cuáles cambios podemos llevar
a cabo en nuestro estilo de vida y podremos resolver algunos de los
problemas más difíciles que enfrentamos. Los problemas no debieran
intimidarnos o amedrentarnos. Al contrario, deben producir ideas en
nuestras mentes y retarnos a hallarles solución.
Encontrarles solución a
los problemas nos da confianza y nos ayuda a trascender nuestra
mentalidad colonizada. Esa trascendencia nos acerca más a nuestra meta
de lograr una nación independiente y soberana y un mundo más justo y
mejor. Somos lo suficientemente inteligentes para saber qué es lo que
hay que hacer. Podemos cambiar el estilo de vida en Puerto Rico y en la
diáspora puertorriqueña y al hacerlo nos volveremos más fuertes moral,
física, espiritual y mentalmente. Podemos hacer de Puerto Rico una
Nación libre y soberana.
En resistencia y lucha,
Oscar López Rivera
MENSAJE DE LOS CINCO
30 de mayo de 2012
Queridos compañeros:
Cuando se cumplen los 31 años del injusto encarcelamiento de nuestro entrañable Oscar López Rivera, es ocasión propicia para recordar cuanta brutalidad puede albergar la naturaleza de un sistema penal irracional, a la medida del imperio al que sostiene. A combatirlo ha dedicado su vida nuestro hermano boricua, y por hacerlo con honor y sin claudicaciones se ha vertido sobre él un odio absurdo y vengativo.
El único crimen de Oscar ha sido el de no rendirse; sosteniendo sus posiciones y su moral frente a toda la fuerza que en su contra es capaz de desplegar al gobierno más poderoso del planeta. Para quienes lo martirizan, es imperdonable que un reo se eleve por encima de la condición que suponía humillarse ante sus acusadores. Romper ese esquema, y hacerlo en representación de un pueblo al que el imperio desprecia, demanda un castigo ejemplar de quienes actúan con visceral ceguera ante una actitud que no comprenden.
Oscar demanda de nosotros toda la solidaridad que seamos capaces de darle, y es un ejemplo para las presentes y futuras generaciones de puertorriqueños. Hay que poner fin a este absurdo sacrificio para que pueda dar al pueblo de su amada isla todo lo que su corazón de patriota encierra; porque las calles de su Borinquén y los boricuas de la diáspora reclaman de su presencia; porque hombres como él son imprescindibles si aspiramos a construir para los seres humanos la sociedad que ha inspirado los más nobles actos desde que se hace historia.
A nombre de la hermana isla de Cuba y de su pueblo, desde el castigo que junto a él compartimos con el mismo espíritu indoblegable y la moral que en común nos asiste, le enviamos nuestro más solidario abrazo y le reiteramos nuestra admiración y afecto.Sus hermanos de lucha y de encierro.
Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René
No hay comentarios:
Publicar un comentario