La diplodisidencia asalariada de Miami, al servicio de los intereses y dictados del gobierno norteamericano,
atrajo a algunos medios de prensa acreditados en Cuba que le sirven de
soporte mediático, con la intensión de distorsionar una vez más la
realidad de nuestro país.
En esta ocasión se trató del supuesto arresto del contrarrevolucionario José Daniel Ferrer,
el pasado 08.05.2012, quien se encuentra con licencia extrapenal por
decisión del gobierno de cubano, por lo que no puede cometer ninguna
violación de las leyes vigentes, aunque tenga el respaldo de los
yanquis, sus aliados más cercanos y de la prensa internacional. Eso es
así en cualquier parte de este mundo.
De acuerdo con información de sus propios “colegas”, Ferrer fue detenido cuando se dirigía a la Embajada Checa
donde le permiten acceder al servicio de Internet, además de recibir
orientaciones y abastecimiento material para su accionar provocativo,
por eso mismo son categorizados como los diplodisidentes, pues es donde
único se conocen estos señores al servicio de potencias extranjeras.
Queriéndole ayudar, el propio Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco
lo señala o denuncia como una persona al servicio de una potencia
extranjera, pues es conocida la labor de los checos en la preparación de
la contrarrevolución cubana para que ejecuten acciones provocativas
contra el gobierno, siguiendo las orientaciones de los norteamericanos.
¿Conocerá alguien en Madrid, Washington, Londres, Paris, Bruselas, Bogotá, Brasilia, Buenos Aires, Tokio o Yakarta,
que a un ciudadano ajeno al personal de una misión diplomática le
permitan acceder a las computadoras de una embajada? ¿No resulta
demasiado significativo que en la Habana se les permita a los
diplodisidentes hacerlo, a partir de las presiones de los
norteamericanos?
Para que no quepa la menor duda hace solo
dos meses la “Heritage Foundation”, se reunión en pleno corazón de los
EE.UU. y entre los acuerdos tomados estuvo el de “ampliar el acceso a
Internet proporcionado por la Sección de Intereses de Estados Unidos en
la Habana a un mayor número de usuarios cubanos y alentar a los aliados
de Estados Unidos a hacer lo mismo”.
Esto se llama en el mundo diplomático INJERENCIA
en los asuntos internos de otro Estado, algo a lo que los yanquis están
acostumbrados a hacer en el mundo de hoy. No obstante, según sus
familiares, Ferrer no está detenido, todo es pura propaganda, está en su
casa sin problemas. Cualquier duda lo pueden llamar a través de los
teléfonos que le entrega la Sección de Intereses de los Estados Unidos
en la Habana, recargados con el dinero de Miami.
Entonces ¿cómo clasificaría Ud. a este
señor? Agente al servicio de los norteamericanos, asalariado de Miami,
luchador por el dinero que le envían desde el exterior, vive bien,
diplodisidente o cualquier otro calificativo.
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