Denuncia la nueva maniobra obstruccionista de las autoridades norteamericanas, dirigida a entorpecer el proceso de apelación de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los cinco luchadores antiterroristas injustamente encarcelados en Estados Unidos, privándolo de uno de los pocos derechos que tiene como prisionero en ese país
Uno de los cinco luchadores antiterroristas injustamente
encarcelados en Estados Unidos, el Héroe de la República de Cuba,
Gerardo Hernández Nordelo, acaba de ser objeto de una nueva
arbitrariedad por parte de las autoridades de ese país, con el propósito
de obstruir su proceso legal.
El pasado sábado 7 de julio, los funcionarios cubanos que habían sido
autorizados por el Departamento de Estado a realizar una visita
consular a Gerardo, se vieron imposibilitados de hacerla, bajo el
supuesto argumento de que el memorando del Jefe del centro penitenciario
de Victorville, en California, aprobando su ingreso a la prisión, no
estaba disponible en la recepción. Llama poderosamente la atención este
hecho, cuando al margen de las gestiones de la Sección de Intereses de
Cuba en Washington con el Departamento de Estado para obtener la
autorización de esta visita, el propio Gerardo había reconfirmado con
las autoridades de la prisión que todo estaba en regla.
Adicionalmente, el 9 de julio, el letrado Martin Garbus, uno de los
abogados defensores de Gerardo, que tenía previsto realizar una visita
legal para revisar de conjunto con él los documentos referidos a su
actual proceso de apelación colateral, no pudo hacerla, igualmente, bajo
el pretexto de que el memorando de autorización del jefe de la prisión
no se encontraba en la recepción. Garbus pudo finalmente ver a Gerardo,
gracias a que su nombre estaba en su lista de visitantes, pero por las
condiciones del tipo de visita que se le autorizó en ese momento, que no
fue de carácter legal, no pudo ingresar a la prisión la documentación
que nuestro Héroe debía leer y firmar, ni reunirse con él en condiciones
apropiadas.
No es la primera vez que hechos como estos ocurren. Se han dado
sistemáticamente en cada momento clave del proceso de Gerardo. Por solo
citar algunos ejemplos, en el 2010, durante la fase preparatoria de la
apelación colateral, conocida como Habeas Corpus, las autoridades
penitenciarias le negaron a Gerardo en dos ocasiones la visita de su
abogado Leonard Weinglass y le demoraron intencionalmente la entrega de
su correspondencia legal, lo que le impidió participar activamente en su
revisión. En marzo del 2003, Gerardo fue aislado en una celda de
castigo previamente a la presentación de su apelación directa.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia esta nueva maniobra
obstruccionista de las autoridades norteamericanas, dirigida a
entorpecer el proceso de apelación de Gerardo, privándolo de uno de los
pocos derechos que tiene como prisionero en Estados Unidos.
Gerardo ha sido puesto en confinamiento solitario varias veces sin
justificación alguna, ha tenido dificultades recurrentes con su
correspondencia personal y legal, no se le han concedido visas a su
esposa Adriana para visitarlo y tampoco han podido concebir un hijo.
Durante su largo e injusto encarcelamiento, bajo cargos fabricados por
delitos que no cometió y nunca fueron probados, sus derechos han sido
violados reiteradamente.
Cuba no cesará de denunciar ante el mundo estos atropellos y no
cejará en su empeño para lograr el regreso a la Patria de Gerardo y sus
otros cuatro hermanos injustamente encarcelados y retenidos en Estados
Unidos por casi 14 años.
La Habana, 12 de julio de 2012
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