Por Pedro de la Hoz
Tomado de Granma
Las lecturas de tabaquería, arraigada tradición con siglo y medio de existencia en la Isla, fueron consagradas este viernes como Patrimonio Cultural de la Nación.
En la sede de la Central de Trabajadores de Cuba,
Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural,
dio a conocer la declaratoria que avala la condición patrimonial de una
de las prácticas más singulares de los obreros de la industria del
tabaco en Cuba.
Muy pronto se extendió el ejercicio de la lectura en las fábricas y
despalillos del país y de varios asentamientos de la migración cubana,
pues como recordó Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, al hablar en el
acto de ayer, los discursos patrióticos de Martí fueron leídos en voz
alta en las tabaquerías de Tampa y Cayo Hueso a los obreros que vivían
exiliados en esas ciudades norteamericanas.
Cuba aspira —subrayó Barnet— a que esta institución pueda algún día ser declarada por la Unesco
en su lista de Patrimonio Intangible, por su originalidad y porque ha
salvaguardado un tesoro de la memoria viva de una colectividad.
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