jueves, noviembre 22, 2012

Lo que la BBC no dice sobre el ataque israelí contra Gaza

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Por Amena Saleem(Tomado de El Puercoespín)

En 2006, un grupo independiente de personalidades de alto nivel, publicó un informe evaluando la imparcialidad en la cobertura de la BBC en el conflicto “palestino-israelí”.
El panel, presidido por Sir Quentin Thomas, alto funcionario del Ministerio del Interior británico, encontró “deficiencias identificables, particularmente sobre las brechas en la cobertura, el análisis, el contexto y la perspectiva, y en el mantenimiento constante de los estándares editoriales propios de la BBC.”

El Informe de Thomás, como se supo, fue rápidamente metido debajo de la alfombra por la BBC a pesar de que, inicialmente, había sido encargado por los propios directores de la corporación, y todo siguió igual (”Informe de la Comisión Independiente para los directores de la BBC sobre la Imparcialidad de cobertura de la BBC del conflicto israelí-palestino “, abril de 2006, disponible en Internet Archive).


En los últimos días, las deficiencias señaladas en el informe parecieron más evidentes que nunca.

En todas las trasmisiones de la BBC, desde su canal de noticias de 24 horas, BBC News, a su programa insignia de noticias y actualidad Today, en Radio 4, el asalto israelí contra Gaza ha sido informado sin contexto, sin perspectiva y con una parcialidad que ha favorecido ampliamente al mejor armado y nuclear Estado de Israel, en desmedro de la población, en su mayoría de refugiados, de la sitiada Franja de Gaza.

Este patrón de parcialidad fue señalado por Thomas y su panel quienes hicieron varias menciones en su informe sobre la “asimetría de poder entre las dos partes” y observaron que, “dada esta asimetría, la preocupación de la BBC respecto de mantener un equilibrio dejó una impresión de igualdad entre las dos partes, algo que era fundamental, si no intencionalmente, engañoso”.

Para contrarrestar este defecto, el informe de Thomas recomendó que la BBC “debería hacer un deliberado, y no meramente reactivo, esfuerzo para explicar las complejidades del conflicto en su totalidad, incluyendo la marcada disparidad entre los dos lados”.

Sin embargo, en lugar de proporcionar información a su audiencia mundial que dejaría en claro que Israel está desplegando un vasto arsenal de armamento de alta tecnología contra la población civil de Gaza, frente a lo cual la respuesta es (el lanzamiento de) cohetes rudimentarios, la cobertura de la BBC de los últimos días ha retratado a los Palestinos sin Estado como malévolos agresores en contra de un Israel exhausto.

En la mañana del 15 de noviembre, un día después de que Israel llevó a cabo la ejecución extrajudicial del líder militar de Hamas, Ahmed líder de al-Jabari y desató una ola de terror contra la población civil de Gaza, la BBC puso un artículo en su sitio web titulado: “El arsenal de cohetes de Gaza, problema para Israel “. El artículo provee minuciosos detalles sobre lo que el corresponsal diplomático y de temas de defensa de la BBC, Jonathan Marcus, descibe como “el arsenal palestino de cohetes”.

Hay descripciones de los tipos de cohetes, su rango, su diseño, su país de origen, la amenaza que suponen para Israel, las ciudades de Israel a las que podrían llegar. Marcus también dedica tiempo para discutir la capacidad de defensa de la “Cúpula de Hierro” de Israel y a las acusaciones israelíes sobre los envíos de armas que llegan a Gaza vía Sudán.

En ninguna parte del artículo ni en alguna otra parte de la BBC investiga Marcus el arsenal de armas de Israel, financiado por los Estados Unidos con 3.000 millones de dólares al año.
Tampoco hay montones de párrafos dedicados a describir los diferentes tipos de bombas, granadas de mortero, aviones teledirigidos, aviones de combate, barcos de guerra, tanques, armas, ojivas nucleares o proyectiles de fósforo blanco que forman parte del arsenal de Israel. Sin embargo, con la excepción de los misiles nucleares, todos estos en algún momento han sido utilizados contra el pueblo de Gaza con consecuencias devastadoras.

Un segundo artículo publicado en el sitio web de la BBC esa misma mañana lleva por título: “La escalada de violencia cobra su precio a los israelíes”. Aquí tenemos a la periodista Yolande Knell poniendo una cara humana a los israelíes que han enfrentado en los últimos dos días ataques con cohetes en las ciudades de Ashkelon y Kiryat Malachi.

Hay entrevistas con hombres y mujeres israelíes que describen su miedo, su dolor por las muertes del día anterior en Kiryat Malachi, su lucha por encontrar refugio cuando suenan las sirenas advirtiendo el ataque aéreo y los daños a sus edificios. Knell describe a las calles de Ascalón como “espantosamente tranquilas”, menciona las escuelas y los restaurantes cerrados, y cómo “la vida normal está suspendida”.

Pero cuando se trata de cómo los palestinos de Gaza soportan el frecuente bombardeo israelí, las voces palestinas y su dolor son minimizados.

Un artículo de la BBC de marzo afirmó que el pueblo de Gaza estaba “casi inmunizado frente al conflicto sin fin” y que la vida en la Franja continúa normalmente -un informe que se basa más en la óptica del corresponsal de la BBC, Rupert Wingfield-Hayes, que en entrevistas con los propios palestinos.

Cuando la Campaña Solidaria Palestina se quejó de la parcialidad inherente en las afirmaciones extraordinarias de Wingfield-Hayes, que se yuxtaponen con un artículo escrito por Kevin Connolly que describe el “pavor” que sienten los israelíes durante los ataques con cohetes, recibió una respuesta de Fraser Steel, jefe de Quejas Editoriales de la BBC.

Steel escribió: “Tengo que decir que me parece que los aspectos de los informes que usted señala para criticar puede ser interpretados como evidencia de un prejuicio sólo si uno los encara habiendo asumido previamente que los autores tienen tal prejuicio”.

La parcialidad que la Campaña estaba poniendo a la luz no está en los autores, sino en sus empleadores, la BBC -y por buenas razones.

Desde el asesinato de al-Jabari, el 14 de noviembre, la BBC ha hecho desfilar a todos los pesos pesados de Israel por su programación: Ron Prosor, el embajador israelí ante la ONU; Danny Ayalon, viceministro israelí de relaciones exteriores; Mark Regev, portavoz del gobierno israelí, y Daniel Taub, embajador de Israel en el Reino Unido.

Todos ellos han sido autorizados a difundir, sin prácticamente interrupción o corrección, la línea propagandística que Israel usa durante este asalto a Gaza: que Israel retiró a sus colonos en 2005 con el fin de permitir que Gaza viva en paz pero Hamas insiste en un guerra que Israel hasta ahora ha evitado y a la que ahora está siendo arrastrado a regañadientes, con el fin de proteger a sus ciudadanos.

En el programa Today del 15 de noviembre, Taub fue entrevistado por el peso pesado de la BBC, John Humphrys. Durante cuatro minutos se le permitió exponer la línea de propaganda israelí de que los cohetes de Hamas llueve n sobre el sur de Israel sin respuesta por parte de Israel y que ningún otro país, salvo Israel, sería tan tolerante.

Humphrys no puso objeción alguna cuando Taub dijo: “Tenemos que reconocer que siete años atrás nos retiramos de cada centímetro de Gaza. Hemos sacado a 9 mil civiles israelíes junto con sus casas, sus escuelas, sus jardines de infantes, con el fin de llegar a una situación de paz con Gaza… Trágicamente, esa oportunidad no fue aprovechada. Hamas tomó el poder y desde entonces ha estado librando una guerra intensa”.

El programa nocturno de actualidad más visto de la BBC, Newsnight, fue utilizado como vehículo para una propaganda similar la noche previa por Danny Ayalon, que disfrutó de una entrevista ininterrumpida de tres minutos con el presentador Gavin Esler.

Al final de la entrevista, dijo Ayalon: “No sólo [Hamas] ataca a la población civil de Israel, sino que se insertó en medio de la población civil de Gaza, por lo que, de hecho, utilizan a una población como escudo humano para sus insidiosos ataques”. A lo que Esler respondió: “Ok, vamos a dejarlo ahí. Danny Ayalon, muchas gracias. ”

No hubo ningún intento, ni, aparentemente, voluntad por parte de este veterano periodista de la BBC de confrontar o cuestionar la propaganda israelí y sus falsedades.

Mientras tanto el activista sionista Jonathan Sacerdoti apareció cuatro veces como invitado en diferentes programas de noticias de la BBC TV durante los dos primeros días del asalto israelí. La BBC le permitió hacerse pasar por un experto independiente, olvidando mencionar su trabajo anterior para la Federación Sionista y su rol actual en el Consejo de Delegados de los Judíos Británicos (”¿Quién es Jonathan Sacerdoti, Go-To de la BBC Hombre en Gaza?” New Left Project, 16 de noviembre).

Las conclusiones del Informe de Thomas de 2006 siguen siendo verdad en esta última masacre en Gaza. Esta falta de voluntad de Humphrys y Esler, junto con los presentadores de noticias en la televisión y radio, para señalar los hechos a sus entrevistados del gobierno israelí es sólo un síntoma del fracaso de la BBC para proporcionar contexto y perspectiva, como fue revelado por el informe.

Así, el público de la BBC escucha a Regev y al resto sin ser conscientes de que Israel es considerado por la ONU como una fuerza de ocupación en Gaza con la obligación, establecida por la Convención de Ginebra, de proteger a sus habitantes.

A Taub se le permite decir libremente que Israel se retiró de Gaza, sin explicar cómo puede transfigurar tanto la verdad cuando Israel mantiene Gaza bajo estrecho sitio militar, restringiendo el acceso a alimentos, medicinas, agua, combustible y otros productos básicos, y el libre movimiento de la población de Gaza tanto para entrar como para salir del territorio.

Prosser puede pararse en Kiryat Malachi, condenando los ataques de cohetes palestinos, como lo hizo en el programa BBC News del 14 de noviembre, pero no se le pide que comente sobre la masacre israelí de1400 palestinos en tres semanas de 2008-2009 o su continuo bombardeo de Gaza desde entonces.

Y así es como Ayalon puede engañar descaradamente los espectadores de la BBC con la falacia del escudo humano, porque en ninguna parte de la BBC, incluido Newsnight, se le dirá a la audiencia que 1,6 millones de personas se hacinan en una franja de tierra de unas 20 millas de largo y cuatro de ancho, y por consiguiente, sin sitio alguno en que no haya población.

En sus últimos puntos, el Informe Thomas resumió: “Algunas de las deficiencias son graves y … [la cobertura de la BBC] podría ser mucho mejor: más particuloar, cuestionadora e informativa”.

Si sólo lo fuera. Imaginen cuántas personas en todo el mundo y los que pagan la tarifa de licencia en el Reino Unido se darían cuenta de las atrocidades de Israel contra los palestinos, sus violaciones diarias a la ley internacional, sus mentiras y engaños.

Una presume que es por eso que el informe de Thomas rara vez ha visto la luz del día desde su publicación.

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