- Aseguró Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba
Horas antes de iniciarse ayer las reuniones de cancilleres
previas a las Cumbres entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac) y la Unión Europea, así como la primera que celebra la
Celac desde su fundación, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de
Relaciones Exteriores, compartió con la prensa cubana algunas
impresiones sobre ambas citas.
Al referirse a la primera de ellas —que inicia en la mañana de este
sábado—, el Canciller manifestó algunas reservas por el optimismo que
han puesto algunos en su celebración. «Mucho tiempo ha transcurrido y
muy poco hemos avanzado en cuanto a las relaciones entre una y otra
región desde la celebración del primer encuentro de este tipo que tuvo
lugar en 1999 en Río de Janeiro, Brasil, en la cual participó nuestro
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Muy poco ha cambiado la forma en
que Europa continúa viendo a América Latina y el Caribe», dijo.
Recordó que en aquel momento se propuso crear una Asociación
Estratégica Birregional, algo que, aun cuando algunos ilusos confiaron
en sus posibilidades de éxito, la mayoría sabía que sería muy difícil
concretarlo. «Previo a esta Cumbre se han escuchado algunos criterios
sobre una Alianza Estratégica Birregional para el Desarrollo Sostenible
lo cual resulta muy difícil de creer pues precisamente el orden
económico internacional imperante, es uno de los factores que impide el
desarrollo y constituye uno de los mayores obstáculos al desarrollo.
«Junto a ello, también podemos mencionar las políticas europeas de
subsidios agrícolas, pero fundamentalmente, la relación totalmente
inequitativa que sostienen con nuestros países de América Latina y el
Caribe».
Igualmente destacó que los modelos de producción y consumo europeos
tampoco son sostenibles por su carácter consumista, lo cual genera el
cambio climático, el calentamiento global y además de eso hay muchas
disparidades.
Por otra parte, dijo, no podemos olvidar que la relación económica de
la Unión Europea con América Latina y el Caribe es desigual e injusta
por numerosas causas: los movimientos de precios, el encarecimiento de
los productos manufacturados, la especulación financiera, la deuda
externa, así como la constante negativa a la transferencia de recursos
tecnológicos y financieros.
Y de forma general, ello conduce a que, en definitiva, sea una
relación totalmente desigual con muy poca voluntad política por parte de
los líderes europeos para avanzar hacia una relación distinta con
nuestra región. «Tal y como he expresado en diferentes escenarios
durante los últimos años, para poder construir una relación recíproca
entre ambas regiones, la Unión Europea tendrá que comenzar a ser
consciente de que América Latina y el Caribe han cambiado, ya no somos
una “neocolonia” yanqui, sino que buscamos diversificar nuestras
relaciones. Europa tendrá que cambiar entonces su visión y política con
respecto a la región y asumir posiciones de respeto a nuestra soberanía,
considerar a nuestros países como socios iguales, también soberanos.
«Considero que esta Cumbre es una oportunidad para Europa que mucho
lo necesita por la situación de la crisis económica en que se encuentra,
por la crisis del euro. Se acabaron los intentos de imponer modelos y
políticas neoliberales que todos sabemos que están en crisis.
«No obstante, tampoco quiero juzgar por adelantado. Mejor escuchemos
primero las intervenciones, las intenciones, los puntos de vista de los
cancilleres y presidentes europeos y veremos luego qué sucede en el
futuro porque en realidad estas cumbres no han dado prácticamente ningún
resultado».
Aun así, consideró que siempre «es bueno el diálogo, el intercambio, y con ese espíritu afrontamos la Cumbre Celac-UE».
La CELAC es la esperanza de Nuestra América
Sin embargo, con una expectativa diferente llegarán nuestros pueblos a
la primera Cumbre de la Celac que iniciará mañana en la capital
chilena. Al respecto el Canciller cubano valoró que «la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños es la esperanza de Nuestra América,
de la Patria Grande, el sueño de Bolívar, de Martí».
Refirió además que es importante tener en cuenta que si hoy podemos
hablar de la Celac es porque la América Latina y el Caribe han cambiado.
Tiempo atrás, nuestra región —señaló—, no tenía la capacidad ni la
posibilidad, a pesar de la demanda de sus pueblos, de reunirse si no los
convocaban Estados Unidos o España, y esa era la dura realidad que
vivíamos.
«Esa no es la América Latina y el Caribe de hoy, por tanto, podemos
afirmar que la Celac es fundación, creación de instancias nuevas, no
solo con los gobiernos, sino con los pueblos. Y surge precisamente, en
un momento donde una gran parte de nuestros gobiernos se proponen
políticas sociales, resolver problemas históricos, injusticias sociales,
y se incrementa nuestra conciencia de independencia, de nuestra
soberanía».
Todavía nos queda mucho por hacer como región —valoró Rodríguez
Parrilla— pero la fundación de la Celac en Caracas, bajo el liderazgo
del Presidente Hugo Chávez, fue el paso más importante. La esencia de lo
que nos reúne aquí es profundamente unitaria. Cuba, al ejercer la
próxima presidencia pro témpore de la organización, trabajará para
consolidar esas bases y ayudar a que la Celac se constituya en la voz
unitaria de la región en las instancias internacionales, incluidas las
Naciones Unidas.
El Canciller destacó además, el hecho de que la Celac, durante este
periodo de consolidación, se nutre constantemente de las experiencias y
resultados de otros mecanismos subregionales e intergubernamentales. En
este sentido señaló, por ejemplo la Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América (ALBA), una experiencia joven de la región pero que
aporta mucho a todos estos procesos. «También podemos mencionar a Unasur
y a Mercosur que son instancias económicas fuertes y muy importantes en
la región. De modo que pudiéramos decir que la Celac implica
integración y compendio de todos ellos, pero sin sustituir a ninguno».
Intentos para socavar la unidad
En otro momento de sus declaraciones, Bruno Rodríguez Parrilla
refirió sentirse asombrado con algunas noticias que se han desplegado
con grandes titulares por diversos medios de prensa y que podrían
interpretarse como intentos de socavar los esfuerzos unitarios de la
región.
«Por ejemplo, la publicación por el periódico español El País de una
foto falsa de la operación del presidente venezolano Hugo Chávez Frías,
constituye una desvergüenza y una afrenta al pueblo de Venezuela, a los
pueblos de América Latina y el Caribe. Sin embargo, es lo que hace
cotidianamente El País sobre Cuba: publica calumnias sin molestarse en
confirmar la veracidad, el momento y el lugar de los hechos que imputa
por motivaciones políticas.
«La otra noticia que destaca la prensa está relacionada con la
campaña que un sector de la derecha chilena está realizando para acusar a
Cuba de amparar supuestos terroristas. Pero nosotros hemos reiterado en
los más diversos espacios, tanto públicos como privados, que los
asuntos judiciales bilaterales tienen vías para ser tratados a través de
los acuerdos y prácticas internacionales establecidas al respecto.
«Ello no tiene nada que ver con nuestra presencia en este país ni con
las dos Cumbres que van a efectuarse. Considero que de continuar esas
manifestaciones, se dañaría la presidencia pro témpore chilena, el
Gobierno chileno, y en definitiva, creo que se ofendería también al
pueblo chileno que es el anfitrión supremo de este evento.
«De forma general creo que afectaría también la unidad de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños pues todos nuestros
países tienen intereses bilaterales que tratar sobre algún tema, pero la
Celac no es el contexto para ello».
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