Por Ricardo Sánchez Sosa(Tomado de la Pupila Insomne)
El pasado 22 de Junio concluyó en Rio de Janeiro la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, promovida sintéticamente como Rio+20.
Los resultados de la Conferencia han desencadenado múltiples
reacciones, negativas y positivas, desde los diferentes sectores de la
sociedad, sean los movimientos sociales, los gobiernos, las diferentes
áreas de Naciones Unidas, los medios de comunicación y las ONG’s.
Un análisis integral del proceso requiere la consideración desde su
inicio a finales del 2009, la preparación en sus diferentes etapas en
Nueva York, la Conferencia misma, el documento final y las acciones
previstas en éste, todo ello en el contexto internacional en que se ha
desarrollado y continuará desarrollándose su implementación.
Antecedentes
En Johannesburgo en 2002, al tener lugar la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que aprobó el Plan de Implementación
de Johannesburgo (JPOI, en inglés) también quedó establecido que el
período para dar seguimiento a los acuerdos de Rio’92 y el JPOI, sería
de 15 años, que la próxima Conferencia sería en 2017 y que la Comisión
de Desarrollo Sostenible daría seguimiento al JPOI en períodos bienales
cubriendo hasta el 2017.
En el 2008 la crisis financiera en Estados Unidos de América (USA) se
añade a las crisis de los precios de los alimentos , la crisis
energética y la crisis climática, configurándose un escenario global de
crisis múltiple, originada en este caso desde los países desarrollados,
primero en USA y luego en Europa, con un extraordinario impacto en todo
el planeta.
En esta situación el Presidente de la Asamblea General de las
Naciones Unidas (2008-2009), Padre Miguel de Escoto, propuso realizar la
Conferencia de Naciones Unidas sobre la Crisis Financiera y su impacto
en el Desarrollo.
Esta propuesta fue presentada en Naciones Unidas y contó de
inmediato con el respaldo del G-77 pero con una gran resistencia de los
países desarrollados, que han venido sacando de los escenarios de
Naciones Unidas (donde cada país es un voto) los temas financieros,
económicos y comerciales para llevarlos a otros escenarios donde los
criterios de votación son de otro tipo y ellos pueden manejar las
decisiones.
Pese a esa resistencia, la Asamblea aprobó la realización de la
Conferencia, aunque con múltiples limitaciones impuestas por los países
desarrollados y que aún hoy continúan tratando que los resultados de esa
Conferencia , que tuvo lugar en Setiembre de 2009, no sean mencionados
ni usados en las acciones posteriores, pues ellos han decidido manejar
la crisis desde el G-8 o cuando más desde el G-20 , que crearon en
ese momento para dar un cierto sentido de democratización a las
decisiones del G-8 incorporando a un grupo de grandes países de
economías emergentes y hacer ver que se atemperaban a las nuevas
realidades de un mundo multipolar, pero teniendo como objetivo
estratégico salvar su modelo económico y seguir en la línea del
Consenso de Washington.
Es en este contexto que, en el último trimestre del 2009, el
Gobierno de Brasil, encabezado por Lula da Silva, toma la iniciativa de
proponer una Conferencia por los 20 años de la Cumbre de Rio’92, de
modo que se valoraran los avances y sobre todo, cómo reactivar y
acelerar el cumplimiento de sus principios y acuerdos así como la
implementación de los planes acordados en esta situación de crisis
múltiple, de cambios en las tendencias de desarrollo y de surgimiento de
otros actores en el escenario internacional.
Esta propuesta, así como la agenda presentada por Brasil, fue
aceptada por el G-77 y presentada por éste a la Asamblea General de
Naciones Unidas (AGNU). Sin embargo, en la AGNU la propuesta tuvo que
enfrentar la resistencia de los países desarrollados que, como ya se
mencionó, quieren manejar los temas de la crisis financiera y otras,
fuera del marco de Naciones Unidas.
Luego de arduas negociaciones la AGNU aprobó la realización de la
Conferencia, pero los países desarrollados ejercieron enormes
presiones para que su agenda se limitara a cuestiones de su interés como
la Economía Verde y la creación de una organización mundial de Medio
Ambiente.
Las discusiones sobre la agenda fueron intensas y de rudas negociaciones quedando finalmente la decisión focalizada en (ref. 1):
“organizar en 2012 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible al nivel más alto posible, incluidos Jefes de
Estado y de Gobierno u otros representantes y, a ese respecto, acepta
con gratitud el generoso ofrecimiento del Gobierno del Brasil de ser el
anfitrión de la Conferencia, y decide
Que:
a) El objetivo de la Conferencia será obtener un compromiso político
renovado en favor del desarrollo sostenible, evaluando los avances
logrados hasta el momento y las lagunas que aún persisten en la
aplicación de los resultados de las principales cumbres en materia de
desarrollo sostenible y haciendo frente a las nuevas dificultades que
están surgiendo. La Conferencia se centrará, entre otros, en los
siguientes temas, que serán examinados y perfeccionados en el proceso
preparatorio: la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible
y la erradicación de la pobreza, y el marco institucional para el
desarrollo sostenible;
b) El resultado de la Conferencia será un documento político específico;”
Por otra parte los países desarrollados condicionaron la Conferencia a
que se realizara dentro de los recursos existentes, sin realizar
reuniones preparatorias fuera de Nueva York ni crear equipos grandes de
trabajo. Debemos recordar que para Rio’92 se creó una Secretaría con
base en Ginebra con un gran equipo, muy calificado, bajo la Dirección de
Maurice Strong como Secretario General de la Conferencia, focalizados
únicamente en la preparación de la Conferencia y con ingentes recursos
para contar con los mejores expertos y realizar las reuniones
preparatorias necesarias con la participación de representantes de todos
los países en desarrollo, cuyos gastos de viaje eran financiados con
fondos de la secretaría. El resultado de su trabajo fue la Agenda 21
aprobada en Rio’92. En
Rio’92 también fueron aprobadas las Convenciones de Biodiversidad y
Cambio Climático, que también tuvieron un extenso proceso negociador ,
así como el documento no vinculante sobre Bosques. La Declaración de
Rio, documento político más importante de ese proceso, fue también el
resultado de la negociación intergubernamental asociada.
En Diciembre de 2009 fue aprobada la Resolución 64/236 que incluyó la
aprobación de la Conferencia, su agenda, las condiciones para su
ejecución, el calendario de reuniones preparatorias y el evento mismo en
Junio de 2012. (ref. 1)
Aún bajo las condiciones impuestas por los países desarrollados, la
aprobación de la Conferencia Rio+20 fue una importante victoria del
G-77, que adelantó cinco años la revisión de los temas del Desarrollo
Sostenible en el contexto internacional de crisis compleja y logró que
la agenda se focalizara en producir un documento político que
constituituyera un compromiso renovado con el Desarrollo Sostenible.
Quedaba entonces el desafío de realizar el proceso preparatorio, aún
con las limitaciones de Agenda y recursos que habían sido impuestas y
que reclamarían de los países del G-77 un esfuerzo extraordinario en los
dos años y medio siguientes para darle contenido al “documento político
especifico” y lograr ese “compromiso renovado”.
Proceso preparatorio
La misma Resolución 64/236 estableció las bases para el proceso
preparatorio de la Conferencia y decidió que sería dirigida por un
comité preparatorio de composición abierta presidido por una mesa de
diez miembros propuestos por los Grupos Regionales de Naciones Unidas y
definió que habrían tres reuniones de ese Comité Preparatorio,
asociadas a las sesiones de la Comisión de Desarrollo Sostenible en 2010
y 2011, de tres días de duración cada una y una tercera reunión de tres
días en 2012 en Brasil , inmediatamente antes de la Conferencia.
Definió asimismo que se realizaran reuniones regionales de
preparación en 2011 y solicitó al Secretario General de Naciones Unidas
la presentación de un Informe de avances y las lagunas en la
implementación de los resultados de las diferentes cumbres en la esfera
del Desarrollo Sostenible, así como todo el apoyo para el proceso
preparatorio.
La primera Reunión preparatoria tuvo lugar del 17 al 19 de Mayo de
2010 y en ella se eligió la Mesa Directiva del proceso a partir de las
propuestas de los grupos regionales. La Mesa estaría co-presidida por
Corea del Sur y Antigua y Barbuda (John Ashe). Por América Latina y el
Caribe, además de Antigua y Barbuda se eligió a Argentina y se designó
a Brasil como miembro ex-oficio en su condición de sede del evento.
El Secretario General había designado como Secretario General de la
Conferencia al Sr. Sha Zukang, Sub-Secretario General para Desarrollo
Sostenible, y dos Coordinadores Ejecutivos, uno del norte y otro del
sur, para asistirlo en el proceso preparatorio.
En esta Primera Reunión Preparatoria se acordó establecer un mapa de
ruta para el proceso, un calendario y una lista de los documentos que
deberían ser preparados para la Segunda Reunión Preparatoria, como
insumos para la discusión, así como las Agencias de Naciones Unidas que
debían participar en la elaboración de esos documentos. Así mismo se
comenzó una discusión sobre los diversos aspectos de la Agenda, donde,
en las múltiples intervenciones de las delegaciones, se puso de
manifiesto la diversidad de criterios y posiciones sobre cada uno de los
elementos, en particular sobre la Economía Verde en el Contexto del
Desarrollo Sostenible y la eliminación de la Pobreza y sobre la
Estructura Institucional para el Desarrollo Sostenible.
En la Segunda Reunión Preparatoria en Marzo de 2011, la Mesa empezó
por informar que presentaría una propuesta de documento cero para enero
de 2012 e invitó a los delegados a responder las siguientes preguntas:
Qué debe producir la Conferencia RIO+20?
¿Cuál debe ser el resultado?
¿Cómo debe diferenciarse de otras Conferencias sobre Desarrollo Sostenible?
¿Cuáles son los aspectos y retos más importantes?
Luego de ser presentados por el Secretario General de la Conferencia
los informes de Naciones Unidas y por Brasil un informe sobre los
preparativos de la sede, comenzaron las intervenciones de los países,
en el orden acostumbrado, primero el G-77, luego el resto de los grupos
regionales y después los países.
Al comenzar las intervenciones, el posicionamiento del G-77 y de la
Unión Europea marcaron claramente las enormes distancias entre lo
esperado por los países en desarrollo y los países desarrollados:
Argentina, como Presidente en ese año del G-77, señaló que debería
ser un proceso dinámico, transparente e inclusivo y que se debe tener
tempranamente el proyecto de documento político previsto para su
análisis y discusión. En relación con los objetivos señaló que debía
enfocarse en la implementación más efectiva y que debían movilizarse
para ello los recursos financieros adecuados, nuevos y adicionales.
Apuntó que los esfuerzos para la estructura institucional fortalecida
deberían focalizarse en los tres pilares del Desarrollo Sostenible y no
solo en la de Medio Ambiente.
En cuanto a la Economía Verde, señaló que debe ser analizada, como
acordado, en el contexto del Desarrollo Sostenible y la eliminación de
la Pobreza, respetando el espacio político de cada país de acuerdo a sus
circunstancias y posibilidades. También señaló que debía contribuir a
la inclusión social y la creación de trabajo decente y que no debía
convertirse en una forma de proteccionismo de los desarrollados dejando
claro lo que no esperan de la Economía Verde y poniendo énfasis en la
implementación y financiamiento para el Desarrollo Sostenible en un
escenario de crisis múltiple y deterioro ambiental.
Por su parte, la Unión Europea, en esta ocasión presidida por
Hungría, señaló que la Conferencia debe alcanzar dos elementos claves:
primero, un compromiso global con la Economía Verde, acompañado de un
mapa de ruta para su implementación con pasos concretos al nivel global y
nacional y segundo, la transformación del PNUMA en una Agencia
especializada para el Medio Ambiente como parte de una estructura
fortalecida para el Desarrollo Sostenible.
Las intervenciones de los grupos regionales y países dieron matices
alrededor de estas dos líneas generales y sobre ello giró la discusión a
través de este período en la elaboración del documento político,
presentándose numerosas ideas y propuestas. (ref. 2- Sumario de la
Segunda Reunión Preparatoria).
Finalmente se cerró esta Reunión Preparatoria concluyendo que los
Co-Presidentes presentarían en Enero del 2012 un Proyecto cero de
Documento político, para lo que solicitaban contribuciones de propuestas
de los países para Noviembre del 2011 y solicitaron a los países que
reservaran tres días en Enero de 2012, así como una semana en Febrero,
Marzo y Abril de 2012 para consultas informales sobre ese documento
cero. Todo dentro de los recursos existentes.
Muchos países expresaron su inconformidad por la expresión “dentro
de los recursos existentes” porque significa la no participación de
delegados provenientes de las capitales , lo que limita la participación
y calidad de las contribuciones de los países en desarrollo. Ante esto
el representante del Secretario General llamó a los países donantes a
contribuir al fondo creado para poder apoyar la participación de los
países en desarrollo.
Reuniones regionales y Consultas Informales
Entre los meses de Setiembre y Diciembre de 2011 tuvieron lugar las
Reuniones Regionales preparatorias para el proceso de Rio+20 de manera
que las propuestas resultantes pudieran llegar a la Mesa Directiva
antes de su propuesta de Proyecto cero de Documento Político.
En América Latina y el Caribe la Reunión Regional tuvo lugar entre
el 6 y 7 de Setiembre en la sede de la CEPAL en Chile. La Reunión fue
muy interesante, los países discutieron ampliamente el informe
presentado por CEPAL, expresando notables diferencias con lo expresado
en el mismo, muy distante del brillante discurso de apertura de la
Secretaría Ejecutiva de la CEPAL.
Finalmente los países de la Región produjeron un documento de
Conclusiones que recoge de manera consensuada y sintética las posiciones
de la región (ref.3-Conclusiones América Latina y el Caribe). Destaca
su párrafo 10 en que apunta:
“10. Los Estados de la región señalan que es necesario alcanzar compromisos para:
i) la erradicación de la pobreza extrema,
ii) un cambio de los patrones de producción y consumo, donde los países desarrollados deben tener un liderazgo mundial,
iii) acceso y transferencia efectivos a tecnologías seguras y
adecuadas, sin condicionalidades y en términos preferenciales para los
países en desarrollo,
iv) la promoción de un régimen global de propiedad intelectual que
facilite la transferencia de dichas tecnologías, de acuerdo con los
compromisos adquiridos por cada país,
v) la implementación cabal de los derechos de acceso a la
información, participación y justicia ambientales consagrados en el
Principio 10 de la Declaración de Río,
vi) una institucionalidad global para el desarrollo sostenible que
sea eficiente y flexible y alcance una efectiva integración de sus tres
pilares,
vii) financiamiento nuevo, adicional, estable y previsible para
apoyar actividades de implementación en los países en desarrollo,
viii) el cumplimiento de los compromisos para la mitigación y
adaptación al cambio climático y la creación de resiliencia a sus
impactos,
ix) mayores niveles de cooperación Sur-Sur e intercambio de experiencias exitosas,
x) restaurar la armonía con la naturaleza,
xi) mejores formas de medir la riqueza de los países que reflejen adecuadamente los tres pilares del desarrollo sostenible. ”
También el párrafo 14 en que se dice:
“14. Toman nota y agradecen las propuestas presentadas por Bolivia
“Derechos de la naturaleza”, Colombia-Guatemala “Los objetivos de
desarrollo sostenible” y Cuba “Marco institucional para el desarrollo
sostenible”, e invitan a su consideración y estudio como aportes a la
Conferencia. ”
Particularmente la propuesta de Colombia y Guatemala sobre los
objetivos de Desarrollo Sostenible alcanzó un vuelo importante como uno
de los elementos básicos a discutir en Rio+20.
Consultas Informales
El 10 de Enero del 2012 los co-Presidentes de la Mesa Directiva del
Proceso enviaron una carta a los países miembros presentando su
propuesta de Proyecto cero de Documento Político, pidiendo comentarios
por escrito e invitando a la primera sesión de Consultas Informales para
los días 25, 26 y 27 de Enero.
El Documento presentado con la propuesta de título: “El Futuro que
Queremos” estaba constituido por cinco capítulos que en 128 párrafos
(19 páginas) pretendía resumir las propuestas enviadas por los países
sobre los temas de la agenda acordada. (ref.4)
El documento fue bienvenido por todos los grupos de países y lo
aceptaron como base para las discusiones, pero al mismo tiempo lo
consideraron incompleto, falto de ambición en temas importantes y que
por lo tanto se requería ampliar el tiempo dado para enviar a los
co-presidentes las propuestas de cambios o ampliación para el documento,
cuya discusión entonces comenzaría en la reunión informal en Marzo
19.
Las discusiones informales de Marzo se extendieron desde el 16
hasta el 27 de Marzo, fecha que expresa el momento cumbre que
demuestra lo distante de las posiciones entre los países, pues al
finalizar esta primera sesión de discusiones, el documento presentado
por los Co-Presidentes se había expandido de 19 a 206 páginas con más
de 400 nuevos párrafos o subpárrafos incluidos como propuestas de
sustitución de párrafos o adición de nuevos párrafos. Al cerrarse el 27
de Marzo el documento, comenzaría en la próxima sesión de “informales-
informales” el proceso de adelgazamiento del documento mediante las
negociaciones de acercamiento de posiciones, identificación de áreas de
entendimiento y de lenguajes que incluyan los interese de todas la
partes. Comenzaba para el complejo Grupo de los 77, en esta ocasión
presidido por Argelia, un duro proceso de construcción de consensos
internos y luego de negociaciones con los países desarrollados, para
lograr un documento que realmente se acercara a las expectativas creadas
a 20 años de Rio’92.
La Segunda serie de “consultas informales-informales” se efectuó del
27 de Abril al 4 de Mayo, partiendo de un documento de 278 páginas, pues
los Co-Presidentes realizaron un ejercicio de integración y añadieron
al documento su propuesta de párrafos alternativos que sirvieran de
punto de partida de la discusión.
Al cabo de dos semanas trabajando en dos grupos de trabajo se habían
acordado 21 párrafos , quedando más de 400 párrafos entre paréntesis,
producto de las distantes posiciones en cuanto a la Economía Verde , la
Estructura Institucional para el Desarrollo Sostenible(particularmente
la conversión del PNUMA en una Organización Mundial de Medio Ambiente y
la transformación de la Comisión de Desarrollo Sostenible) y la
definición de un grupo de Objetivos de Desarrollo Sostenible que mida el
grado de avance de los países en esa dirección.
Ante esta situación de falta de consenso, se decidió adicionar una
nueva sesión de consultas “informales-informales “en Nueva York, antes
de la sesión final en Rio de Janeiro. Se acordó que esta sesión tuviera
lugar entre el 29 de mayo y el 2 de Junio , en la sede de Naciones
Unidas en Nueva York.
A esta sesión los Co-Presidentes presentaron un documento de 80
páginas, que incluía los 21 párrafos acordados así como los 400 párrafos
pendientes con sus sugerencias.
Al final de la sesión , después de trabajar en dos grupos de trabajo y
más de 20 sub-grupos especiales para resolver problemas específicos ,
el documento se redujo considerablemente , acordándose 70 párrafos ,
pero quedando todavía 259 párrafos pendientes de consenso,
fundamentalmente el capitulo de estructura para la acción en áreas como
Cambio Climático, Océanos, Alimentos y Agricultura. También quedaban
párrafos en Economía Verde, Estructura Institucional para el Desarrollo
Sostenible, Objetivos de Desarrollo Sostenible y en Financiamiento y
Transferencia de Tecnología.
Puede decirse que se avanzó, pero aún faltaba más que lo acordado y
en esta situación iba el documento a la Tercera y última Reunión del
Comité Preparatorio, que tendría lugar en Rio de Janeiro
inmediatamente antes de comenzar la Cumbre.
Esta Reunión comenzó en Rio el 13 de Junio y de inmediato dió paso a
la continuidad de las consultas informales-informales para avanzar en el
documento. Se informó que esta Reunión seria cerrada el día 15 de Junio
y a partir de ese momento Brasil asumiría la Presidencia de la
Conferencia y por tanto del proceso negociador.
El día 15 al dar cierre a los tres días destinados al Comité
Preparatorio , usados para consultas informales , se había avanzado en
el consenso de 116 párrafos y 199 continuaban pendientes. Al concluir la
Reunión los participantes acordaron, a sugerencia de los
Co-Presidentes, solicitar a Brasil que continuara con un proceso de
consultas Pre-Conferencia para concluir el documento.
El Canciller de Brasil informó que estaba de acuerdo y que las
consultas continuarían el sábado 16 al mediodía, ahora bajo su
Presidencia.
Al comenzar ese sábado la Reunión, el Canciller de Brasil presentó un
documento con sus sugerencias de solución a los párrafos pendientes y
solicitó a los delegados que realmente era el momento final y que había
que acelerar las discusiones y pidió a las delegaciones no introducir
nuevos paréntesis o textos similares a los que ya estaban en el texto.
Concluyó: “estamos unidos por un sentido colectivo de nuestra
responsabilidad y deseo de concluir en tiempo.” Añadió que el
trabajo continuaría de la manera más transparente e inclusiva.
Los delegados acordaron tener una sesión de comentarios generales
sobre el texto propuesto y comenzaron entonces las discusiones en cuatro
grupos de trabajo el domingo , coordinados por representantes de Brasil
y con una nueva forma de negociación: sobre la base del documento de 50
páginas de Brasil , trabajar solo con textos limpios , es decir , no
introducir paréntesis para cuestionar textos y solo hacer propuestas que
se acuerdan o no y seguir avanzando con textos acordados.
Así se avanzó en duras negociaciones el domingo y el lunes. El lunes
en la noche Brasil convocó a una plenaria y el Canciller de Brasil
informó que con los avances logrados, Brasil presentaría a los delegados
una versión final a las 7 de la mañana del martes, que se convocaría a
plenaria a las 10 y 30 am y que se informaría a la prensa del resultado
alcanzado.
Al día siguiente Brasil distribuyó el texto final y luego en la
Plenaria se adoptó “ad referéndum” sabiendo que era el resultado posible
de un proceso difícil, muy duro y en que se logró un equilibrio en
muchas áreas abriendo procesos cuyas negociaciones deberán continuar en
la AGNU en los próximos años. (ref.5)
Se ha descrito detalladamente este proceso para dejar claro el
contexto negociador y lo distante de las distintas posiciones así como
la posición de un conjunto de países, fundamentalmente desarrollados,
que no estaban en una línea de encontrar un camino solidario hacia la
sostenibilidad, con sólo sus intereses por delante. Muchos críticos
concentran su mensaje en desacreditar el multilateralismo, cuando el
caso es de una lucha clara de los países desarrollados por sacar de este
escenario cualquier negociación relacionada con compromisos de
financiamiento y de cambio de su modelo.
Resultados
El documento “El Futuro que queremos” resultado de este proceso debe
entonces valorarse en ese contexto al considerar sus alcances, sobre
todo en las áreas más controvertidas.
El primer resultado a considerar es el del Sistema Multilateral, al
lograr culminar una negociación que abre un camino, en un momento
complejo de múltiples crisis, para mantener el paradigma del Desarrollo
Sostenible y la eliminación de la pobreza como prioridades, sin
retroceder en los conceptos avanzados en los últimos 20 años, a
contrapelo de la resistencia de los países desarrollados que
inicialmente solo querían hablar de una indefinida Economía Verde y
establecer la Organización Mundial de Medio Ambiente, o de otros que
esperaban y en ello se esmeraron, hacer de la Cumbre un fracaso por
falta de acuerdos y producir un documento deslavado y sin objetivos
claros.
Otro aspecto fundamental fue la ratificación de los Principios de la
Declaración de Rio’92, particularmente del Principio de las
Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas (RCPD), que fue resistido
por los países desarrollados, muy tenazmente por Estados Unidos, que
solo cedieron en el último momento.
Debe, además, apuntarse que en la construcción de consensos y los
límites de tiempo y recursos impuestos, el documento final más que un
conjunto de decisiones, en muchas áreas abrió procesos de discusión que
continuarán en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas y otros
órganos del sistema y en Comisiones y Grupos de trabajo que tributarán a
la Asamblea General. Realmente si no se logra esta ratificación
hubiera sido un retroceso brutal.
Sobre los temas de la Agenda se puede destacar:
-Economía Verde en el contexto del Desarrollo Sostenible y la eliminación de la Pobreza:
El primer aspecto a considerar es el propio título en la Agenda, en
el que los países en desarrollo le pusieron un marco a la Economía Verde
y entonces comenzar a discutir de una manera más amplia sobre el
tema. Después de arduas negociaciones, partiendo de la propuesta Europea
de establecer una hoja de ruta y metas y objetivos específicos de la
Economía Verde, los países en desarrollo lograron establecer que la
Economía Verde es uno de los instrumentos del desarrollo sostenible y no
sustituye el concepto de Desarrollo Sostenible. Se acordó entonces un
conjunto de 16 principios para la Economía Verde en el contexto del
desarrollo Sostenible y la Eliminación de la Pobreza, reglas que
incluyen el no uso de esta como barrera proteccionista en el comercio,
ni como condicionalidad de la ayuda al desarrollo:
“58. Afirmamos que las políticas de economía verde en el contexto del
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza deberán:
a) Ser compatibles con el derecho internacional;
b) Respetar la soberanía nacional de cada país sobre sus recursos
naturales, teniendo en cuenta sus circunstancias, objetivos,
responsabilidades, prioridades y margen de acción con respecto a las
tres dimensiones del desarrollo sostenible;
c) Contar con el respaldo de un entorno propicio e instituciones que
funcionen adecuadamente a todos los niveles, con la asignación de una
función de liderazgo a los gobiernos y con la participación de todos los
interesados pertinentes, incluida la sociedad civil;
d) Promover el crecimiento económico sostenido e inclusivo, fomentar
la innovación, ofrecer oportunidades, beneficios y empoderamiento para
todos y respetar los derechos humanos;
e) Tener en cuenta las necesidades de los países en desarrollo, en particular los países en situaciones especiales;
f) Fortalecer la cooperación internacional, la cual incluye el
suministro de recursos financieros y la transferencia de tecnología a
los países en desarrollo y el fortalecimiento de su capacidad;
g) Lograr evitar la imposición de condiciones injustificadas a la asistencia oficial para el desarrollo y la financiación;
h) No constituir un medio de discriminación arbitraria o
injustificable ni una restricción encubierta del comercio internacional,
evitar la adopción de medidas unilaterales para afrontar los desafíos
ambientales fuera del ámbito de jurisdicción del país importador, y
asegurar que las medidas ambientales destinadas a solventar los
problemas ambientales transnacionales o mundiales se basen en un
consenso internacional, en la medida de lo posible;
i) Contribuir a colmar la brecha tecnológica entre los países
desarrollados y en desarrollo y reducir la dependencia tecnológica de
los países en desarrollo, adoptando todas las medidas oportunas;
j) Mejorar el bienestar de los pueblos indígenas y sus comunidades,
otras comunidades locales y tradicionales y las minorías étnicas,
reconociendo y apoyando su identidad, cultura e intereses, y evitar
poner en peligro su patrimonio cultural, sus prácticas y sus
conocimientos tradicionales, preservando y respetando los enfoques no
orientados al mercado que contribuyan a la erradicación de la pobreza;
k) Mejorar el bienestar de las mujeres, los niños, los jóvenes, las
personas con discapacidad, los pequeños agricultores y los agricultores
de subsistencia, los pescadores y quienes trabajan en empresas pequeñas y
medianas, y mejorar los medios de vida y el empoderamiento de los
pobres y los grupos vulnerables, en particular en los países en
desarrollo;
l) Aprovechar al máximo el potencial de las mujeres y los hombres y
asegurar que su contribución se realice en condiciones de igualdad;
m) Promover actividades productivas en los países en desarrollo que contribuyan a la erradicación de la pobreza;
n) Atender las preocupaciones que suscitan las desigualdades y
promover la inclusión social, incluidos niveles mínimos de protección
social;
o) Promover modalidades sostenibles de consumo y producción;
p) Perseverar en el empeño de superar la pobreza y la desigualdad
mediante la adopción de enfoques inclusivos y equitativos del
desarrollo.”
-Estructura Internacional para el Desarrollo Sostenible
En esta área se acordó uno de los aspectos potencialmente más
importantes, al decidirse la creación de un Foro de alto Nivel para el
Desarrollo Sostenible, que sustituirá la inoperante Comisión de
Desarrollo Sostenible. El Foro proveerá el liderazgo político, definirá
la Agenda y propiciara el dialogo periódicamente, incluirá nuevos
aspectos emergentes, revisara la implementación y mejorará la
coordinación en el Sistema de Naciones Unidas.
El principal problema del pasado ha sido la debilidad institucional
para implementar la Agenda 21 y los demás acuerdos relativos al
Desarrollo Sostenible. Si el nuevo Foro logra tener una agenda
apropiada y un mandato suficiente para actuar, un proceso adecuado de
toma de decisiones y soporte político para hacer funcionar la
coordinación de acciones de la agencias del sistema, podría cambiar la
dinámica de acciones de las Naciones Unidas a favor del Desarrollo
Sostenible. La Asamblea General deberá poner en funcionamiento este Foro
en el próximo año, y como siempre, el diablo estará en los detalles.
-Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
La propuesta de ODS’s fue introducida en el proceso por Colombia y
Guatemala en la Reunión Regional de América latina y el Caribe y de
inmediato ganó gran vuelo y profundas discusiones, para convertirlos en
los objetivos que después de 2015 sustituyan los Objetivos de Desarrollo
del Milenio(ODM).
Después de largas discusiones, los países desarrollados impulsando
acordar ya algunos objetivos, fundamentalmente ambientales, el G-77
señalando que debe haber un adecuado balance entre los tres pilares del
Desarrollo Sostenible y acordarlos como un paquete, se acordó crear un
Grupo de Trabajo de 30 miembros nominados por los países, que prepararán
una propuesta de SDG’s para el próximo año y presentarlos a la AGNU.
-Medios de Ejecución: Financiamiento y Transferencia de Tecnología
El tema de medios de ejecución fue un tema álgido para los países en
desarrollo desde el primer momento de las discusiones, sobre todo cuando
se comenzó a tratar el tema de Economía Verde en 2008, presentando solo
casos de estudio en determinados sectores y soluciones tecnológicas de
bajas emisiones, por lo tanto, las discusiones sobre el tema fueron
complejas y extensas.
En Financiamiento para que los países en Desarrollo puedan avanzar en
el Desarrollo Sostenible, las discusiones fueron tensas y los países
desarrollados no aceptaron ratificar acuerdos anteriores en el lenguaje,
tales como “recursos nuevos y adicionales” y otros. El Documento
incluye 15 párrafos sobre el tema en los que se revisan muchas áreas
importantes en este aspecto. Finalmente se acordó continuar las
discusiones en Naciones Unidas para definir una Estrategia de
Financiamiento para el Desarrollo Sostenible. Se acordó establecer un
Grupo de Trabajo de 30 miembros designados por los países que en 2014
presente los avances de su trabajo a la Asamblea General y en ella se
acuerde la Estrategia.
En Transferencia de Tecnología los países desarrollados, de igual
manera, resistieron cualquier avance y siempre se movieron en un
lenguaje muy débil, insistiendo en que la transferencia será de manera
voluntaria y sobre la base de términos mutuamente acordados, lo que
puede ser base para políticas discriminatorias. Sólo en el último día
fue aceptado el lenguaje del Plan de Implementación de Johannesburgo
(JPOI), que incluye la transferencia de tecnología a los países
desarrollados en términos favorables.
El documento tiene también una larga sección “A” de los Medios de
Implementación denominada “Esferas Temáticas y cuestiones
intersectoriales” en que aborda un largo número de tópicos como la
Erradicación de la Pobreza, Agua y Saneamiento, Seguridad Alimentaria,
Energía, Salud, Educación , Cambio Climático, Desastres , Pequeños
Estados Insulares, Patrones de Consumo y Producción, entre otros muchos,
con conceptos y acciones comprometidas que deben servir de base para
los países en la definición de sus estrategias y en la conceptualización
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Del análisis de resultados se puede concluir que en la mayoría de los
aspectos se logró mantener el lenguaje de Rio y del JPOI, pero se puso
en evidencia que no hay interés de los países desarrollados en ello y
que sólo se mantienen negociando duramente. Se debe valorar como un
éxito del G-77 haber podido sostener un nivel de unidad para defender
esos principios y que la discusión sobre desarrollo sostenible
permanezca de modo central en el escenario multilateral de Naciones
Unidas.
El G-77 logró que se fortaleciera el sistema de Naciones Unidas ,
creando el Foro de Alto Nivel para el Desarrollo Sostenible con el
objetivo de cambiar la dinámica de implementación en los tres pilares
del Desarrollo Sostenible, así como el fortalecimiento del PNUMA,
dándole composición universal , que se incrementen sus fondos,
incluidos los provenientes del presupuesto regular de Naciones Unidas,
reiterándole los mandatos otorgados y cumplidos limitadamente, de
implementar el Plan Estratégico de Bali para la creación de capacidades y
el soporte tecnológico, la evaluación del estado del medio ambiente
global así como el fortalecimiento del trabajo a nivel regional, más
cercano a los intereses de los países en desarrollo.
En el tema de Financiamiento y Transferencia de Tecnologías la
resistencia de los países desarrollados, como ya fue mencionado, fue muy
alta y solo la habilidad y flexibilidad negociadora del G-77 logro
alcanzar un acuerdo para continuar el proceso en la AGNU mediante el
Grupo de Trabajo acordado, para alcanzar la Estrategia de
Financiamiento.
Por otra parte, se consolidó una tendencia de los órganos de
negociación intergubernamental de mantener en sus manos los procesos
hasta el final y solo encargar a la Secretaria la preparación de
contribuciones técnicas que enriquezcan y den base a la negociación, de
modo de evitar desviaciones de lo acordado, como en ocasiones
anteriores.
No se puede hablar de resultados sin reconocer el formidable trabajo
de Brasil en su labor de Presidente de la Conferencia, labor asumida
cuatro días antes de la sesión final y que con extraordinaria habilidad
pudo, en muy breve tiempo, construir puentes que cerraron textos que
parecían imposibles de resolver y que permitió concluir el documento
final de la Cumbre, “El Futuro que Queremos”, llegando a un nivel, que
si no es el deseado, permite que el Desarrollo Sostenible se mantenga
como paradigma del sistema multilateral y mantener vivo este mismo
sistema.
Perspectivas
La Presidenta de Brasil, al concluir el evento, señaló que Rio+20 no
había finalizado, sino que había comenzado, lo que es una realidad,
pues corresponde ahora a la Asamblea General cumplir sus mandatos y
encontrar los consensos para seguir cumpliendo lo acordado, con tres
elementos fundamentales, la constitución y funcionamiento exitoso del
Foro de Alto Nivel para el Desarrollo Sostenible y el fortalecimiento
del PNUMA, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el financiamiento
para la implementación.
El G-77 tiene ante sí un gran reto, donde su unidad y sabiduría
negociadora son fundamentales para que lo avanzado, que por primera vez
define claramente cómo marchar en la dirección de la sostenibilidad, se
implemente efectivamente.
Dar seguimiento a este proceso, tratar de contribuir a él con las
mejores evaluaciones y criterios, resulta fundamental, que los gobiernos
del G-77 se mantengan con la misma energía de modo que sean coherentes
con lo alcanzado hasta ahora y que los medios, los movimientos
sociales, la Academia, las organizaciones profesionales y las ONG
(aquellas verdaderamente orientadas al desarrollo sostenible y no a la
defensa de intereses especiales ), mantengan su observación del proceso
y sigan detalladamente las discusiones de modo que se alcancen los
mejores resultados para el mundo en desarrollo, la eliminación de la
pobreza y la desigualdad y al mismo tiempo se encamine el planeta hacia
el equilibrio ecológico.
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